«Valladolid tiene que convertirse en un centro neurálgico y logístico como Zaragoza»

«Valladolid es un centro neurálgico que hay que potenciarlo para que llegue a ser como Zaragoza». El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale) aseguró ayer que la capital tiene «una potencialidad bárbara» que las administraciones públicas deben apoyar con financiación.

Santiago Aparicio acudió a la llamada de La Quinta Esquina, programa de La 8 Valladolid realizado en colaboración con EL MUNDO / DIARIO DE CASTILLA Y LEÓN y Castilla y León esRadio. En este espacio señaló que la Comunidad cuenta con «buenas infraestructuras», salvo excepciones como son la Valladolid-León y la Autovía del Duero. «El Gobierno está actuando de una manera poco consciente en la situación de una región que está posibilitando el desarrollo de otras», expresó y añadió: «Tiene que tomar conciencia de que todas las infraestructuras las que tiene que acabar, sobre todo, por el bien suyo».

En este sentido, reconoció la «poca presión» de la Junta hacia el Ejecutivo de Mariano Rajoy que, en su opinión, está primando otros puntos de España muy desarrollados, como son el litoral mediterráneo, Madrid o Barcelona.

Para Aparicio, la Comunidad no depende tanto de la automoción, ya que cuenta con puntuales estratégicos como el sector farmacéutico, el agroalimentario o el energético. El problema, aseguró, es el tamaño de las empresas. «Tiene que cambiar por adquisiciones, fusiones o fondos de inversión que entren en su capital para dar un salto cualitativo y cuantitativo para que las empresas acaben siendo potentes», sugirió para, a continuación, apuntar que uno de los problemas de los negocios para expandirse es el «miedo» a crecer y a salir al exterior. También comentó la falta de especialización y puso como ejemplo negocios donde entre dos personas acaparan los puestos de director de operaciones, compras, financiación, exportación...

Preguntado por el trabajador pobre, afirmó que los salarios se reflejan en el convenio colectivo y no son una decisión unilateral de los empresarios. «Es un acuerdo de las dos partes y nadie pone una pistola en el pecho para que firmen. Cuando los sindicatos lo hacen es porque saben que no hay otra posibilidad». No obstante, indicó que los sectores como la industria donde la mejora es notable, los salarios han crecido de manera exponencial.

El líder de los empresarios castellanos y leoneses insistió en que los salarios tienen que ir ligados a la productividad y al absentismo, que está en cotas preocupantes. De hecho, admitió que la patronal es la primera que quiere que se incremente el poder adquisitivo para que aumente el nivel de consumo, que ha sufrido «un parón importante» en el último año.

En esta línea, Santiago Aparicio destacó que hay sectores complicados como son la construcción que parece que está despuntando en Madrid y en la costa, si bien la obra pública está «paralizada», por lo que es «muy complicado» cambiar la situación de los contratos.

El discurso positivista que aboga por el fin de la crisis económica también saltó a la mesa de debate. Expuso que, aunque las previsiones económicas no se han cumplido, 2017 ha sido «un buen año». La clave de la ralentización se encuentra en la situación del campo y la industria energética. «Eso ha influido mucho para que el crecimiento en vez de llegar al 3% se haya quedado en alrededor del 2,4% –a falta de los datos del último trimestre», explicó el presidente de Cecale.

Otro factor que ha influido (y mucho) es la crisis catalana. «La estabilidad política es fundamental para los negocios». Por este motivo pidió a los consumidores que acaben con «el boicot» a los productos de Cataluña, ya que afecta de forma indirecta a Castilla y León, que es proveedor de muchas empresas catalanas. «Lo he vivido en mis propias carnes y ha sido un boicot terrible desde octubre. Ahora las cosas están más calmadas, pero vistos los resultados de las elecciones y la suma de los escaños estamos en las mismas».

Del diálogo social, dijo que es «complicado» llegar a acuerdos porque todos ellos tienen que ser por unanimidad y «conjugar» los intereses de tres partes «no es fácil», pese a ello el presidente de la patronal subrayó que seguirán haciendo «grandes esfuerzos» para lograrlo.