SíVA reclamará en el Pleno el compromiso de la Diputación con el yacimiento de Pintia
El Grupo Provincial Sí se Puede (SíVA) reclamará en el próximo Pleno de la Diputación de Valladolid el compromiso de esta Institución con el yacimiento vacceo de Pintia, ubicado entre Padilla de Duero y Pesquera de Duero y recogido en la Lista Roja del Patrimonio pese a su alto valor histórico.
En concreto, la propuesta que defenderá el diputado Héctor Gallego busca "garantizar la conservación y el mantenimiento de un bien patrimonial de primer orden para la provincia de Valladolid como el yacimiento de Pintia mediante la rúbrica de un convenio con la Asociación Cultural Pintia".
El acuerdo tendrá que recoger una cuantía económica suficiente para garantizar tanto el desarrollo del proyecto arqueológico como su mantenimiento, ya que "fruto de la acción de los furtivos y de los destrozos producidos por el laboreo agrícola el yacimiento figura desde el año 2009 en la Lista Roja del Patrimonio".
Declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica, este relevante proyecto carece de apoyo institucional y es objeto, desde hace unas semanas, de una iniciativa de 'crowfunding' con la que se busca la financiación necesaria para sostenerlo (se puede consultar http://www.pintiavaccea.es/).
Es por ello que, a juicio de SíVA, este bien patrimonial "requiere del reconocimiento y colaboración de la Institución". En la propuesta presentada este martes en la Junta de Portavoces se recuerda que los vacceos fueron un pueblo prerromano de origen celta que habitó el territorio central de la cuenca del río Duero entre el siglo IV antes de Cristo y la romanización total de la Península Ibérica.
La ciudad vaccea de Pintia se localiza, concretamente, en el extremo oriental de la provincia de Valladolid, entre los términos de Padilla de Duero/Peñafiel y Pesquera de Duero.
En 1979, con motivo del descubrimiento de la necrópolis de Las Ruedas, se iniciaron las excavaciones sistemáticas en el yacimiento, y entre 1985 y 1987 los trabajos permitieron documentar unas 70 tumbas, lo que hizo posible un primer estudio sobre los cementerios vacceos.
De forma paralela, el hallazgo del segundo de los tesoros localizados en la ciudad forzó una campaña de urgencia para contextualizar este conjunto de joyas en la ciudad de Las Quintas; se excavó, además, la necrópolis visigoda y los alfares de Carralaceña.