Diario de Valladolid

El PP se opone a peatonalizar la calle María de Molina

El grupo reclama «no declarar enemigo al coche», sin dejar de potenciar el transporte público» / Sostiene que el tripartito quiere «desertizar el centro»

Peatones circulan al inicio de la calle María de Molina.-J.M. LOSTAU

Peatones circulan al inicio de la calle María de Molina.-J.M. LOSTAU

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Redacción de Valladolid
Valladolid

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El portavoz del Grupo Municipal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Valladolid, José Antonio Martínez Bermejo, se manifestó ayer en contra de la idea planteada el miércoles por el alcalde de la ciudad, Óscar Puente, de una posible peatonalización de la calle María de Molina e incluso de San Lorenzo.

En declaraciones recogidas por Europa Press, Martínez Bermejo reconoció que se debe «potenciar el uso del transporte público» o los desplazamientos en bicicleta, pero no a costa de «declararse enemigos del automóvil».

Al ser preguntado por la propuesta que lanzó este miércoles el regidor vallisoletano sobre la «vocación peatonal» de las calles San Lorenzo y María de Molina, Martínez Bermejo acusó al equipo de Gobierno de contribuir a la «desertización del centro», un proceso que en todo caso «no es exclusivo de Valladolid» pues sucede en muchas otras ciudades desde hace unos años.

retenciones leves

El portavoz ‘popular’ ha incidido en que «la sociedad no quiere» peatonalizaciones o el «cierre del centro» al tráfico, algo que también ha apuntado el equipo de Gobierno como idea futura que se aplicaría los domingos.

Martínez Bermejo defendió que Valladolid «no tiene problemas de tráfico» pues consideró que las retenciones que se producen en la ciudad «no duran más de tres minutos», por lo que ha reclamado que no se debe tratar al automóvil como un «enemigo». De hecho, unió esta idea con la importancia de Renault, una empresa que «apuesta por que Valladolid sea una ciudad del automóvil».

Por otro lado, reprochó que el Gobierno municipal «no toma medidas de apoyo al comercio» ni para que la gente joven que, durante la burbuja inmobiliaria y la crisis tuvo que buscar vivienda en las afueras de la capital, se venga a vivir al centro de la ciudad. Serían dos medidas, a juicio de Martínez Bermejo, para evitar esa «desertización» del casco histórico.

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