El casco histórico de Peñafiel cede a la accesibilidad
El Ayuntamiento modifica la normativa para que vecinos de movilidad reducida puedan aprovechar los patios para poner ascensores
El Ayuntamiento de Peñafiel acaba de dar el primer paso para introducir una modificación puntual en el Plan Especial de Conjunto Histórico (PECH) –aprobado hace justo un año, en enero de 2017, para ‘blindar’ la singular estética del núcleo–, con el objetivo de que los residentes en edificios antiguos de la localidad puedan aprovechar los patios para instalar elementos o construir estancias destinadas a mejorar la accesibilidad, cuando no sea posible situarlos en el espacio interior.
La corrección de la recién estrenada normativa para «dar respuesta a un problema que durante la tramitación del vigente PECH no llegó a ser valorado», reconocen en la memoria elaborada para justificar el cambio del articulado, parte de la petición de un «grupo de vecinos», añadió el alcalde de la localidad, Roberto Díez, tras observar que la férrea protección de las viviendas incluidas en el área histórica hacen «inviables» muchas actuaciones tendentes a mejorar las condiciones de accesibilidad.
A tenor de la demanda ciudadana, y conscientes «de las mejoras en las condiciones de habitabilidad y movilidad que precisan los usuarios», el Ayuntamiento ha llevado a cabo la aprobación inicial de esta modificación, concretada en tres epígrafes, para que las comisiones de Urbanismo y Patrimonio de la Junta de Castilla y León evalúen la petición y puedan obtener el visto bueno en un plazo de seis meses, confían.
El propósito es eliminar las actuales restricciones relativas al uso de los denominados ‘espacios libres’, es decir, los patios, para que estos lugares puedan ser utilizados siempre y cuando se justifique la necesidad, es decir, cada caso tendrá que ser evaluado y contará con autorización excepcional cuando no exista otra alternativa.
Así, la propuesta pasa por permitir que se puedan instalar ascensores o plataformas elevadoras en los patios e incluso que se puedan redistribuir los habitáculos de la vivienda para, por ejemplo, construir un baño en la planta baja, a fin de mejorar las condiciones de movilidad y habitabilidad de los residentes, tanto si se trata de bloques de viviendas, como de residencias unifamiliares.
«Soluciones razonables a problemas relativamente frecuentes», razona el Consistorio en el informe elaborado, sobre todo teniendo en cuenta que buena parte de las viviendas protegidas por el PECH son construcciones antiguas y no se tuvieron en cuenta situaciones de movilidad reducida cuando se diseñaron.
«Dentro de este conjunto de construcciones antiguas hay parcelas muy pequeñas donde es difícil instalar un ascensor por dentro del edificio, por eso la única solución es aprovechar el patio», explicó el regidor de la villa ribereña, antes de insistir en que cada petición tendrá que estudiarse de forma individual y se aprobará únicamente en casos «excepcionales y justificados».
Por eso, y puesto que muchos de los usuarios son de edad avanzada, apelan al «interés público» y subrayan que se trata de una actuación «justificada», destinada a satisfacer las «necesidades urbanísticas creadas por la dinámica social».
La modificación puntual del Plan Especial de Conjunto Histórico de Peñafiel cuenta ya con el trámite inicial, aprobado hace apenas un mes a través de una Resolución de Alcaldía fechada el 22 de diciembre de 2017, y se concreta en la modificación de los artículos 113, 115 y 117. En ellos se propone la eliminación de una frase donde se dice que el uso residencial está «expresamente prohibido», para sustituirlo por un compendio de usos y reglas excepcionales que se repiten en los tres casos.
En primer lugar, quien solicite una nueva construcción deberá acreditar condiciones de movilidad reducida para llevarla a cabo. Dicha obra no supondrá un incremento en el número de viviendas del edificio afectado y se utilizará la parte del patio «estrictamente necesaria», premisa que también debe cumplirse cuando la obra se refiera a la instalación de un ascensor o plataforma elevadora.
Una apuesta por la accesibilidad, sin perder de vista la conservación de la estética histórica.