«Lorena era muy miedosa, no la veo haciendo juegos de riesgo»
La modelo Gabriela Acosta, hermana de la fallecida a manos del soldado de Aldeamayor, descarta que Lorena se prestase a que le apretaran el cuello
La modelo Gabriela Acosta, hermana de Lorena Mazzeo fallecida en Fuerteventura en 2016 a manos del soldado de Aldeamayor de San Martín Félix D.C., de 31 años, aseguró ayer en la segunda sesión del juicio con jurado por esta causa que Lorena nunca se habría prestado a realizar un juego de riesgo, desmontando así la versión del acusado relativa a que la muerte de la argentina se debió a una práctica erótica que «acabó mal».
«Conociéndola, no le gustaban esas cosas. Mi hermana era muy miedosa, así que no la veo haciendo esos juegos», recalcó Gabriela, incidiendo en que le daba pavor en concreto no poder respirar.
En la jornada de ayer comparecido ante el jurado que juzga este caso en la Audiencia de Las Palmas diversos testigos para hablar de lo ocurrido y de cómo era la víctima, entre ellos sus padres y su única hermana, informa Televisión Canaria. Todos ellos reclamaron un castigo para el responsable de la muerte de su hija y hermana, una demanda que resumió el padre de la fallecida, Luis Alberto Mazzeo, al señalar: «Lo que voy a pedir es que se haga justicia».
CAMBIOS DE VERSIÓN
Los familiares de Lorena subrayaron la sorpresa que les ocasionó su muerte, tanto por el hecho de que ninguno tenía noticias de que se dedicara a la prostitución, actividad que la llevó a conocer al militar que la mató, según él, accidentalmente tras haber contratado sus servicios, como por mostrarse convencidos de que jamás habría practicado juegos sexuales de tipo sadomasoquista, como el procesado asegura que le pidió que hicieran.
Como argumentos, aludieron, por una parte, a la circunstancia de que Lorena varias veces había tenido problemas respiratorios, por lo que creen inverosímil que propusiera que la estrangularan con la manguera de la ducha hasta el borde de la asfixia, como sostuvo el enjuiciado, y, por otra, a su propio carácter.
Gabriela puso un ejemplo gráfico al asegurar que Lorena «ni siquiera usaba bufandas gruesas, porque decía que le faltaba el aire», recalcó. Además, expresó sus dudas sobre la circunstancia de que trabajara como prostituta, sentenciando: «Todavía no me lo creo».
Entre otras cosas, porque ella había contado que se dedicaba al diseño de páginas de internet, ya que «siempre fue buena estudiante» y casi había concluido los estudios de periodismo en su país, añadió su madre, Isabel Mara Oliveira.
El fiscal reprochó a Félix las diferentes versiones que ha ofrecido a lo largo del tiempo. Así, destacó, al interrogar a la jefa del Grupo de Homicidios de Las Palmas, cómo desde un primer momento fue cambiando la narración de los hechos que ofrecía. Inicialmente, al preguntarle si había estado con la víctima, «lo niega rotundamente», para acto seguido, una vez que se le informó de que había pruebas de lo contrario, contar otra historia.