Urbanismo descarta abrir un paso al público por el jardín del colegio de los Ingleses

El jardín del colegio de los Ingleses, el edificio fundado en 1590 por el jesuita inglés Robert Persons en la que hoy es la calle Don Sancho, no se abrirá al público como se pretendía desde la concejalía de Urbanismo.

La idea del concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, era abrir a los vallisoletanos determinados espacios de titularidad religiosa que como el jardín del colegio de los Ingleses o el patio de los cipreses de la catedral, junto a la plaza de la Universidad, podían tener una aprovechamiento para disfrute público, pero sin por ello perder su carácter privado Y así se planteó en la revisión del Plan General de Ordenación Urbana, PGOU, que está en marcha y que Saravia espera, por fin, llevar al pleno del mes de noviembre, con bastante retraso sobre las previsiones iniciales.

La pretensión de Urbanismo con la apertura del jardín del colegio de los Ingleses, en realidad colegio de San Albano, su nombre real, era doble. Por un lado, permitir que el público en general pudiera contemplar la riqueza arquitectónica que atesora este conjunto monumental, con una iglesia que está considerada como una de las mejores muestras del barroco vallisoletano.

El Real Colegio de San Albano es una residencia y centro de formación fundado bajo la protección de Felipe II para la formación de sacerdotes católicos ingleses. De hecho todavía hoy funciona como institución donde se forman seminaristas católicos ingleses. Su rector es nombrado por el rey de España y tiene dignidad de obispo, aunque sin vinculación con la Archidiócesis de Valladolid

El segundo objetivo no era tanto de carácter cultural y turístico como práctico. A través del espacio ajardinado podía abrirse un corredor para conectar las calles Don Sancho y Santa Lucía sin tener que dar la vuelta a la manzana. Unidas las dos, los peatones ganaban un paso para atravesar la manzana y, a la vez, podían admirar un edificio de gran valor arquitectónico. Pero una cosa es trazar planes sobre el papel y otra llevarlos a la práctica.

Los titulares del colegio presentaron alegaciones al PGOU por entender que la pretensión del Ayuntamiento les crearía problemas sobre todo de mantenimiento habida cuenta de que un espacio ahora cerrado se abría al público y, tras considerar los argumentos, Urbanismo optó por reconsiderar su idea y a desechar esta novedad del nuevo PGOU que salga de la revisión. Desde la concejalía se considera que la creación de este pasillo no es imprescindible y se tienen en cuenta las alegaciones.

Las presentadas por los responsables del colegio de los Ingleses están entre las más de 400 planteadas a la revisión del Plan General, resueltas y en su mayor parte de forma favorable a los alegantes.

Pero está por resolver todavía la segunda de las cuestiones planteadas en el PGOU en relación con la apertura de espacios religiosos para uso público: el del jardín de los cipreses que hay junto a la catedral. En esta zona cerrada al público, el Arzobispado planteó en 2016 la construcción de un inmueble anexo la colegiata que permitiría ampliar el Museo Diocesano y Catedralicio. De hecho, aquí estaría, en el jardín de los cipreses, la entrada principal al museo.

La idea no convenció mucho en el Ayuntamiento por el impacto visual que tendría una nueva estructura, pero desde la concejalía de Cultura y Turismo dejaron claro que verían con buenos ojos que un acceso al museo por este punto, lo que significaba abrir el jardín de los cipreses a los ciudadanos.

Y así están las cosas. El proyecto de ampliación del museo parece descartado o al menos pospuesto y en cuanto a la apertura del jardín de los cipreses al público, nada está cerrado todavía