El Empecinado se vuelve a casar en Castrillo de Duero
La localidad recrea este sábado las bodas del militar Juan Martín Díez / Un tercio de los habitantes del pueblo participan en la representación
A las puertas del Ayuntamiento, en la Plaza Mayor, espera El empecinado junto a su madre para revivir distintas etapas de su vida, su niñez y juventud, y el momento de su boda.
Juan Martín Díez fue un militar español, héroe de la Guerra de la Independencia contra los franceses e hijo ilustre de Castrillo de Duero, donde en la recreación que hará este sábado, 5 de agosto a las siete y media de la tarde, volverá a contraer nupcias 221 años después de aquella primera vez, que en realidad fue un 1 de marzo de 1796 con la burgalesa Catalina De la Fuente, ante los ojos de más de 500 vecinos y visitantes que se espera asistan a la localidad.
Es el cuarto año que se hace esta recreación gracias a la colaboración del pueblo y a «la Asociación Empecinados de Castrillo de Duero que ha sido la promotora y organizadora implicada en su puesta en marcha y desarrollo» explicó María Ángeles Acebes, la organizadora. Un gran mérito para un municipio de 130 personas, de las que se ha involucrado casi un tercio.
Tienen un papel en la recreación 37 vecinos y aquellos que quieran desfilar durante el recorrido por las calles de Castrillo de Duero «poniendo en valor el patrimonio de toda la localidad que se irá viendo, en la que no pueden faltar la casa natal de El Empecinado y la iglesia donde se casó» enfatizó María.
A las siete y media de la tarde del sábado, una pregonera dará a conocer la inminente boda junto con el repique de las campanas. La novia, Susana Aguado, actriz y natural de Castrillo, que encarnará a Catalina De la Fuente, llegará desde Fuentecén, mientras que El Empecinado, el César Catalina, esperará en su casa.
Durante el recorrido, la comitiva, junto a los vecinos disfrazados que «han querido confeccionar ellos los trajes» afirmó la organizadora, se dirigirán a la casa de El Empecinado para que los novios den el sí, quiero.
Este año como novedad, «se añadirá a la recreación las galas a la novia», una implicación más de la población, que dejan sus casas para que sea la de la novia y las amigas.
También habrá una exposición con el ajuar de la novia, y como agradecimiento a los asistentes «la Asociación dará el ágape de la boda con rosquillas caseras y limonada» contó María Ángeles. Y para dar por redondo el día, los vecinos montarán casetas con vino de la zona y pinchos, y habrá un Photocall para tomar fotos de recuerdo.