La compatibilidad impedía otro trabajo en la administración y cobrar de las arcas públicas
La contabilidad del Herreriano está dentro de las cuentas del Ayuntamiento, que aporta más de 1 millón
El apartado D del acuerdo plenario de julio de 2001 por el que se le concedió la compatibilidad al técnico contable de Viva para otra actividad profesional de «carácter privado», que resultó ser como asesor económico del Patio Herreriano, deja claro que no podría percibir dinero alguno con cargo a los presupuestos de las administraciones públicas.
«No podrá compatibilizar sus actividades con el desempeño, por sí o mediante sustitución, de un segundo puesto de trabajo, cargo o actividad en el sector público, salvo los supuestos previstos en la Ley. Además no se podrá percibir, a excepción hecha de los casos previstos en la Ley, más de una remuneración con cargo a los presupuestos de las administraciones públicas y de los entes, órganismos y empresas de ellos dependientes», se detalla en ese punto cuarto del acuerdo del Pleno municipal del 4 de julio de 2001.
La Fundación del Patio Herreriano, tal y como se reconoce en el artículo primero de sus estatutos, fue promovida por el Ayuntamiento de Valladolid y en su patronato están el Ayuntamiento de Valladolid, la Junta de Castilla y León, el Ministerio de Cultura, la Diputación vallisoletana y la Universidad. Es más, todos los grupos municipales, menos el no adscrtito, Jesús Presencio, cuenta con un concejal como representante en el patronato.
Pero, además, según reconoce la concejala de Cultura, Ana Redondo, la contabilidad de la Fundación está incluida en las cuentas del Ayuntamiento de Valladolid, que en el Presupuesto de 2016 aportó 1,10 millones de euros, el 89% del total de los ingresos para su funcionamiento. Una cifra en las cuentas de este año se ha reducido a poco más de 900.000 euros.
Juan José Alonso Arconada, según explica el concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, le explicó ayer mismo que habían sido los del Herreriano quienes le habían venido a buscar.