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La entrada a Valladolid por la A-11, el tramo más peligroso de España

La rotonda de La Cistérniga y su entorno suman 34 accidentes con 52 víctimas en 5 años / La Comunidad concentra 41 de los 190 ‘puntos negros’ registrados en el conjunto nacional

Rotonda de La Cistérniga en la A-11, en el tramo más peligroso de España según el estudio de Automovilistas Europeos Asociados.-PABLO REQUEJO

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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La entrada a Valladolid por la Nacional 122, a la altura de la localidad de La Cistérniga, es el tramo más peligroso de España, según un reciente estudio realizado por Automovilistas Europeos Asociados (AEA). El informe, que analiza la siniestralidad registrada en el quinquenio 2011-2015, coloca en el primer lugar de la tabla el punto kilométrico 358 de esa vía, desdoblada en la A-11, a la altura de la rotonda de La Cistérniga. Posee un índice de peligrosidad que supera en 423 veces la media nacional. El lugar concentra dos de los ‘puntos negros’ más peligrosos del territorio nacional ya que el kilómetro siguiente, 359, aparece en la lista en sexto lugar. Entre los dos suman 34 accidentes, que produjeron 52 víctimas, en el periodo de estudio.

En el ámbito regional, Castilla y León concentra 41 de los 190 tramos más peligrosos de la Red Estatal de Carreteras, uno de cada cinco. La Comunidad contabilizó 157 accidentes con víctimas y 233 heridos en esos cinco años. El segundo punto con más víctimas se situó en el kilómetro 239 de la N-620, a la altura de la localidad salmantina de Castellanos de Moriscos, donde se contabilizaron 12 accidentes con un total de 27 víctimas, aunque ese tramo se sitúa en el número 24 del ranking del informe.

Provincias

Por provincias, Salamanca, con trece tramos repartidos entre tres carreteras, la N-501, N-620, y N-630, se sitúa a la cabeza en número de ‘puntos negros’ localizados por AEA. Por detrás se sitúa León, con ocho, de los que cuatro se ubican en la N-6 y el resto en la N-536, N-625 y N-621. En el territorio de Burgos son cinco los tramos, cuatro en la N-232 y uno en la N-210, y en el mapa de Ávila hay cuatro, tres en la N-502 y uno en la N-501.

Las provincias con menos tramos peligrosos son Segovia (N-110) y Zamora (N-630), ambas con un tramo situado en el número 150 y 61 de la tabla, respectivamente. Soria tiene dos (N-110 y N-122); Palencia tres (N-120, N-611 y N-622), y Valladolid cuatro (los dos de la N-122, y la N-620 y N-601).

La AEA realiza su informe tras analizar 190 kilómetros de carreteras convencionales y autovías, localizados en 60 vías de 40 provincias españolas, cuyo índice de peligrosidad medio registrado en el quinquenio ha sido, como mínimo, diez veces superior al de la media nacional.

En cuanto al resto del territorio nacional, en la red estudiada se produjeron 1.306 siniestros, con 2.044 víctimas. El tramo de carretera que a nivel nacional contabiliza un mayor número de accidentes y víctimas es el kilómetro 12 de la A-55, a la altura de Mos, en Pontevedra. Sigue ostentando el récord nacional de accidentalidad con 110 accidentes y 189 víctimas.

El informe apunta que a pesar de haberse mantenido estable el índice de peligrosidad medio de las carreteras españolas, han aumentado los tramos en los que se supera en más de diez veces la media nacional. Así, en el informe del año pasado aparecieron 140 puntos frente a los 190 localizados este año, mientras que en Castilla y León pasa de 29 a 41.

Este hecho evidencia, en opinión de la asociación, que la reducción presupuestaria destinada al mantenimiento de las carreteras «está afectando negativamente a la seguridad vial de nuestro país». También advierte que si se mantienen los recortes presupuestarios en la conservación de la red de carreteras, se puede producir un «indeseado» repunte de la siniestralidad.

1.800 millones

El presidente de AEA, Mario Arnaldo, pone de manifiesto que sólo en conservación, las carreteras españolas necesitan 1.800 millones de euros anuales, por lo que «es necesario aumentar la partida destinada a este fin». Considera clave la inversión en infraestructuras porque «invertir en carreteras es invertir en seguridad».

Según los últimos datos facilitados por la DGT «se está produciendo un repunte del 3% en el número de fallecidos en accidentes de tráfico y del 6% en el número de accidentes mortales», advierte. En el último año, las quejas recibidas por la AEA relativas al estado de conservación de las carreteras han aumentado un 185%.

En cuanto a las autopistas de peaje, sólo tres tramos de las que transcurren por Castilla y León aparecen entre los 40 más peligrosos. El que mayor víctimas acumula es el kilómetro 100 de la AP-6, en el peaje de Sanchidrián (Ávila), donde se contabilizaron 18 en ocho accidentes, aunque el presenta un mayor índice de peligrosidad (33) se sitúa en el kilómetro 17 de la AP-71. El otro ‘punto negro’ de las autopistas se localiza también en la provincia de León, pero en este caso en el kilómetro 127 de la AP-66.

En el conjunto nacional, en Toledo se encuentra el tramo de autopista más peligroso, concretamente en el kilómetro 33 de la AP-41, a la altura de la Sagra, según datos que extrajo del estudio Ical. Este punto tiene el mayor índice de peligrosidad (108,5), superando 19 veces el índice nacional medio. Por su parte, en Barcelona se encuentra el tramo con un mayor número de víctimas. En el kilómetro 161 de la AP-7 se contabilizaron en el periodo analizado 81 accidentes y 108 víctimas.

La AEA destaca en su informe que, al contrario del resto de la red, se ha producido una mejora en la seguridad de este tipo de viales, al reducirse en un 11% sus índices de peligrosidad, que pasaron de 6,3 a 5,6.

Aún así, en el periodo analizado se han localizado 40 tramos de autopistas de peaje que tiene unos índices de peligrosidad que superan cuatro veces el índice de peligrosidad medio, en los que en cinco años se han registrado 626 accidentes y 1.034 víctimas, la mayoría de ellos de carácter leve (983).