El hallazgo en la tumba 308 se suma a los actos de celebración de los 150 años de Pintia

El hallazgo en la tumba 308 se suma a los actos de celebración de los 150 años del proyecto arqueológico Pintia en Valladolid, que, con motivo de esta efeméride, ha organizado un ciclo de conferencias y cine que se celebrarán todos los sábados desde el 14 de julio hasta el 18 de agosto que discurrirán paralelos al periodo de excavanción que comenzó el pasado mes de junio.

Con un presupuesto de 80.000 euros, con una "pequeña pero importante" dotación de la Junta y la Diputación de Valladolid, los trabajos de investigación se centran sobre el cementerio vacceo-romano de Las ruedas y, en concreto, sobre un espacio de cronología correspondiente a los últimos siglos antes de la Era, ha apuntado el director del proyecto y profesor de la UVA, Carlos Sanz Mínguez, durante la presentación de la campaña en la que ha estado acompañado por el vicerrector de Patrimonio de la UVA, Julio Grijalba.

Así, se están prospectando tres sectores de 16 metros cuadrados cada uno, de los que ya se han concluido dos en la Necrópolis de Las Ruedas. En ellos se han excavado cuatro tumbas, de las cuales, la 308 y la 310 se encuentran en un estado de conservación "óptimo". "Sobre todo la 308, que es uno de los 10 mejores conjuntos recuperados hasta el presente", ha reconocido Sanz en declaraciones recogidas por Europa Press.

En la actualidad, ha continuado el director del proyecto, se está procesando su "completo" ajuar en los laboratorios del Centro de Estudios Vacceos 'Federico Wattenberg' (Cevfw) y que corresponden a un guerrero que fue enterrado con un puñal, un cinturón, una punta de jabalina, parrilla y pinzas para el fuego, además de una "excepcional" pieza de bronce de "prótomos de caballo" que podría corresponder a un "báculo de autoridad".

En lo que resta de campaña, hasta el 26 de agosto, se intervendrá aún en un sector más en el que esperan obtener "nuevos conjuntos", ha avanzado Sanz Mínguez, que ha explicado que, en la actualidad, el equipo de excavación está compuesto por ocho investigadores que llegan a la docena los fines de semana que es cuando se suman los "voluntarios".

En la primera parte de la campaña han estado presentes también alumnos pertenecientes al XXXVII Curso Internacional Teórico-Práctico de Arqueología, que ha tenido una duración de 150 horas en las que se combinaban el trabajo "teórico con el de campo directo" desarrollado en la necrópolis.

CONFERENCIAS Y CINE

Coincidiendo con los 150 años de la datación bibliográfica de Pintia, el Centro de Estudios Vacceos ha organizado, además de sus visitas guiadas, una serie de actividades que giran en torno a un programa de conferencias y un ciclo de cine arqueológico.

Así, durante junio, julio y agosto se podrá visitar, sin necesidad de pedir hora, el yacimiento con guías de miércoles a domingo en horarios de 10.30 a 12.30 horas y de 17.30 a 19.30 horas de miércoles a domingo --inicio en el Cevfw situado en la Plaza Mayor de Padilla de Duero--.

Además, todos los sábados desde 14 de julio al 18 de agosto, con excepción del 4 de agosto, se desarrollará un ciclo de conferencias en las que se abordarás las técnicas de investigaciones más recientes en el campo. Todas las charlas comenzarán a las 20.00 horas y tendrán una duración de unos 45 minutos.

A las 22.00 horas, será el turno del cine, con la proyección de los documentales y películas premiadas en las dos últimas ediciones del Festival Internacional de Cine Araqueológico del Bidasoa (FICAB).

PRESUPUESTO

El proyecto integral y sostenible Pintia cuenta con un presupuesto de 80.000 euros fruto de convenios y contratos con "entidades públicas y privadas" (48.000 euros). Por "primera vez" la Junta y la Diputación de Valladolid colaboran económicamente que se suman a la Universidad de Valladolid que aporta cerca de 30.000 euros.

Una cantidad que "sin llegar a las vacas gordas" de los "años dorados" del proyecto, según reconoce Sanz Mínguez, si es superior al de los últimos años y ha permitido "mejorar" el laboratorio del Cevfw para realizar el trabajo de investigación en "buenas condiciones" y evitar así "la contaminación de pruebas" o que las fichas "vuelen por los aires".