Militantes socialistas exigen ahora una consulta sobre el soterramiento

El fin del soterramiento ha levantado ampollas en un ya dividido PSOE. La plataforma Militantes responsables cargó ayer contra el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, y le exigió «pedir la voz de la militancia» y realizar una consulta para conocer la opinión de los vecinos respecto a un tema que ha movilizado a la ciudadanía en las últimas semanas, una propuesta en línea con lo que defendió, en su día, el concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, y que no contó con las simpatías del regidor.

Así lo indicó ayer, en declaraciones a este diario, uno de los promotores de la plataforma, Jesús González Carcedo, quien, también en un comunicado, arremetió con dureza contra Puente y le responsabilizó –junto a su equipo de gobierno– de tomar una decisión individual y contraria a los intereses del Partido Socialista. «Soterrar las vías ha sido nuestra principal demanda y estandarte en cada campaña electoral», señaló el militante para indicar que, «después de veinte años, terminar con ello por una decisión tomada unilateralmente y sin consenso por el alcalde, es una traición a los ciudadanos y al partido».

González apremió a Puente a «escuchar a los ciudadanos» y reprochó que tanto él como sus simpatizantes «respondan con temas de política nacional a las objeciones que la militancia presenta a la gestión municipal». «Cuando se han criticado algunas de sus decisiones lo achacan a ser o no sanchista», sostuvo el militante socialista. «Hay gente que, cuando no le dices lo que quiere oír, te abuchean», añadió.

Para la plataforma, la opción escogida por el Consistorio para la operación ferroviaria –aumentar la permeabilización mediante pasos a nivel y plataformas– es «ineficaz y no soluciona nada». «Hacer cruzar las vías del tren a una persona mayor por una plataforma elevada no tiene sentido», expresó González, que incidió en la variante social del soterramiento. «No lo defendemos porque vaya a quedar más bonito, sino porque supondría terminar con la segregación que existe con los barrios del otro lado de las vías», explicó el socialista para luego incidir en que el noroeste de la ciudad «es la zona obrera que siempre ha estado marginada frente al Valladolid burgués».

El militante crítico con Puente también cargó contra Izquierda Unida por «su oposición a esta obra que consideraba innecesaria y faraónica» y contra el ministerio de Fomento que, a su juicio, «ha provocado una deuda de más de 400 millones de euros sólo para lograr sus intereses», en referencia a los talleres de Renfe y a la vía de mercancías. «No se han preocupado en ningún momento por la ciudad», recriminó para exigir tanto al Ayuntamiento como al resto de socios de Alta Velocidad «una explicación sobre por qué después de tantos años y tanto dinero no se haya hecho nada».

González afeó al alcalde la falta de explicaciones más allá de la financiación y mostró su interés sobre si la decisión del soterramiento «se tenía que tomar ahora de forma obligatoria o se podría haber demorado tres o cuatro años». El militante también censuró que la integración en superficie «imposibilite enterrar las vías en un futuro» y se alineó con las posturas defendidas por el exconcejal José Luis Lara durante la asamblea socialista del pasado jueves, en la que expuso que la operación era viable con una financiación a largo plazo.