«La prioridad debería ser ofrecer más oportunidades a los jóvenes»

El profesor titular de Sociología de la Universidad de Salamanca (USAL), Alberto del Rey, explicó ayer a este periódico que los últimos datos del INE en cuanto al padrón continuo «son muy reveladores de la disparidad de situaciones que se están viviendo en España en las distintas regiones». El sociólogo destacó que por un lado, a nivel nacional, la variación ha sido «muy mínima», pues la pérdida algo menos de 18.000 personas «es poco representativa y puede verse como una cierta estabilización de la población, igualándose prácticamente las entradas y las salidas».

Pero Castilla y León «ha perdido un volumen de población, más de 23.000, que supera el conjunto del país», destacó. Al tratarse de una comunidad con menos de 2,5 millones «nos da un dato relativo cercano al 1% de pérdida». De las más de 23.000 personas que se pierden, 7.000 son extranjeras, «por lo que el grueso de la pérdida son personas nacidas en la región (16.000)».

Así, «se mantiene la tendencia de décadas de emigración de castellano-leoneses». Aunque el avance no permite ver la pérdida por edad o por nivel educativo, «lo que se puede esperar de acuerdo a los precedentes, es que sean jóvenes y con estudios los que se marchan a otras regiones y algunos a otros países».

Estas pérdidas «tienen un doble efecto en la dinámica demográfica de la región: al ser jóvenes supone que se acelera el proceso de envejecimiento demográfico», pues provoca que el número de mayores se incremente porcentualmente.

Además, «la salida de estos jóvenes afecta la natalidad futura al disminuir la población en edad de tener hijos», pues tendrán los hijos fuera, en otras regiones o en otros países, lo cual indirectamente también afecta al envejecimiento. «Esta situación explica por qué en la actualidad Castilla y León es una de las regiones más envejecidas», explica Alberto del Rey.

La tendencia de cara al futuro, según el profesor, es que este fenómeno «se va a mantener». La Comunidad «hasta al momento no ha sido capaz de retener su población joven», asegura. «Esto pasa necesariamente por ofrecer oportunidades laborales adecuadas a los jóvenes, muchos de los cuales son población muy formada que carece de oportunidades adecuadas en la región». Según el sociólogo, Castilla y León «es posiblemente la Comunidad con mejor nivel educativo medio entre los jóvenes», ya que según los datos del informe PISA está a nivel de Finlandia, pero «no generamos oportunidades adecuadas».

La prioridad demográfica, a su juicio, «debería pasar por ofrecer oportunidades laborales adecuadas para los jóvenes de la región». También es importante «que podamos fijar la población extranjera, aunque Castilla y León es una de las comunidades que menos población extranjera tiene».

Por otra parte, «no es realista a nivel regional pensar en medidas para aumentar la natalidad o atraer inmigrantes cuando no somos capaces de frenar la sangría de población joven que se viene sucediendo desde hace décadas», concluye. «Esa debería ser la prioridad».

LA POBLACIÓN ENVEJECE Y SE CONCENTRA EN MUNICIPIOS CON MÁS DE 100.00 HABITANTES

El 30,7% de la población de Castilla y León vive en municipios con más de 100.000 habitantes, según los datos del INE. El 25,3% en aquellos de entre 1.000 a 10.000; sólo el 18,5% en pueblos con menos de 1.000 y un 13,1% en localidades de entre 50.000 y 100.000. En cuanto a los extranjeros, tienen mayor peso en los municipios de entre 1.000 y 10.000 habitantes, un 5,7% sobre el total de los empadronados, similar al 5,5 y 5,3% que registran los de 50.000 a 100.000 y de 10.000 a 50.000 habitantes. En municipios de más de 100.000 representan al 4,9%, y en los de menos de 1.000, un 3,8%.

Por grupos de edad, Castilla y León tiene 589.655 personas con más de 65 años, casi uno de cada cuatro. Hay 36.570 con más de 90. En el extremo opuesto, sólo hay 390.944 menores de 19 años, poco más de 16%. Se registran 99.597 de entre 15 y 19 años; 102.207 de entre 10 y 14; 102.098, de entre cinco y nueve; y 87.042 de entre 0 y 4 años.

TUDANCA PIDE NUEVAS MEDIDAS ANTE EL «DESASTRE» DE LA DESPOBLACIÓN

El portavoz socialista, Luis Tudanca, pidió ayer nuevas medidas ante el «desastre y fracaso» de las políticas de lucha contra la despoblación y advirtió de que «no se puede esperar más» si no se quiere que Castilla y León «se convierta en un desierto». Durante una rueda de prensa en las Cortes, valoró el avance de la estadística del Padrón publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) a 1 de enero de 2017. «Confirma que Castilla y León se desangra, si se compara la evolución nacional», afirmó en declaraciones que recogió Ical.

El portavoz socialista, cuyo grupo discrepa de la Agenda para la Población aprobada por la Junta, incidió en el «desastre» de las políticas adoptadas por el Ejecutivo y subrayó que la pérdida de población afecta más a Castilla y León que a otras comunidades. Es por ello que exigió nuevas medidas y advirtió de que «no se puede esperar más» si no se quiere que Castilla y León «se convierta en un desierto».