Un oasis de solidaridad para 32 niños del desierto
Familias de 16 municipios de la provincia acogen a los pequeños saharauis que participan en el XXI programa ‘Vacaciones en Paz’
Muchos de ellos sólo han visto las tiendas de campaña, los barracones, los cobertizos instalados en los grandes campos de refugiados de Tinduf, al suroeste de Argelia. Un lugar hostil, castigado por los vientos, las arenas y el sol del desierto del Sáhara. Un enclave donde viven, desarraigados, miles de saharauis desde la década de los setenta del siglo pasado. La solidaridad, como si fuera un oasis, se repite cada verano y los trae a todo el territorio nacional, gracias al programa ‘Vacaciones en Paz’.
Un grupo de participantes en este programa visitó ayer el Palacio dePimentel, sede de la Diputación. Se trata de los 32 niños y niñas que pasarán el verano acogidos por familias de la provincia de Valladolid, que en esta ocasión ha aumentado el número de municipios acogedores, de los 13 anteriores a los 16.
El presidente de la Diputación, Jesús Julio Carnero, presidió en el patio del Palacio la ya tradicional y emotiva recepción. Los niños y niñas saharauis pasarán dos meses en la provincia. Acudieron acompañados por sus familias de acogida, así como por Rufo Martín Mateo, presidente de la Asociación Cultural Amigos del Pueblo Saharaui en Valladolid.
Los pequeños tienen edades comprendidas entre los 9 y los 12 años. Pasan el verano con familias de la capital y de otras 15 localidades de la provincia: El Campillo, La Cistérniga, Cuenca de Campos, Esguevillas de Esgueva, Laguna de Duero, Mayorga, Medina del Campo, Peñafiel, Puente Duero, Renedo de Esgueva, San Miguel del Pino, Santibáñez de Valcorba, Simancas, Villalar de los Comuneros y Villavicencio de los Caballeros.
En la edición de este año participan 14 niñas y 18 niños, y 12 de ellos vienen por primera vez. Los acogen 26 familias, de las que 10 se han incorporado este año.
Carnero señaló la importancia de «esta iniciativa de voluntariado y cooperación al desarrollo que, sin duda, genera un vínculo muy especial entre los niños y sus familias vallisoletanas». Tras desear, un año más, que «ojalá llegue el día en que no sea necesario tener que desarrollar este programa, porque ello significaría que el pueblo saharaui puede ya vivir de manera libre en su territorio», el presidente de la Diputación reiteró el compromiso de la Institución para «mientras sea necesario, hacer viable y posible este programa que hacer mejor la vida de los más pequeños».
Este año se celebra la 21 edición del programa Vacaciones en Paz, que persigue dos objetivos fundamentales: por un lado, paliar temporalmente las carencias sanitarias y alimentarias que sufren estos niños en su vida diaria. Por otro, darles la oportunidad de conocer una realidad distinta a la de los campamentos de refugiados, así como de ampliar su conocimiento del español.