«Le anuló la defensa y la estranguló», afirma el fiscal sobre el acusado de matar a Lorena
El joven de Aldeamayor se enfrenta a 21 años por la muerte de la periodista en Fuerteventura / La defensa alega que fue accidental en un «juego sexual» y recuerda el suceso similar con la inglesa Anna Reed hace 10 días en Suiza
Un juego sexual que desembocó en un fatal accidente o un asesinato. La libertad para el vallisoletano Félix D.C. o 21 años de prisión.
El juicio con jurado que comienza el próximo lunes en la Audiencia de Las Palmas contra este soldado de 30 años, natural de Aldeamayor de San Martín, acusado del homicidio de la joven periodista argentina Lorena Mazzeo, de 34 años, el 23 de octubre de 2016 en Puerto del Rosario (Fuerteventura), se moverá entre dos polos antagónicos. La víctima, hermana de la famosa modelo Gabriela Acosta, fue hallada en el interior de la bañera, con el cordón de la ducha enrollado en el cuello. La causa oficial de la muerte fue asfixia.
La Fiscalía y las dos acusaciones particulares (una por el padre y otra por la madre) no son clementes y van a la calificación más alta: interesan condenas por los delitos de asesinato y hurto, ya que se llevó los móviles y otros efectos de la casa de Lorena. Y, enfrente, con igual contundencia, la defensa de Félix solicita su absolución.
Sostendrá ante el jurado que todo fue un «desgraciado accidente» y echará mano de un suceso que, casualmente, se conoció la semana pasada, la muerte de la joven británica Anna Florence Reed, de 22 años, hallada muerta también en el suelo de un baño de un hotel de Suiza. Su novio alegó que fue un juego sexual que «salió mal», aunque las autoridades helvéticas no descartan el homicidio.
El escrito de Fiscalía, al que ha tenido acceso este diario, no ofrece dudas sobre la intencionalidad en la muerte de Lorena. Así, sostiene que Félix D.C. mantuvo una relación de cliente entre el verano y el mes de octubre de 2016 aproximadamente, con Lorena Mazzeo, la cual prestaba servicios de prostitución además de ejercer su profesión de periodismo.
Ataque «sorpresivo»
El 23 de octubre de ese año y después de concertar una cita telefónica media hora antes con la víctima en su domicilio de Puerto del Rosario, el acusado acudió al mismo sobre las 15.15 horas. Previamente, ella le había detallado que se encontraba sola y, una vez allí y después de mantener relaciones sexuales, Félix D. C. atacó a la mujer presuntamente de forma sorpresiva.
Según la Fiscalía, «con la intención de acabar con su vida y, en todo caso, aceptando que podía ocasionarle la muerte, la asfixió por estrangulación con mecanismo no definitivamente concretado provocándole su fallecimiento a los pocos segundos», sostiene en su acusación.
Para garantizar dicho resultado, «el acusado deliberadamente la estranguló desde atrás, por la espalda, anulando cualquier previsible defensa que la víctima de otro modo, al menos instintivamente, hubiera empleado, dejando su cadáver en el interior de la tina del baño del inmueble», hechos por lo que la acusación pública estima que son constitutivos de un delito de asesinato y no de homicidio.
Tras culminar dicha acción y «con la finalidad de evitar ser descubierto», el acusado «se llevó las sábanas de las camas de la vivienda y los preservativos usados, cortó los cables del router y del teléfono y, finalmente, cerró con llave la puerta del domicilio de Lorena Mazzeo llevándose igualmente la misma», afirma la Fiscalía.
Eliminación de pruebas
Siempre según el escrito de la acusación publica, el soldado aldeamayorense volvió a la casa a eliminar cualquier rastro de su estancia en la vivienda y también para apropiarse de bienes de la finada.
Así, con la «finalidad de enriquecerse ilícitamente», el militar de tropa se apropió de «50 euros, de dos terminales telefónicos marcas Samsung y Alcatel, de un Ipad mini marca Apple con su funda marca Targus», todo propiedad de la víctima y valorado en un importe superior a 400 euros.
La detención de Félix no fue inmediata, hubo que esperar 79 días, pero la desaparición de los móviles de la víctima puso en la pista a la Policía sobre sus últimas llamadas y mensajes... y todo el círculo se centraba en el soldado.
Según informó el diario La Provincia, la vivienda de Lorena era frecuentada por muchas personas. Así lo declararon los testigos a los investigadores. Tras solicitar autorización a la juez para pedir solicitar a las compañías telefónicas la relación de llamadas, whastapp y sms comenzaron los agentes a descartar ciertos nombres y se centraron en el ahora acusado. «Fue la última persona que tuvo contacto con Lorena. Además, los mensajes son elocuentes de que se conocían y existía entre ellos una relación cordial», señalaron al citado periódico fuentes oficiales.
Félix fue detenido el 10 de enero de 2017. Por aquellas fechas realizaba su trabajo sin levantar sospechas en el Regimiento de Infantería Ligera Soria 9, con guarnición en Puerto Rosario. Tras el arresto, el abogado explicó en su escrito de defensa que ambos jóvenes mantenían relaciones sexuales en el domicilio de ella y practicaron un juego sexual que «consistía en que ella se enrollaba la manguera de la alcachofa de la ducha en el cuello y tener sexo así, mientras corría el agua», al tiempo que le pedía al acusado «que apretara».
Valladolid
«Félix conoció esa misma tarde a Lorena, ¿Qué razones iba a tener para matarla?»
inigo-arrue