Diario de Valladolid

Mondelez vende la fábrica de Dulciora en Valladolid con un recorte del 68% de la plantilla

La compañía valenciana Damel, con más de 500 trabajadores en toda España, compra la fábrica y mantiene a 61 de los 190 empleados

Exterior de la factoría Dulciora, perteneciente a partir de septiembre a la empresa Damel, situada en el polígono de San Cristóbal.-PABLO REQUEJO (PHOTOGENIC)

Exterior de la factoría Dulciora, perteneciente a partir de septiembre a la empresa Damel, situada en el polígono de San Cristóbal.-PABLO REQUEJO (PHOTOGENIC)

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Aitor Ferrero

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Jornada agridulce para Valladolid. La multinacional Mondelez anunció ayer la venta de la fábrica de Dulciora en el polígono de San Cristóbal al grupo valenciano Damel, especializado en la producción de golosinas y snacks, con el mantenimiento de 61 trabajadores. Estas cifras se traducen en una reducción del 68% de la plantilla con la que la factoría cuenta en la actualidad, un porcentaje que, si bien podrá variar en las próximas semanas durante las negociaciones entre las compañías y los representantes de los trabajadores –en las que también se determinará qué empleados se mantendrán aquí–, es el que parece ya definitivo, según apuntaron a este diario miembros del comité de empresa.

Los 61 empleados que se mantengan en Valladolid a partir del 30 de septiembre –cuando las instalaciones pasarán a manos de Damel– conservarán la antigüedad y las condiciones laborales actuales durante un periodo de tres años, según recoge el acuerdo al que han llegado Mondelez y Damel. Además, en los dos próximos ejercicios, la fábrica producirá marcas de la multinacional norteamericana destinadas a Francia e Inglaterra, si bien no ha trascendido todavía si lo compaginarán con las golosinas de la compañía valenciana.

Traslados al extranjero

El resto de trabajadores, según su situación, tendrán la posibilidad de prejubilarse, trasladarse o aceptar los despidos incentivados, tal y como recoge el Plan Social firmado por Mondelez a finales del año pasado que se concretará en las próximas semanas. Estas alternativas se concretan en cincuenta prejubilaciones y 57 plazas en otras factorías que la multinacional americana tiene repartidas entre España y Europa. De todas ellas, sólo 30 se localizan dentro del país, la mayor parte en la galletera navarra de Viana –donde se producen marcas como Oreo– y el resto en puestos del departamento de ventas de la división española de Mondelez, cuyo emplazamiento está todavía por determinar.

La oferta se completa con 25 recolocaciones en el extranjero. De ellas, doce tendrían como destino Francia, donde la multinacional estadounidense posee una amplia red industrial, mientras que, otras quince, serían para mudarse a Polonia, unos destinos que no despiertan muchas simpatías entre los trabajadores de la fábrica. «Es muy dudoso que alguien quiera irse a vivir a Francia y, en el caso de Polonia, considero que no lo va a aceptar nadie», reconoció, en declaraciones a este diario, la portavoz del comité de empresa de Dulciora, Belén Bueno.

Bueno admitió que, pese al recorte drástico de plantilla, el mantenimiento de la actividad en las instalaciones de San Cristóbal es «positivo». «Es un día de celebración, pero de celebración agridulce», explicó la representante sindical. «Nos habría gustado que la compra incluyese la conservación de todos los puestos de trabajo, pero no ha sido posible», añadió. Respecto a la empresa que se hará cargo desde el próximo octubre de la fábrica, Bueno aseguró que «se trata de una compañía muy seria, alguien del sector que conoce muy bien por dónde moverse y que nos ha dado la oportunidad de seguir construyendo nuestro futuro en Valladolid».

«Es positivo, no perfecto»

En la misma línea se posicionó Raúl Santa Eufemia, secretario de Política Sindical, Industrial y Empleo de la federación castellana y leonesa de UGT. «Se trata de un acuerdo positivo, pero no perfecto», remarcó, si bien se mostró «contento» por la el mantenimiento de la fábrica en Valladolid.

Santa Eufemia agradeció tanto a Mondelez como a la Fundación Anclaje su voluntad para alcanzar un acuerdo que mantuviese la actividad en Valladolid y lo contrapuso a la «intransigencia» y los «obstáculos» puestos por Lactalis en el caso de Lauki. El representante sindical indicó que la prioridad, a partir de ahora, es «dirimir y detallar el acuerdo social» y lograr que la empresa «se afiance para un futuro largo». CCOO también calificó de «victoria agridulce» la venta de Dulciora a Damel y manifestó su intención de «estar en todo momento vigilantes para que lo que se acuerde se cumpla según lo pactado».

Mondelez anunció el pasado marzo el cese de la fábrica tras vender a un fondo de inversión francés –cuyos accionistas mayoritarios son Europcar, Accor Hoteles y Desigual, entre otros– la marca de gominolas Dulciora y otros sellos menos conocidos como Carambar, La Pie Qui Chante y Krema, desconocidas en España porque, aunque se fabrican en Valladolid, son distribuidas internacionalmente en el mercado galo.

El gigante norteamericano precisó que estos productos concentran el 40% de la actividad de la planta vallisoletana y alegó que su supresión a medio plazo supondría una notable reducción de la carga de trabajo en esta factoría, que, según el comunicado, «ya utilizaba menos de la mitad de su capacidad productiva».

«Estos factores imposibilitan la continuidad de la planta, dejándola en una situación de inviabilidad», remachó el grupo Mondelez. En consecuencia, esas líneas de producción serán trasladadas a Francia en virtud del mismo acuerdo, que incluye la venta de cinco plantas de producción en ese país.

El otro 60% de la actividad en la fábrica vallisoletana corresponde a la producción y empaquetado de chicles y caramelos de marcas como Trident y Halls. Estas líneas serán transferidas a la planta polaca de Skarbimierz, especificó la compañía norteamericana.

Dulciora fue fundada en 1961 en la calle Esquila, donde los hermanos Pérez González dieron continuidad a la tradición confitera familiar. Fue adquirida en 1995 por el grupo británico Cadbury, que en 2010 se integró en Kraft Foods, rebautizada en 2010 como Mondelez Internacional. En los últimos años la planta ha sufrido dos ERES no restrictivos, con la supresión de un día de producción a la semana.

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