Rueda se consolida como la DO de blancos preferida por los españoles
Cierra la ‘campaña de la sequía’ con más de 82 millones de botellas comercializadas
Una pareja cata un verdejo en una pasada edición de la Feria del Vino de Rueda.-JOSE C. CASTILLO
La Denominación de Origen (DO) Rueda cerró 2018 con excelentes cifras. Fue un año «difícil», en el que se comercializaron los vinos de una de las más acentuadas sequías de las últimas décadas, pero los consumidores siguen prefiriendo la calidad de los Rueda, una DO que emitió un total de 82.090.250 contraetiquetas.
El marchamo repite como la DO de vino blanco preferida por los españoles, según confirmó ayer el Consejo Regulador al desvelar el balance del año. Unas cifras «muy satisfactorias tras un año complicado para el sector», aseguró, debido a las inclemencias meteorológicas que afectaron a los viñedos en 2017. De hecho, la producción bajó más de un 23%, pero «gracias a la apuesta de los consumidores, las ventas sólo descendieron un 10,5%». Según el último informe realizado por la consultora AC Nielsen, uno de cada tres consumidores habituales de vino elige ‘un blanco’ de Rueda.
El vino blanco acapara el 99,79% de las contraetiquetas entregadas en 2018, con 81.921.339, de las que 60.750.966 corresponden a la variedad verdejo. «Es muy gratificante comprobar que los consumidores continúan apostando por la DO Rueda», aseguró la presidenta de la DO, Carmen San Martín.
Por otra parte, con la renovación de la imagen corporativa, la Denominación concluye un año de grandes cambios. «Queremos huir de convencionalismos y acercarnos cada vez más a los jóvenes. Buscamos formar parte de su vida y acompañarlos en sus mejores momentos para que nos tengan en cuenta dentro de sus hábitos de consumo», añadió San Martín.
Por su parte el director general de la DO Rueda, Santiago Mora, valoró el «esfuerzo de las bodegas por abastecer el mercado» en un año en el que todas las elaboradoras se quedaron sin vino. La práctica totalidad tuvo que sacar todo el que le quedaba de la añada 2016, así como comenzar a comercializar la añada 2018 «a partir de la segunda quincena de noviembre».
«En septiembre, octubre y noviembre se vio que no quedaba vino en las bodegas», explicó. Se produjo un «estrangulamiento» para servir las necesidades del mercado, derivado de la escasa cosecha de 2017.
Mora valoró de forma muy positiva el hecho de que solamente bajara un 10,5% la comercialización, cuando la cosecha se redujo en un 23%. «Es el consumidor el que sigue apostando por la calidad, y esperamos que en 2019, con la cosecha más importante de nuestra historia, todos los números mejoren de forma sustancial», añadió.
La entrada «con fuerza» de la cosecha 2018 en los mercados a partir de noviembre, «ha compensado la caída importante de septiembre y octubre», aseguró Mora. Aunque «es complicado hacer cálculos», dijo, «el reto es recuperar el mercado y, sobre todo, profundizar en lo que están pidiendo los consumidores: un vino de más valor añadido, vinos de Rueda con barrica o con otras elaboraciones... y que haya versatilidad en la verdejo. Hemos de seguir profundizando en este nicho de mercado», aseguró.
Aparte de las 60.750.966 botellas de verdejo comercializadas en 2018 (el 74,16%), otras 18.020.731 fueron de distintas variedades de uva blanca de Rueda (22%); 2.980.041 de sauvignon blanc (3,6); 166.136 de espumoso (0,2) y 3.465 de dorado (0,02).