La sequía causa daños en jardines por 860.000 euros, un 65% menos de lo previsto

La factura de la sequía en los jardines públicos de la ciudad de Valladolid ha sido de cortar la respiración, nada menos que 861.000 euros, pero aún habrá que estar agradecido, ya que los daños han sido tres veces menos de lo previsto: cerca de 2,5 millones era la cifra que se apuntaba en verano.

Así lo reveló ayer el jefe del Servicio de Parques y Jardines, Ángel Asensio, quien junto a la concejal del área, María Sánchez y el gerente de Aquavall, Pedro Arroyo, dieron cuenta del parte de guerra por la sequía en los espacios verdes de la ciudad, y anunciaron el plan de choque ante la situación actual de Valladolid, que es de prealerta por sequía severa. El segundo peldaño de alarma de los cuatro escalones posibles: situación normal, prealerta por sequía severa, alerta por sequía grave, y emergencia por sequía muy grave.

Según los datos que expuso la concejal de Medio Ambiente y Sostenibilidad sobre la falta de riego a las zonas verdes de la ciudad, la superficie afectada es de 353.000 metros cuadrados de césped, praderas y otras tapizantes –la extensión de césped global es de dos millones de metros cuadrados– . Los datos desvelan también que ha supuesto daños en 204 metros lineales de setos, 16.000 unidades de arbustos y 650 árboles.

Todo ello hace que la reposición global de estos elementos supondría una inversión de 710.160 euros, pese a que los daños han alcanzado los 861.411 euros (710.160 en tapizantes, 95.721 en arbustivas y 55.530 en arbolado). «No obstante, no será necesario tener una partida presupuestaria de forma inmediata por esa cantidad, ya que los trabajos se irán acometiendo de forma paulatina aprovechando los recursos técnicos y humanos del servicio municipal de parque y jardines», indicó la edil. En cuanto a las zonas verdes, las más afectadas han sido los tapizantes (césped y praderas), en un 82%, las arbustivas (setos y aromáticas), en un 11%, y el arbolado, en un 7%.

Asensio apuntó que la puesta en marcha del plan es «excepcional» ya que «nunca» se había producido este nivel de sequía y ha tenido dificultades en el césped «porque es difícil determinar si está muerto».

PLAN DE EMERGENCIA

A su juicio, esta sequía es un aviso de lo que puede ocurrir dentro de unos años. «Es muy posible que dentro de unos años el césped sea una artículo de lujo, solo al alcance del que pueda pagar el agua a unos precios muy caros. No vamos a llegar al nivel de Almería o Alicante, pero estamos modificando a praderas, y rebajando el número de metros de césped, como en Huerta del Rey, donde el césped es de margaritas en vez de gramíneas».

Paralelamente a esta evaluación, Aquavall ha redactado un Plan de Emergencias ante situaciones de sequía para el abastecimiento urbano de Valladolid, que presentará en breves fechas a la Confederación Hidrográfica del Duero.

El Plan recoge medidas como la prohibición de uso de agua potable para riego de zonas verdes, baldeo de calles o patios, usos ornamentales, limpieza de vehículos y llenado de piscinas o descensos de presión, así como medidas de gestión de la oferta, como uso de aguas recuperadas o el incremento de la eficiencia operativa de la red de distribución, «se pretenden obtener unos resultados que podrían llegar, en los casos de sequía muy grave a una reducción total acumulada de la demanda de un 31% sobre el consumo medio», remarcó la concejala. En todo caso, las medidas se adoptarán evitando cualquier tipo de riesgos sanitarios o de incendios.

El plan contempla también unos órganos responsables de su implantación y la coordinación con organismos como la CHD, la Junta de Castilla y León y los municipios del entorno a los que Aquavall suministra el agua.

Pedro Arroyo sostuvo que aún es prematuro augurar la evolución que tomará el abastecimiento de la ciudad ya que «las primeras lluvias» se registraron hace diez días y además Valladolid, situada en la cuenca baja del Pisuerga, con otras vinculadas como Esla, Carrión y Arlanza «y depende del nivel de lluvias en cada una de ellas».