El PGOU se aprobará en un pleno seis días antes de las elecciones municipales
El PP lo considera un «ejercicio de filibusterismo político» por parte del equipo de gobierno
Ya hay fecha para la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana de Valladolid, el PGOU, el documento que regirá el diseño de la ciudad durante los próximos años. Y también hay polémica por el día señalado, anunciado ayer en la Comisión de Urbanismo del Ayuntamiento.
Será en un pleno extraordinario previsto para el próximo día 20, a seis días de las elecciones municipales, una proximidad que el Grupo Municipal Popular ya se apresuró ayer a criticar por considerar que un documento tan trascendente para el futuro de la ciudad no debe aprobarse «en tiempo de descuento», máxime cuando asegura su portavoz municipal, José Antonio Martínez Bermejo, «no es aceptado por muchos sectores».
El PGOU es una de las asignaturas pendientes que tiene el equipo de gobierno municipal, en concreto el concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, en este mandato que está a punto de terminar. Saravia admitió ayer que la aprobación lleva un retraso considerable y lo atribuyó en parte a lo «complejísimo» del documento, pero también a la escasa colaboración de la Junta de Castilla y León. «La Junta no sólo no nos ha ayudado, sino que Patrimonio nos ha retrasado muchísimo», aseguró.
Pero con retraso incluido, el concejal añadió que el Ayuntamiento tenía que dejar «el trabajo hecho» antes de las elecciones y aunque tarde y casi en vísperas de acudir a las urnas para elegir el nuevo consistorio se eligió el día 20, una decisión que ya sabía que provocaría las criticas del Grupo Municipal Popular.
Recuerda Saravia que ya en 2003 «el PP hizo lo mismo y lo aprobó en el mes de abril» y niega, como afirman los ‘populares’, que el equipo de gobierno esté poco menos que en funciones «porque los mandatos terminan al día siguiente de las elecciones» y en consecuencia no existe ninguna prohibición que impida celebrar un pleno extraordinarios seis días antes de los comicios.
El secretario general del Ayuntamiento aclaró a los representantes de los distintos grupos municipales que asistieron a la comisión que tampoco la Junta Electoral, que prohibió la celebración de asambleas en los barrios para explicar las inversiones financieramente sostenibles, pone reparos a los plenos extraordinarios en campaña electoral.
Para el portavoz municipal del PP, sin embargo, la fijación del pleno para el día 20 es «un ejercicio de filibusterismo político» y arremetió contra Saravia y también contra el alcalde, Óscar Puente, por su «cara dura» al aprobar el documento en el último momento. «Lo que el señor Puente y el señor Saravia no han sabido hacer durante cuatro años ahora corren para intentar condicionar de una forma negativa el futuro de la ciudad», señaló el concejal del PP.
Más allá de la cuestión formal de la fecha elegida, Martínez Bermejo centró sus críticas en el contenido del documento, del que señaló que además de eliminar el soterramiento del tren y «condenar a que las vías del tren sigan estando donde están, cierra el centro a la posibilidad de tener actividad económica». Aseguró también que el nuevo PGOU «echa a los turistas fuera de la ciudad y les deja fuera del centro» y como resumen concluyó que «condena por muchos años el futuro de la ciudad».
Saravia tachó de «broma» las afirmaciones del portavoz del PP porque «no aporta ni una sola justificación que las fundamente».
El concejal de Urbanismo explicó que tras la aprobación por el pleno debe ser la Junta de Castilla y León la que dé el visto bueno definitivo.
El nuevo PGOU de Valladolid es una revisión del aprobado en 2003, el vigente ahora, y propugna un modelo de ciudad menos expansivo para centrarse en el desarrollo de los espacios vacíos en la trama urbana existente.
De las 80.000 viviendas que contemplaba el plan de 2003 en suelo urbanizable, el que está por desarrollar, con el nuevo documento la previsión se limita a 20.000 tras anularse muchas de las áreas homogéneas que estaban incluidas en el documento anterior.