La consejera achaca el batacazo del PP a que se ha pecado de «cierta soberbia»
Pilar del Olmo considera que la gestión del PP de la crisis catalana «no fue la más acertada»
Pilar del Olmo, ayer en frases, fue clarísima. Tiró de pensamientos propios y hasta rescató el legado literario de un ilustre poeta vallisoletano: «Hemos gobernado pecando de cierta soberbia. Hemos estado poco acertados gestionando la crisis en Catalunya. No hemos sabido mantener el centro. Los experimentos de algunos de nuestro partido no han funcionado. Decía Jorge Guillén: ‘Cuando uno pierde la esperanza, se vuelve reaccionario’.
Ese podría ser el resumen. Pero hubo más. Ayer había desayuno amargo en el Palace de Madrid y le tocó a Pilar del Olmo capear el temporal. La candidata del PP a la alcaldía de Valladolid tuvo la mala suerte (o buena, según se mire, por lo de quitársela de encima) de ser de los primeros líderes populares dispuestos a dar la cara en cita pública mientras la mayoría escurre el bulto.
Del Olmo salió del paso diferenciando política municipal de estatal, citas electorales locales con nacionales, apelando a su proyecto de ciudad para Valladolid. En definitiva, borrar y contar lo nuevo y colocar todas las barreras y contrabarreras posibles para evitar que el toro del pasado domingo vuelva a arrollar a su partido en forma de 26-M. Demostrando talla política afrontó el análisis de lo ocurrido. «No se puede negar: han sido los peores resultados de la historia», anticipó, aunque posteriormente aseguró que «se puede remontar». El desayuno, organizado por Nueva Economía Forum, reunió a representantes de la política y sociedad de Castilla y León.
Pilar del Olmo prosiguió con claridad un análisis en el que sí quiso entrar a abordar los posibles factores clave de la debacle electoral de este pasado domingo: «Hemos gobernado pecando de cierta soberbia. Aparentamos lo que no somos, porque somos un partido cercano», dijo, y añadió: «La gestión de la crisis catalana no ha sido la más acertada».
Puede decirse que la también consejera de Economía y Hacienda del último Gobierno de Juan Vicente Herrera dotó de contenido lo que suelen ser respuestas programadas a base de experiencia y sinceridad. Porque la política castellano y leonesa explicó que «nunca me he arrugado ante la adversidad. Y esto no es lo peor a lo que me he enfrentado en la vida», relató como forma de decir que ha vivido sinsabores en la política como parte del juego, aunque la aspiración a día de hoy sea recuperar para el Partido Popular la alcaldía de Valladolid. Y más que ser una candidata de partido lo que quiere es serlo de su ciudad.
Pero como la política es trabajo en equipo, se refirió en plural a la esperanza de que se puede dar la vuelta al partido y conseguir que los próximos comicios caigan del lado del PP.
Más en lo concreto, en lo circunscrito a Valladolid, Pilar del Olmo aseguró recibir buenas vibraciones de lo que le llega desde la calle. «Creo que hay buenas perspectivas y la gente desde la calle me está animando», confirmó para demostrar que el espíritu de lucha lo conserva intacto.
«es la mejor»
Fue en alguno de esos momentos cuando el presidente de Nueva Economía Fórum dijo a los asistentes que, aunque no se había oído, la presidenta del Congreso, Ana Pastor, desde su lugar en la mesa principal apoyó la cuestión: «Es la mejor».
También, como candidata a la alcaldía, Pilar del Olmo salió, no sin sorpresa, aunque reconoció saberlo, al paso de los que cuestionan por qué no ha abandonado el cargo de consejera de Economía y Hacienda de la Junta de Castilla y León. «No sé a quién le puede molestar que siga siendo consejera», explicó a los asistentes, dejando también claro que mantener el puesto no suponía ningún perjuicio para nadie ni mucho menos para la gestión autonómica.
Ya, antes, y en referencia a su carrera política, ensalzó la figura de Juan Vicente Herrera, de quien dijo que había aprendido lo que sabía de política. Y que con su formación, experiencia y trayectoria, formando del equipo del presidente autonómico que ahora abandonará el cargo, pretende que sea aval suficiente para hacerse acreedora del cargo de alcaldesa de Valladolid.
Si experiencia y méritos, al margen de ideologías no le faltan, también, y ella aprovechó la cuestión, el hecho de ser la primera mujer alcaldesa de la capital vallisoletana podría ser un rotundo argumento para alcanzar el puesto.