El paladar de las mujeres decide

«Aquello que se toma con los dedos en uno o dos bocados». Cualquier mezcla de ingredientes debe cumplir esta máxima para reinar en la capital nacional y casi mundial de la tapa. Un reinado de sabores cuyo cetro reposa en manos de mujer. Los certámenes vallisoletanos contarán con un jurado femenino, en mayúsculas, que decidirá en qué punto del planeta se elaboran los mejores manjares culinarios. La haute cuisine tiene una nueva cita en la ciudad del Pisuerga la segunda semana de noviembre.

Calidad, originalidad, estética y aplicación comercial son las varas de medir con las que el comité de selección designó a los 48 maestros de los fogones que viajarán desde todas las comunidades autónomas a Valladolid para disputar la final del Concurso Nacional de Pinchos y Tapas. Siete de estos establecimientos participantes en la décimocuarta edición son castellanos y leoneses: el burgalés La Jamada de Arrabal; el salmantino Lilicook Vermutería; el segoviano De bote en bote; y los vallisoletanos Aquarium Sabores, Ángela, Puerto Chico y Villa Paramesa.

En su segundo año consecutivo, el Campeonato del Mundo enfrentará a 15 cocineros de diversos países junto al vencedor de la pasada edición del certamen nacional, el chef balear Igor Rodríguez. Portugal, Japón, Ecuador, Puerto Rico, Estados Unidos, España, Argentina, Perú, Nueva Zelanda, México, Irlanda, Colombia, Noruega y Taiwán medirán sus diferencias ante los ojos del Conde Ansúrez.

El arte gastronómico impregnará las paredes de la Cúpula del Milenio, sede de ambos encuentros, donde la última palabra la tendrán cuatro cocineras. «El jurado permanente está compuesto por mujeres exclusivamente», apuntó el director de los certámenes, Luis Cepeda, para después matizar que el objetivo es el de «tributar un reconocimiento a su prestigio en la actividad culinaria de España y un ejercicio de visibilidad hacia el importante colectivo que representan».

Con una estrella Michelín que abandera su nombre, la chef Susi Díaz presidirá el tribunal. La propietaria del restaurante La Finca, en Elche, participa como presentadora y colaboradora en diversos programas televisivos, entre los que cabe destacar Top Chef.

Esta novedad en la formación del jurado se complementará, siguiendo la tradición cosechada en años anteriores, con la participación de tres expertos gastronómicos de medios de comunicación, que se relevan en cada una de las tres sesiones en las que se estructura el certamen nacional.

«esplendoroso futuro»

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, auguró un «esplendoroso futuro» para el Concurso Nacional de Pinchos y de Tapas, que la edición pasada ya registró medio millar de solicitudes frente a las 350 de 2015. Dos años de diferencia en los que sumó 700 participantes y experimentó una subida del 32% en el retorno económico. «Es un incremento bastante espectacular», sentenció tras concretar que esta cita se celebrará durante la tarde del lunes 5 de noviembre y a lo largo de todo el martes 6; dos jornadas en las que 48 establecimientos competirán por el título de Campeón de España y los 6.000 euros que otorga la organización.

En cuanto al «aun jovencísimo certamen de tapas a nivel internacional», el regidor vallisoletano vaticinó que se convertirá en un «referente mundial». La mañana del miércoles 7 de noviembre enfrentará a los 16 cocineros extranjeros que medirán sus diferencias para ganar el título de Campeón del Mundo y los 6.000 euros que aporta Interprofesional del Aceite de Oliva.

La clave de estas citas gastronómicas esta, a juicio de Puente, en la «relación de hermandad» existente entre los participantes y los establecimientos de la ciudad, que ceden sus cocinas. El alcalde recordó que las tapas podrán ser degustadas en bares y restaurantes. Asimismo, subrayó el «prólogo dedicado a los más pequeños» con distintas actividades durante el fin de semana previo.

Por su parte, la presidenta de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Valladolid definió ambos certámenes como «motores que generan movimiento en la economía» de la ciudad. María José Hernández confió en el que «festival de la tapa sea un éxito» y aseveró que la entrega de sus premios año tras año «se traduce en que el engranaje funciona».

Con el deseo último de asistir a una «consolidación económica», el comercio reiteró su apuesta por estos eventos culinarios. El presidente de Fecosva, Javier Labarga, puso «todas las instalaciones y esfuerzos» a disposición de los mismos.

Valladolid ya prepara sus mejores galas con el aliciente de que, si la tapa es finalmente considerada Patrimonio Cultural Inmaterial en el país, «tiene un lugar privilegiado», tal y como sentenció la concejala Ana Redondo.