«Sólo se preocuparon de la madre y olvidaron a Sara, la víctima»

«A Sara la olvidaron todos. Todos». La presidenta de la Asociación Clara Campoamor, Blanca EstrellaRuiz, cargó ayer contra la consejera de Familia, Alicia García, por sus explicaciones sobre el proceder de su departamento en los días previos a la muerte de la niña de cuatro años asesinada en La Rondilla, tras ser violada y golpeada presuntamente por la pareja de su madre.

Critica la falta de asunción de responsabilidad y un proceso repleto de «irresponsabilidades y fallos», sobre todo que el foco de atención recayera a la progenitora, pese al informe del pediatra que alertaba de lesiones en la pequeña.

«Sólo se preocuparon de la madre y olvidaron a Sara, la víctima. Está muerta. ¿Cómo puede decir la consejera que se hizo lo correcto?», cuestiona la máxima voz de esta asociación, que ha solicitado personarse como acusación popular en la causa judicial contra la madre y su compañero sentimental, Davinia Muñoz y Roberto Hernández, ambos en prisión.

Para Ruiz, la intervención de la titular de Familia en comisión en las Cortes, en la que defendió la actuación de los Servicios Sociales y justificó que no se retiró la tutela porque trataron a la madre como víctima de violencia de género, «fue triste, equivocada y no tuvo en cuenta que hay una niña muerta». Ylo califica de este modo porque «no pidió perdón y no reconoció que se hizo mal».

La presidenta de la asociación combate el principal argumento esgrimido por García y le recuerda, primero, que el informe del pediatra «hablaba de lesiones en la niña» y, después, que incluso creyendo que se trataba de un caso de violencia de género hacia la madre, «desde 2015, la Ley de Violencia de Género exige proteger a los menores, a los hijos de las mujeres maltratadas, como víctimas». Algo que no sucedió. «ASara no se la trató, ni como víctima única de maltrato, ni como víctima por su madre», expone Ruiz a este diario.

No sólo no le parece suficiente el relato cronológico expuesto por Alicia García, sino que le exige «que pida perdón» y lamenta que, a su juicio, «no haya estado a la altura ni de Sara, ni de ningún otro niño de Castilla y León». Todo, por lo que la asociación entiende como «una dejación absoluta de sus responsabilidades institucionales y falta de humildad».

Aunque Blanca Estrella Ruiz subraya que «los profesionales e instituciones involucrados –a excepción del pediatra– actuaron mal», esto no supone, en su opinión, una excusa válida para respaldar el desempeño realizado por los Servicios Sociales en este caso.

Pese a que la titular de Familia señaló que «Fiscalía, autoridad judicial, Policía y los familiares directos» no advirtieron del «riesgo vital» para la niña, Ruiz recuerda que sí lo hizo el primer médico que atendió a la pequeña, que detectó el deficiente estado de salud e higiene de la pequeña Sara en el hospital Campo Grande. «El pediatra avisa y debería ser suficiente. Él es el que deja constancia del riesgo para la niña. Aese informe no le hacen el caso que deberían».

Aquí, en el inicio, encuentra la clave del desamparo y calvario que padeció la menor los días antes de ser brutalmente asesinada. «La denuncia era sobre la niña y se olvidaron de algo tan grave para centrarse en la madre».

Ante la explicación extendida de que fallaron los protocolos, Ruiz es tajante: «¿Falló un papel? No.Fallaron las personas. Se fiaron de la madre. ¿Cómo pueden fiarse de nadie?».

Para estas preguntas, tiene su propia respuesta: «Antes que los protocolos están el sentido común y la responsabilidad. En un caso así hay que coger el toro por los cuernos y cuestionarlo e investigarlo todo. No sirve con llamar al timbre».

Sobre la posibilidad, abierta ahora, de cambiar la normativa o los procedimientos establecidos, Ruiz ofrece otra opinión taxativa. «Sólo tendrían que haber aplicado la Ley de Violencia de Género o de Protección a laInfancia y proteger a la niña».

A la espera de una respuesta sobre su personación en la causa judicial, la presidenta de Clara Campoamor adelanta que, una vez recabada toda la información sobre lo que cada instancia realizó –o, más bien, no realizó–, se plantea emprender acciones legales contra quien haya incurrido en «dejación de sus responsabilidades».

En su punto de mira están el Ministerio Público, el juzgado, la Policía y la propia Consejería. «Todos fallaron», lamenta.

CRÍTICA A LA OPOSICIÓN POR‘ AVALAR LA DEJACIÓN DE RESPONSABILIDAD’

La respuesta de los grupos de la oposición a la intervención de la consejera Alicia García sobre el caso de Sara supone una «decepción» para la presidenta de la Asociación Clara Campoamor, Blanca Estrella Ruiz, que lamenta que «le hayan dado la razón al asumir que fallaron los protocolos, cuando fallaron las personas».

«¡Qué tristeza para los niños de Castilla y León si eso es lo que tienen! Si la dejación de responsabilidades es avalada por la oposición», sostiene Ruiz.

Los portavoces parlamentarios del Grupo Socialista, Luis Tudanca, y de Podemos, Pablo Fernández, que anteayer presenciaron la comparecencia de la consejera, se suman a las críticas dirigidas a la titular de Familia.

Para Fernández y Tudanca, la comparecencia de la consejera «llegó tarde y sin reconocer ningún error en la gestión de este caso por parte de los Servicios Sociales», informa Ical. Ambos coinciden en que «no se despacha» con la propuesta de crear una comisión para evaluar qué pudo fallar en el protocolo y su posible mejora.