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LA QUINTA ESQUINA / ÁNGELA DE MIGUEL

«Siempre voy a defender que se abarate y flexibilice el despido»

Sobre el soterramiento, manifiesta que «todos los ciudadanos nos hemos rendido y no podemos responsabilizar sólo al Ayuntamiento». Defiende un «planteamiento intermedio» entre el Plan Rogers y la integración en superficie

Ángela de Miguel durante ‘La Quinta Esquina’, programa emitido en La 8 Valladolid.-J. M. LOSTAU

Publicado por
Estibaliz Lera

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«Siempre voy a defender que se abarate el despido». Así de tajante se expresó la presidenta de la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE), quien consideró que modificar un modelo «obsoleto», como es el español, genera «disincronía». Por ello, recomendó buscar un modelo de flexiseguridad laboral como la ‘mochila’ austriaca, donde el trabajador no queda desamparado con el despido y a la empresa no le supone una carga «de golpe».

Ángela de Miguel acudió a La Quinta Esquina, programa de La 8 Valladolid, realizado en colaboración con EL MUNDO DE VALLADOLID y Castilla y León esRadio. En este espacio comentó que la cuestión no es poner «parches», ya que en una «estructura tan rígida», no se ven «compensados y coordinados». A su juicio, es necesario apostar por modelos donde todas las partes estén protegidas y eso conlleva un cambio de mentalidad, destacó. En este sentido, explicó que el fin de la crisis económica ha llegado de la mano de la salida de las empresas al exterior y la ruptura con la economía autárquica.

Además, manifestó que el modelo español «penaliza» el ahorro con impuestos como el de sucesiones o patrimonio. «Si se penaliza la capacidad de ahorro, no se invierte y, por tanto, no se crean empresas que son las que ofrecen puestos de trabajo», reflexionó para, a continuación, indicar que las últimas reformas laborales han ido en la línea de países que han llegado al pleno empleo gracias al modelo de flexiseguridad.

De Miguel señaló que también debe modificarse el modelo fiscal para que la recaudación se realicé al final del proceso y así el dinero permanezca más tiempo en manos de los ciudadanos y las empresas. «Esa circunstancia te permite ser más dinámico».

A todo lo anterior, tal y como indicó, hay que sumar la estabilidad política. Sobre el desafío independentista, aseguró que la responsabilidad es «de todos los ciudadanos», que con el voto pueden cambiar una hoja de ruta muy vinculada al sistema educativo que se inició a principios de los años 90. «Todos hemos visto durante años que no se ha aplicado la ley, que las familias querían que sus hijos estudiaran en castellano y no lo conseguían. No hemos exigido a los representantes del Parlamento que tomen medidas y si hubiéramos penalizado aquello, las circunstancias no hubieran sido las mismas», subrayó.

Respecto a los salarios, reconoció que, aunque la luz al final del túnel ya se vislumbra, «no está siendo homogénea en todos los sectores ni en todas las empresas». Dio como datos que el 60% de las pymes, las mayoritarias en Valladolid y en el resto del país, todavía tiene bases imponibles negativas, y que la riqueza de los trabajadores autónomos es del 29% y de los de por cuenta ajena, del 13%. A esto se une unas tasas de empleo «inasumibles».

Las maniobras burocráticas de Fomento para retrasar de nuevo la autovía Valladolid-León también saltaron a la mesa de debate. De Miguel opinó que la información de que el Ministerio da dos años de plazo para redactar el proyecto de la A-60 entre Rioseco y La Mudarra es positiva, si bien solicitó que «no se tarde en realizar seis años y que no se olviden del tramo sin resolver». Según reconoció, esta vía comunica dos ciudades con «muchísimo tráfico e intercambio». Eso sí, puntualizó que no es la única infraestructura necesaria en Castilla y León. «Nos preocupa mucho la comunicación con Soria, que es otra de las grandes olvidadas», sostuvo la presidenta de la Confederación Vallisoletana de Empresarios.

Manifestó que Valladolid es una ciudad «atractiva» para los inversores. No obstante, Ángela de Miguel dijo que cuantas más infraestructuras, mejor. En esta línea, mencionó al fallido soterramiento. Desde la CVE siempre han defendido un «planteamiento intermedio» entre el Plan Rogers –«que ahora mismo es inviable económicamente a corto plazo»– y la integración en superficie propuesta por el equipo de gobierno liderado por Óscar Puente.

La idea que expuso es fijarse en la ronda sur, donde se ha bajado el nivel de las carreteras para que los peatones puedan pasar de un lado a otro sin ningún tipo de problema. «Planteamos que se puedan bajar las vías y que según vayas teniendo financiación puedas ir cubriéndolas».

Preguntada por si Valladolid debería haber peleado al estilo de Murcia, respondió de forma muy clara: «Nos hemos rendido todos los ciudadanos y no podemos responsabilizar sólo al Ayuntamiento». «Es complicado –prosiguió– y no hemos hecho la presión suficiente a Fomento para buscar alternativas y soluciones para Valladolid».

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