El Puente abre su décima vivienda en Valladolid para normalizar e integrar a personas con problemas de salud mental
Un educador y un equipo transversal atienden a los cinco residentes del piso
El Puente Salud Mental Valladolid abrió su décima vivienda supervisada en la capital para normalizar e integrar a personas con problemas de salud mental. El piso, que tiene capacidad para cinco personas, cuenta con un educador y la intervención de un equipo transversal formado por un trabajador social, un psicólogo y un terapeuta ocupacional.
Este programa residencial busca prestar apoyos individuales e integrales para el desarrollo de la vida diaria promoviendo y posibilitando la integración comunitaria de las personas con problemas de salud mental. La coordinadora del Área de Atención Residencial, Raquel García, aseguró que convivir en estas viviendas permite al colectivo normalizar su vida, además de ofrecerles una red de apoyo e integrarles en la Comunidad. “Es un recurso al que suelen llegar desde los centros de salud y destinado a personas con problemas de salud mental en situación estable que tienen motivación hacia el programa”, precisó.
La equipación de la décima vivienda ha sido posible gracias a la Fundación Alimerka que dentro de su convocatoria de ayudas a proyectos y actividades de entidades no lucrativas, concedió una ayuda económica a la entidad de 6.500 euros. Un dinero que sirvió para la adquisición de mobiliario de las cinco habitaciones, menaje y electrodomésticos.