Diario de Valladolid

LA ENTREVISTA / SILVIA CLEMENTE - PRESIDENTA DE LAS CORTES DE CASTILLA Y LEÓN

«Lo importante es tener Autonomía, que nos ha permitido que todos nuestros servicios sean mejores»

Pluralidad y pérdida de la mayoría aventuraban una legislatura difícil. «Lo importante es que hemos seguido trabajando y no hemos exteriorizado bronca», resalta

La presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente.-J.M. LOSTAU

La presidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente.-J.M. LOSTAU

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PABLO R. LAGO - FELIPE RAMOS / VALLADOLID
Valladolid

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Pasión, la misma con la que asegura que vive la política, es la que Silvia Clemente (Pedraza, Segovia, 1967) transmite en todas y cada una de sus decisiones en el Partido Popular y como presidenta de las Cortes. Esa con la que ahora asegura va trabajar en este año preelectoral para mantener «la filosofía y el aspecto constructivo» que señala vienen teniendo en las Cortes. Todo para seguir negociando, cerrando acuerdos y evitar aquello con lo que no se queda de estos tres años de legislatura: «La confrontación estéril y gratuita, esa que simplemente es para que cada uno muestre una posición sobre algo y no conseguimos ningún resultado para los ciudadanos. Y eso también lo trae la pluralidad y la fragmentación».

PREGUNTA.- Tercer año de mandato, en la recta final de una legislatura distinta por la pluralidad del arco parlamentario. ¿Cuál es el balance o la conclusión de esta primera legislatura con un espectro político mucho más abierto?

RESPUESTA.- Efectivamente es una legislatura completamente nueva en Castilla y León porque nunca antes se había producido esta pluralidad política en el Parlamento y que incide en el Gobierno. Yo creo que en Castilla y León hemos seguido trabajando. Hemos conseguido ahormar las piezas para que el resultado sea positivo para los ciudadanos. Al menos desde las Cortes hemos avanzado en muchos asuntos que requerían tomar decisiones nuevas. Hemos tenido que decidir sobre cómo se cuentan las comisiones de investigación y hemos permitido que tuvieran ese carácter público para que los ciudadanos pudieran a través de los medios de comunicación tener cuenta de lo que sucedía. Hemos tenido que ordenar cómo se pueden llevar las iniciativas para hacer un reparto equilibrado entre todos los grupos. Antes sólo estaban oposición y Gobierno, pero ahora esta oposición está repartida en grupos políticos que tienen que poder desarrollar su actividad. Hemos tenido que incorporar cuestiones relacionadas con el funcionamiento de los grupos y lo hemos resuelto con el consenso de la mayoría. Hemos seguido trabajando y no hemos exteriorizado división, confrontación y permanentemente bronca. Es muy importante que el trabajo en el Parlamento no haya consistido en poner de manifiesto la bronca o el enfrentamiento permanente, porque eso se traduce en que no hay trabajo para los ciudadanos. Eso lo hemos evitado. Pero queda un año todavía de legislatura. Terminar, terminar... Nos queda un cuarto de lo que hemos hecho hasta ahora.

P.- ¿Y de lo que lleva con qué se quedaría o qué borraría?

R.- Me quedo con el protagonismo que han cobrado las Cortes. Hemos conseguido que protagonicen la vida política de la Comunidad. Eso me parece un hecho muy importante. No me quedo cuando la confrontación es estéril y gratuita, cuando simplemente es para que cada uno muestre una posición sobre algo y no conseguimos ningún resultado para los ciudadanos. Y eso también lo trae la pluralidad y la fragmentación.

P.- Usted es la primera presidenta que ha tenido que lidiar con la no mayoría absoluta de su partido, ¿teme que en esta recta final todo se complique más al ser año preelectoral?

R.- Confío en que en este año preelectoral todos mantengamos la filosofía y el aspecto constructivo que hemos tenido. Yo voy a hacer todo lo posible por mantener este tono, esta línea de trabajo. Creo que el esfuerzo hay que compartirlo. Uno tiene que poner el máximo si está presidiendo una entidad, una institución y tiene que encontrar el respaldo. Pero hay mucha importancia en volcarse por quien tiene la mayor responsabilidad, y yo me voy a volcar. Hasta dónde podamos llegar para conseguirlo también es inédito y, por tanto, no puedo tener ni un indicio de cómo va a ser.

P.- Los cambios en las Cortes de los que ha hablado están más empujados por la pérdida de la mayoría del PP, que ha tenido que hacer cosas que nunca antes había hecho. Sería ingenuo pensar que el PPse ha convertido ahora en enormemente bondadoso con la oposición.

R.- Es un hecho claro que la pérdida de la mayoría absoluta necesariamente te lleva a hacer las cosas de otra manera. Pero las puedes hacer bien o mal. En Castilla y León hemos conseguido llegar a acuerdos con Ciudadanos, pero también con UPL. Eso acredita que el PP ha hecho un esfuerzo, que lo tenía que hacer, que no ha sido voluntario y fortuito, que le obligaban las circunstancias, pero que se podía hacer bien o no. Y se ha hecho bien.

P.- Cuando arrancó la legislatura parecía que no iba a salir el sol sin la reforma del Estatuto y el sol ha seguido saliendo. ¿Es posible reformar un Estatuto que requiere un consenso prácticamente unánime con este arco parlamentario?

R.- Reformar el Estatuto es más difícil cuantos más actores intervienen. Y para reformarlo hace falta un acuerdo con cinco grupos con sensibilidades muy diferentes. A mí me parece una tarea muy complicada. Imposible no, porque imposible no hay nada. Hace falta hacer un trabajo mucho más duro y una negociación con más intensidad y llegar a un acuerdo de máximos, al menos. Yo tampoco creo que la reforma del Estatuto sea algo imprescindible. Como usted dice sigue saliendo el sol y a los ciudadanos yo creo que no les interesa este debate. Los ciudadanos tenemos que atender a sus demandas, cubrir sus necesidades y expectativas. Hay muchas cuestiones que se pueden hacer aplicando las normas que ya tenemos.

P.- ¿No cree que causa desapego y desasosiego en el ciudadano que el parlamento no sirva, donde lo que se aprueba aquí, incluso por el propio gobierno, no se cumple ni por el propio gobierno?

R.- Lo que se dice aquí es lo que los representantes de los ciudadanos piensan y, por tanto, lo que los ciudadanos necesitan. La presión política es muy importante y eso es lo que se hace en el Parlamento. Y si no se cumple, los ciudadanos toman nota. Los ciudadanos toman nota de lo que se cumple y de lo que no se cumple. Decirle directamente al consejero que se pide algo para el ciudadano y éste tomara buena nota. No todo se mide en términos de gestión directa. También hay muchas cosas que en el ejecutivo quieres hacer y no puedes porque no se supera un trámite ambiental, de expropiación, porque no se consigue licitar en tiempo... Hay muchos obstáculos también cuando haces gestión. Y el ciudadano también te examina. Es un doble examen, el que se hace de los mandatos en el Legislativo y el de los compromisos que quiere el Ejecutivo. Lo que es bueno es tener una Autonomía. Cómo iba a llegar la aspiración de construir un colegio si se hiciera desde el Congreso o el Senado. Estoy convencida que eso no se debataría. Eso es lo que ha conseguido la autonomía. Tenemos que ser capaces de transmitir a los ciudadanos que la autonomía mejora y acerca el control político y su conocimiento del control de las cosas que le interesan.

P.- ¿Cree que está sirviendo para algo el abrir este edificio de las Cortes a la actividad, cultural, alimentaria..., de cara a los ciudadanos?

R.- Creo que sí. Mire, la institución para conocerla la gente tiene que acercarse a ella, poner los pies aquí. Eso abre la curiosidad por lo que se hace en esta institución, además de aprovechar al máximo este edificio para muchas organizaciones y asociaciones que no tienen donde organizar jornadas o congresos. Eso es lo que quiero, que nuestras instalaciones les permitan hacer cosas que de no ser así no habrían podido hacer. Eso abre el interés por lo que pasa aquí. La gente entiende mejor y se acerca más a la institución de esta manera que si intentas explicarle lo que son las Cortes a través de un vídeo, una charla o un fascículo.

P.- Usted se ha significado en la defensa de la autonomía y pone de ejemplo la Educación, pero elude otras partes, como la Sanidad. Lo que no puede ser es que un paciente de Salamanca o del Bierzo espere cinco veces más que uno de Ávila. ¿Eso también se puede usar para no defender la autonomía?

R.- Es que en Sanidad también me sirve para defender la autonomía. En Castilla y León no se hubieran reformado los hospitales, ni invertido en ellos lo que se ha invertido si hubierámos dependido de la Administración central. Nuestro agravio y nuestra brecha sería mucho más grande con el resto de España y dentro de la Comunidad.

P.- Eso es una teoría que no se sabe. Elude que la situación grave son las listas de espera.

R.- Es más fácil explicar lo que se ha hecho que lo que podía no haberse hecho. A nosotros, en Castilla y León nos hubieran calculado lo que nos correspondería dividiendo entre las 50 provincias, pero nuestras nueve provincias no tienen nada que ver con las 41 restantes de España, son más extensas y nuestra población es más dispersa. Y esa es una de nuestras reinvindicaciones, el que cuando se calcula la financiación esté presente la despoblación y el envejecimiento. Y no lo hemos conseguido, pero sí que nuestro poder autónomo nos ha permitido invertir más en lo que necesitábamos. La Comunidad invierte más en los servicios básicos de lo que recibe, ese es nuestro déficit en la financiación. Eso nos ha permitido ocupar el primer puesto en Educación. En un estado central no estaríamos en ese primer puesto porque aquí cuesta un 60% más llevar la Educación a todos los niños de la Comunidad. Y nos lo gastamos porque creemos en la Educación y lo cree la Comunidad Autónoma y el Gobierno de Castilla y León. Y somos de los mejores en prestaciones sociales y también nos cuesta más y lo pagamos. Como cuesta más la Sanidad, mantener consultorios abiertos, reformar hospitales... Tenemos un déficit de financiación de en torno a 600 millones anuales para pagar estos servicios. Pero si no hubiéramos sido Comunidad no lo habríamos podido hacer. Estamos mejor siendo Comunidad Autónoma.

P.- Sí, pero lo mínimo en una Comunidad es que todos los ciudadanos tengan los mismos derechos y esos se están hurtando, como se demuestra en las listas de espera.

R.- Estoy de acuerdo con usted, pero partiendo de la base de que la Comunidad Autónoma nos ha permitido que todos nuestros servicios sean mejores. Que tenemos que gestionar mejor para que nuestros servicios sean iguales para un abulense que para un berciano, completamente de acuerdo. Tendremos que hacer el mayor esfuerzo para que desde un punto de vista de la organización, la gestión y el trabajo demos la misma respuesta y equilibremos la dotación económica entre las provincias para que esa respuesta sea la misma.

P.- Pero más allá de la financiación, ¿qué ha fallado en estos 35 años de Comunidad para que además de ese desequilibrio claro en las listas de espera haya otros muchos? Ahí están las diferentes tasas de paro. Desequilibrios que no sólo no se han corregido sino que algunos se han agravado.

R.- Mire, creo que en Castilla y León los desequilibrios no son tan grandes.

P.- ¿De verdad lo cree?

R.- Sí. Yo creo que hay provincias que tienen un mejor comportamiento en determinados sectores de la economía, pero partiendo de la base que Castilla y León tiene una tasa de paro inferior a la de nuestro país. Lo que tenemos que conseguir es que evolucionen al máximo todas nuestras provincias.

P.- Pero así, con ese discurso, llevamos 35 años.

R.- Sí, llevamos 35 años, pero nuestra tasa de empleo es inferior.

P.- Claro, porque también se va más gente.

R.- Ese es nuestro principal problema en este momento, la pérdida de población. Ahí es donde tenemos que emplearnos muy a fondo. El principal reto de esta Comunidad Autónoma es frenar la despoblación. Y eso se consigue creando empleo, riqueza y nuevos nichos de negocio. Y tenemos muchas oportunidades. Les puedo poner el ejemplo, porque he sido consejera de Agricultura y Ganadería durante ocho años además los de la crisis, de cómo la industria agroalimentaria por el esfuerzo económico de la Comunidad creció en empleos un 10% mientras todas las demás decrecieron. Eso es una apuesta de Comunidad. Ahí tenemos una fortaleza que ha generado riqueza y empleo. Pero es que otra es la cultura y el turismo y el sector forestal, por las que ya hemos apostado pero que se puede apostar más. Cuando me pregunta, ‘qué ha pasado en 35 años’. Pues eso, que tenemos una industria agrolimentaria que está en el tercer lugar de nuestro país. Pero podemos hacer mucho más para nuestro gran reto que es frenar la despoblación y sólo se consigue creando empleo y riqueza, pero basado en lo nuestro.

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