Tordesillas ve caer uno de sus edificios históricos

Los tordesillanos acudieron ayer, sobresaltados, al hundimiento del tejado de uno de los edificios históricos más señeros de su casco urbano.Se trata del céntrico Palacio de los Alderete, una edificación del siglo XV que perteneció a quien fuera en su tiempo regidor de la villa, Pedro González de Alderete. Es un buen ejemplo del esplendoroso pasado medieval de la localidad.

Pocos minutos después del siniestro, la Policía Municipal procedió a cortar el tráfico de vehículos y peatones en la calle San Antolín, colindante al Palacio, con la instalación de vallas delimitadoras.

El alcalde de la localidad, José Antonio González Poncela (PSOE), lamentó lo sucedido e insistió en la necesidad de la adquisición del edificio por parte del Ayuntamiento, que ha previsto en esta anualidad una partida presupuestaria de 366.000 euros destinada tanto a su compra como a su consolidación. El problema es que el inmueble se encuentra en concurso de acreedores. El mayor de ellos es Bankia, a quien Poncela acusó de querer «hacer negocio con el patrimonio histórico de los tordesillanos».

Afortunadamente, el hundimiento se produjo hacia el interior del edificio, inhabitado, y cayó sobre el patio, ya lleno de escombros de caídas parciales anteriores. Así, no causó daños a los viandantes. El siniestro se pudo percibir en los alrededores por el gran estruendo que produjo y, como única señal, por la caída de una de las contraventanas, que quedó apoyada en la barandilla de uno de los balcones.

Según explicaron fuentes municipales, el mayor acreedor, Bankia, no permite al administrador concursal adjudicarlo al Consistorio, y pide «más dinero». El edificio pertenecía a una empresa que lo hipotecó, con la intención de instalar un hotel, y dejó luego créditos impagados.

Distinta a la opinión del alcalde es la del portavoz del PP en Tordesillas, Miguel Ángel Oliveira, para quien el siniestro«vuelve a poner de manifiesto la falta de determinación y de gestión del equipo de Gobierno», explicó en respuesta a este periódico. «El edificio está declarado por el Ayuntamiento de Tordesillas en ruina desde 2010, y como consecuencia de la inactividad por parte de la propiedad para eliminar el peligro existente de derrumbe, se encargó un proyecto de consolidación con un presupuesto de 96.889 euros por la obligación subsidiaria que tiene el Consistorio en su consolidación».

Según el munícipe ‘popular’, «la inactividad y falta de determinación en temas importantes por parte del equipo de Gobierno empiezan a ser un problema para los tordesillanos». Y es que «el peligro de derrumbe es patente desde hace mucho tiempo», añadió Oliveira. «He transmitido personalmente al alcalde la necesidad imperiosa de consolidar el edificio con andamiaje de sujeción cuanto antes, para evitar el minino riesgo para los ciudadanos», concluyó.