Vox argumenta que el soterramiento ya es viable con el dinero de la integración

Ni convertir la ciudad en un queso gruyer, como insisten PSOE y TLP, ni «volver a la situación de hace 15 años como pretende el PP». El soterramiento de la vía del ferrocarril «es posible ya, con el presupuesto disponible», defendió ayer el candidato de Vox a la Alcaldía de Valladolid, el ingeniero Javier García Bartolomé.

La formación ha elaborado un proyecto tomando como referencia actuaciones similares en Logroño, León y Murcia, para adaptar la intervención al dinero ya presupuestado según el último convenio firmado en la Sociedad Valladolid Alta Velocidad (SVAV), un acuerdo que decidió reducir costes e ‘integrar la vía’ sin soterrar.

«Es imprescindible frenar la ejecución de ese proyecto para no seguir tirando el dinero», aseguró Bartolomé, que puso de manifiesto que el convenio 2017 «prevé inversiones por 480 millones de euros para mantener las vías en superficie. Y eso, después de haber gastado ya otros 400 millones».

La intervención que propone Vox acortaría el trazado inicial a dos kilómetros y medio. El túnel –o más bien ‘falso túnel’, ya que el tren transcurriría en trinchera, aunque tapado por una plancha de hormigón que lo haría invisible–, se prolongaría desde la calle Tórtola al Camino de la Esperanza. Por otra parte, aprovecharía la estación de trenes actual, soterrando las vías y andenes 8 metros (Ave y mixto). Hasta aquí, la actuación necesitaría 175 millones de euros.

Por otra parte, la propuesta incluye una estación de autobuses anexa a la estación de tren, para hacerla intermodal, por 20,5 millones. Otras actuaciones de urbanización se llevarían otros 75 millones, y actuaciones en zonas no soterradas, como los barrios de Pilarica, Belén y Zona Sur, otros 25,4. Total, 294,9 millones de euros, el presupuesto previsto en la SVAV según el convenio de 2017 que firmaron el Ministerio de Fomento, la Junta y el Ayuntamiento. Una inversión realmente útil, a juicio de Bartolomé, y no la de «un montón de túneles» para terminar manteniendo la vía en superficie.

Entre las ventajas del soterramiento, el candidato de Vox a la Alcaldía de Valladolid señaló los barrios de Delicias y Pajarillos, que «dejarán de estar aislados del centro de la ciudad», y el aumento del valor de los terrenos y facilidad de venta de los antiguos talleres de Renfe, «imprescindible para saldar la deuda», apuntó.

También puso de manifiesto que se trata de un «proyecto estratégico para el futuro de Valladolid», que además permite una segunda fase para ampliar el soterramiento al resto de la ciudad. El impacto ambiental positivo es otra de las virtudes a destacar, como «la reducción del impacto acústico y la contaminación del aire».

El ingeniero extrapoló algunos casos cercanos de soterramiento de vías. En primer lugar el del Pinar de Antequera, con un kilómetro soterrado en doble falso túnel de un kilómetro de vías (dos Ave y dos de ancho ibérico), por 55 millones de euros. También citó el importe de ejecución del de la ciudad de Logroño con 1,4 kilómetros de vías y estación de dos andenes soterrados, un proyecto notablemente menor que el de Valladolid, pero que se hizo realidad con una inversión de sólo 135 millones de euros.

Los casos de la ciudad de León, con 600 metros de un túnel presupuestado en 50 millones, y que al final se adjudicó por 29; y de Murcia, cuya fase central de 2,83 kilómetros se está ejecutando por 197 millones de euros, fueron otros proyectos mencionados por el candidato de Vox a la Alcaldía de Valladolid.

‘El soterramiento es posible ahora. ¡Que no te engañen!’, es el lema con el que Vox Valladolid presentó ayer el ambicioso proyecto.