«Vuelves, pero ves la vida de una manera distinta»

«Cuando llegas de nuevo a Valladolid después de haber conocido un campo de refugiados, ya no ves las cosas de la misma manera».Con esas palabras, el cooperante vallisoletano José Antonio Noriega, recién llegado de la localidad griega de Termópilas –en el mismo lugar de la batalla histórica–, resume la tragedia que ha visto a tan sólo 200 kilómetros al norte de Atenas.

«Cuando conoces las historias personales de la gente que ha tenido que huir de sus casas; las carencias que sufren, y lo justas que son sus sencillas aspiraciones de paz, te das cuenta de lo bien que vivimos aquí y lo poco que valoramos todas nuestras comodidades», explica. «Es lamentable lo que piensan esas personas que, equivocadamente, creen que los refugiados son una amenaza para nosotros porque pueden quitarnos el trabajo o los recursos sociales».

Noriega no puede evitar emocionarse cuando habla de los refugiados que conoció. «Y eso que nuestro campo era un lujo, porque estaba instalado en un antiguo hotel-spa», explica. En el complejo, gestionado por el Gobierno griego, se alojan alrededor de 300 personas, una familia en cada habitación, aunque frecuentemente se tienen que instalar camas también en los pasillos.Tener un hospital a sólo 20 kilómetros es, para los que esperan allí, «otro lujo más, porque en sus países de origen la sanidad o es deficiente, o brilla por su ausencia». Además de Sirios –la gran mayoría–, viven temporalmente en el lugar también algunos kurdos y unos pocos refugiados políticos de Irán y Arabia Saudí. Y de entre todos esos grupos distintos procede un centenar de niños, que esperan en las instalaciones un hogar definitivo que les brinde un futuro mejor, o al menos un futuro.

Ahora, José Antonio dirige sus esfuerzos a nuevos proyectos de colaboración que puedan aportar sensibilidad a la materialista mentalidad de los habitantes de Occidente. «Es impescindible difundir lo que pasa, que la gente conozca la situación que se vive allí», remarca.

Por eso se ha implicado en un proyecto de crowdfunding, con el objetivo de que el próximo 9 de febrero, a las 20,30 horas, se pueda proyectar el documental Nacido en Siria, del director argentino Hernán Zin. La cinta narra las aventuras de siete niños sirios, que han tenido que abandonar el país huyendo de la violencia.

El documental refleja los abusos de las mafias, las inclemencias del mar, la incertidumbre sobre el futuro... y luego, la aventura de la integración en una tierra nueva y, en ocasiones, hostil, en lo que supone el mayor éxodo de refugiados desde la Segunda Guerra Mundial.

La cinta ha sido nominada como mejor película documental en los Goya, pero eso no garantiza su proyección en cines: «Tenemos que llenar la sala para conseguir proyectarla en Vallsur», apunta Noriega. Para lograrlo, las entradas se pueden comprar en la dirección www.youfeelm.com/titulo/nacido-en-siria-cines-megarama-valladolid.