Puente apela a la lógica de una provincia para alcanzar el progreso

Aunque no lo pidió pero lo dijo: un campo de golf, Óscar Puente, alcalde de Valladolid, fue, antes, a lo que resulta más eficaz: reconocer que «la lógica en política nunca se impone». Y lo decía en torno al todos a una que van a vivir Diputación y Ayuntamiento con la celebración del prestigioso Concurso Mundial de Bruselas que se celebrará en tierras vallisoletanas.

Puente resaltó la unión ayer en Madrid para reivindicar que «creo que Valladolid es la gran desconocida de España», afirmó. Y utilizó el comodín de la historia para recordar que Felipe II nació en Valladolid. Y que Cervantes escribió la segunda parte del Quijote en Valladolid. Que también se habían casado los Reyes Católicos en la ciudad. Con Delibes le hubiera bastado.

Pero Óscar Puente tenía memoria para el futuro y lo reivindicó en el acto de presentación de un evento que lleva el vino como banderín de enganche de cultura y economía. Por eso dijo, recurriendo a lo simbólico, que «puede que no tengamos el Acueducto de Segovia, pero creo que se está construyendo un gran monumento: el vino», afirmó. Y sacó datos turísticos incontestables en los que los vinos tienen mucho que ver.

«Hemos tenido un incremento del 20% en los turistas que llegan de fueran de España». Y en el conjunto de los de aquí también ha habido crecimiento. Habló Puente de porcentajes también demoledores que sitúan, por ejemplo, a los vinos de Rueda en el 10% a nivel nacional. «El concurso prestigia. Pero estoy convencido de que Valladolid devolverá el prestigio», dijo. «Llega en el mejor momento para Valladolid. Por lo hecho en los 25 últimos años y porque puede ser el mejor impulso».

Pero en muchos momentos de ayer, en el desayuno en el Ritz se habló de Pascual Herrera, alguien de quien por lo que se dijo creía tanto en Valladolid como en un Cigales, y que fue el que tuvo la idea de que lo que va a pasar en mayo ponga a Valladolid en la capitalidad del vino.