Diario de Valladolid

LA QUINTA ESQUINA: Ángela de Miguel, Presidenta de la Confederación Vallisoletana de Empresarios

«Valladolid no tiene afluencia turística para que el comercio abra más festivos»

Afirma que la liberalización de horarios comerciales es una decisión que tiene que tomar el sector. «Modelos de flexibilidad en la contratación y atraer mucha afluencia turística hará que todo el mundo quiera abrir».

Ángela de Miguel durante ‘La Quinta Esquina’, programa emitido en La 8 Valladolid.-J. M. LOSTAU

Ángela de Miguel durante ‘La Quinta Esquina’, programa emitido en La 8 Valladolid.-J. M. LOSTAU

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Estibaliz Lera

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«La realidad es que ahora mismo es complicado que el comercio abra más días festivos». Así de rotunda se mostró la máxima representante de los empresarios vallisoletanos: «Tenemos que trabajar para que sea rentable». Y añadió: «Modelos de flexibilidad en la contratación y atraer mucha afluencia turística a Valladolid hará que todo el mundo quiera abrir».

Ángela de Miguel acudió a la llamada de La Quinta Esquina de La 8 Valladolid, programa televisivo en el que participan EL MUNDO DE VALLADOLID y Castilla y León esRadio, donde la presidenta de la Confederación Vallisoletana de Empresarios (CVE) aseguró que la última palabra en la liberalización de los horarios comerciales la tiene el sector. Además, insistió en que, desde su organización, van a defender que Valladolid tenga «tal afluencia turística que no haya que tener esa discusión».

En este sentido, manifestó que «ningún empresario decide cerrar su negocio si le va a generar dinero. La vocación de los empresarios es generar riqueza y valor». Y más, agregó DeMiguel, cuando los centros de las ciudades están llenos de locales con carteles que indican que se alquilan o se venden.

Para la máxima representante de los empresarios vallisoletanos, el futuro pasa por la consolidación de las empresas. «Es un gran tema olvidado. Se han creado a lo loco y solo se ha apostado por las grandes», lamentó. En su opinión, hay que facilitar la normativa y tejer «ecosistemas emprendedores», en los que «no son tan importantes» las facilidades económicas, sino la formación, el acceso a la información, así como la facilitación en los trámites burocráticos. Y ejemplificó con ciudades como Madrid o Valencia, donde existe «un modelo colaborativo que beneficia a todos».

La organización que preside cumple 40 años. Ángela de Miguel hizo balance: «En este tiempo, hemos mejorado bastante a nivel de prosperidad». Sobre la subida salarial, señaló que los empresarios son los más interesados en esta circunstancia, ya que permite que haya «más circulación y más consumo». Para poder llegar a ese objetivo, la presidenta de la CVE aconsejó seguir «un camino ordenado»: «Hemos estado en la UVI, ahora estamos en planta y lo que no podemos hacer es salir a correr una maratón».

Manifestó que 2016 ha sido «bueno» y «se ha creado empleo» pero, tal y como comentó, hay muchas empresas que no dan beneficios, e incluso, están amortizando las pérdidas de ejercicios anteriores. «Si desajustamos eso que nos ha permitido recuperarnos y empezamos a gastar más, volveremos a modelos anteriores», advirtió. «Queremos crear empleo, salarios más altos y trabajos estables, pero no estamos en condiciones de hacerlo de manera generalizada», resumió De Miguel.

Preguntada por cuándo llegará la recuperación a los trabajadores, la máxima representante de la patronal vallisoletana expuso que «llegará cuando las empresas tengan beneficios». «Si alguien ha sufrido han sido los pequeños empresarios, autónomos y emprendedores, que han perdido todo», subrayó, antes de sugerir que el futuro pasa por reforzar las micropymes.

En este espacio, recordó que España está saliendo de la crisis económica «gracias a que los empresarios han cogido las maletas y se han marchado fuera». «Eso», continuó, «se traduce en competitividad y, además, es la primera vez que estamos teniendo un crecimiento económico que no está basado en el sector de la construcción». El salvavidas son las exportaciones, apostilló. Por ello, opinó que las administraciones tendrían que ayudar para fomentar la competitividad.

Una de esas ayudas pasa, según reconoció, por reducir las cotizaciones sociales y los impuestos a los empresarios. «De cada 100 euros que recibe un trabajador, el empresario paga 160». Una circunstancia que en el resto de países de la Unión Europea no se produce: «Tenemos que revisar el sistema que nos hace ser menos competitivos».

En esta línea, Ángela de Miguel destacó que «hay que cambiar el modelo fiscal». Puso como ejemplo países como Dinamarca en la que la recaudación se hace a través del IVA o la famosa mochila austriaca–en la que el empleado, a lo largo de su etapa laboral, recibe por parte del empresario una aportación anual en un fondo de capitalización. De esta manera, se reduce la indemnización cuando se realiza un despido–. «Hay diferentes modelos que llevarían a una reforma global y entendemos que cualquier reforma que se vaya a hacer tiene que ser un modelo que no cargue la mayoría de los costes sobre la empresa, porque no se puede ordeñar tanto la vaca porque al final la dejas seca», declaró la presidenta de la CVE.

Y dijo que el dinero está en la economía sumergida y en el fraude fiscal, sin embargo, «es mucho más fácil cargar contra el que tiene la puerta abierta». «Si se hiciera un control de fiscalidad se acabaría con el fraude y podríamos recaudar», remachó De Miguel. Desde las organizaciones empresariales, comentó que apuestan por instaurar una legislación que favorezca la lucha contra esta situación. «Y tendríamos un montón de recaudación y seríamos más competitivos».

Sobre los contratos precarios y temporales, aclaró que los principales afectados son los propios empresarios «porque son dinámicas que no generan valor». «Los empresarios quieren tener al mejor trabajador, puesto que el talento es lo que te hace crecer». No obstante, De Miguel tiró de estadística y apuntó que «el 75% de los trabajadores tienen contratos indefinidos». En este punto, recordó que los indefinidos solo puntualizan una vez en los datos, mientras que los temporales cada vez que hay uno nuevo. Aunque, según aseguró, es la crisis en la que mayor contratación indefinida ha habido.

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