El Ayuntamiento busca vecinos para ayudar a los mayores

Subir a visitar al vecino del quinto para charlar un rato; llevarle el pan al del segundo, que con sus achaques tiene dificultad para desplazarse; acompañar al de la vuelta de la esquina a comprar o sólo preguntarle qué tal a esa persona mayor que vive cerca de ti.

El Ayuntamiento de Valladolid propone a la Federación de Vecinos Antonio Machado implantar una red de voluntariado «de proximidad y de buena vecindad en los barrios».

La concejala de Servicios Sociales, Rafi Romero, explica que las primeras conversaciones sobre el plan surgieron hace unos meses. Antes del verano se mantuvieron varios encuentros con las asociaciones para perfilar un proyecto que busca mejorar la calidad de vida de las personas mayores que viven solas o son dependientes: «Hacer que se encuentren mejor y, sobre todo, menos solas», incide la edil.

Romero opina que aunque esas personas «tengan instalado, por ejemplo, un detector de caídas, que es muy importante, también necesitan más calor humano».

Por ello, este plan trata de «dar un paso más» y reforzar la atención más técnica que ya prestan los profesionales [a través de servicios como la teleasistencia o el servicio de ayuda a domicilio] y combinarla con la cercanía que proporcionarían los voluntarios.

Romero defiende que gracias a la compañía o la amabilidad de un vecino «se rompería el aislamiento de algunas personas, que, de este modo, estarían más comunicadas con el exterior».

La titular de la cartera de Servicios Sociales del Ayuntamiento aclara que, a falta de definir las funciones de los participantes, podrían ser «cosas sencillas, que lleven cuatro o cinco minutos». Y cita como ejemplo visitar a un usuario para ver que se encuentra bien.

Las previsiones del Consistorio contemplan retomar los encuentros con los vecinos y fijar una reunión para este mes en la que tratar de dirimir cómo llevar a término una idea que la Federación Vecinal recibe «con mucho agrado», según explica su presidenta, María José Larena.

Aunque tanto la concejala como la representante vecinal son prudentes porque aún no se ha concretado, las dos muestran su convicción de que es una propuesta que beneficiaría a la vida diaria de los barrios. «Nos parece muy interesante porque se recuperan algunos objetivos de los movimientos vecinales, como trabajar en aspectos más sociales», explica Larena, y matiza que «no se trata de sustituir la ayuda a domicilio, sino otros aspectos que ésta no cubre».

Romero confía en que, dada la buena disposición de los representantes vecinales ante la propuesta, pueda fructificar en un proyecto piloto antes de fin de año. Una experiencia que comenzaría en una primera etapa en algunas de las asociaciones.

Para ello, tienen que abordar distintos aspectos que lo han retrasado: desde la elaboración de un protocolo de actuación a todas las cuestiones relativas a la regulación.

María José Larena indica que la Federación ya se ha inscrito en el registro de voluntariado de la Junta de Castilla yLeón, como paso previo y obligado para poder realizar en un futuro estas prestaciones.

Además, lo ha trasladado a las asociaciones propias de cada barrio y algunas han mostrado su interés por formar parte, como el Barrio España, Belén, Delicias y La Victoria, entre otros.

Ambas explican que resultaría necesario formar a los voluntarios que quisieran participar en el programa, en asuntos como la comunicación personal y otros aspectos para que contaran con herramientas y habilidades sociales adecuadas.

También inciden en que requeriría un seguimiento exhaustivo y continuo. «Habría que saber siempre quién visita a quién y controlar la actividad. Tiene que estar muy regulado», indica Rafi Romero.