Una pelea familiar entre búlgaros acaba con nueve detenidos en Tordesillas

Una violenta reyerta entre miembros de una misma familia causó alarma el domingo entre los vecinos de los alrededores del cuartel de la Guardia Civil de Tordesillas. No habían dado las nueve y media de la mañana cuando una veintena de hombres, mujeres y niños, de un mismo clan búlgaro, comenzaron a lanzarse insultos –presumiblemente–, entre sí, gritando en una lengua ininteligible. «El problema es que, como no entiendes lo que dicen, el lío parece mucho mayor», aseguró ayer, en respuesta a este periódico, el alcalde de la localidad, José Antonio González Poncela.

Según fuentes de la investigación, la causa de la pelea podría deberse a una deuda contraída por una mitad de la familia respecto a la otra. Se trata de temporeros que trabajan en la localidad y la comarca con motivo de las diferentes cosechas, o en trabajos de carácter esporádico. La pelea se saldó con una de las partes desplazándose a Valladolid, desde donde planean volver a su país de origen.Se trataría de un ‘destierro’ de los que aún se aplican entre individuos que respetan la llamada ‘ley gitana’.

En la mañana del domingo, agentes de la Benemérita detuvieron e identificaron a siete individuos, cuatro pertenecientes a la subfamilia ‘vencedora’ y otros tres a los que, finalmente, se desplazarán a su país de origen.

El lugar de la pelea facilitó la rápida intervención de la Guardia Civil, que evitó que la pelea fuera a más y se saldara sin heridos de consideración. Los agentes de la Benemérita escoltaron, ya por la tarde, a una docena de miembros a la estación de autobuses de la calle Valdehuertos, para emprender el viaje de vuelta a Bulgaria, a más de 3.000 kilómetros de distancia.

«Esta mañana han detenido a dos de ellos», añadió el regidor, que dijo desconocer los motivos del suceso. «Lo único que sabemos es que es un problema familiar, y que la mitad de la familia se fue ayer a Valladolid con intención de volver a Bulgaria», concluyó.

Los detenidos ayer, según fuentes policiales, lo fueron por haberse resistido a la autoridad la mañana anterior. Se trata de dos individuos que dificultaron a la Guardia Civil poner paz en medio del tumulto.

Tanto los detenidos, como los identificados, como los ahora ‘exiliados’ eran vecinos ya conocidos por los agentes de la Guardia Civil y de la Policía Municipal, pero no habían dado problemas desde que llegaron al municipio hasta la fecha. El domingo, sin embargo, el enfrentamiento fue tal que los agentes se vieron obligados a efectuar un dispositivo de vigilancia alrededor de sus viviendas, hasta que se fue de la localidad, con destino al último país europeo, fronterizo con Turquía, una de las partes participantes en el conflicto en Tordesillas.