«Algunos pensaban que Sánchez y antes Villarrubia iban a ser unos recaderos»

Todo empezó como un tira y afloja entre los barones socialistas y el todavía secretario general del PSOE. Sin embargo, las derrotas electorales recrudecieron la crisis interna. Ahora con Pedro Sánchez fuera de juego, el partido busca el timón para enderezar el barco. Son muchas las voces que aún mantienen el espíritu del exlíder, entre ellas la del alcalde vallisoletano, Óscar Puente, quien lanzó un mensaje de tranquilidad a los ciudadanos: «La gobernabilidad del Ayuntamiento de Valladolid está garantizada, porque se trabaja día a día, con diálogo, transparencia y honestidad. Por tanto, no tengo el más mínimo temor a que cualquier desacuerdo que hubiera en el ámbito nacional se pueda trasladar aquí».

Con esta declaración, restó importancia a las intervenciones de varios representantes de Podemos, los cuales amenazaron con retirar su apoyo al PSOE en ayuntamientos y comunidades autónomas si permite que gobierne Mariano Rajoy. «Creo que hay pocas alternativas para gobiernos de otro tipo; otra cosa es que se dificulte la aprobación de los presupuestos», apuntó.

En este sentido, recordó que la situación de la capital del Pisuerga es diferente, ya que Sí Se Puede –marca blanca de la formación de Pablo Iglesias– facilitó la investidura de Puente, pero no entró a formar parte del gobierno municipal. «Tienen una autonomía diferente a Podemos, que va más allá de la obediencia. Además, ellos están defendiendo Valladolid, que es donde se sienten a gusto porque creen que es un gobierno que responde al compromiso que adquirieron con los ciudadanos», matizó el regidor, antes de añadir que sería «absurdo» que rompieran un pacto que está funcionando bien.

Puente acudió a la llamada de La Quinta Esquina, programa de La 8, que ayer estrenó temporada, en el que también participan DIARIO DE VALLADOLID / EL MUNDO y Castilla y León esRadio. En este espacio, dejó claro que no se está postulando a ningún sillón en el ámbito federal. No obstante, opinó que es su responsabilidad dar voz a los militantes ya que, a su juicio, nadie de la cúpula dirigente lo ha hecho. Animó a los espectadores a acudir a las sedes del PSOE para que ellos mismos pudieran pulsar la opinión de la inmensa mayoría de los afiliados.

Preguntado si el congreso exprés que convocó Sánchez fue oportuno y sensato, el regidor vallisoletano manifestó que el exsecretario general del partido socialista actuó de forma cabal. Durante su intervención, resumió la situación vivida en los últimos meses y aclaró que Sánchez hizo en todo momento lo que se decidió en el comité federal, máximo órgano de la formación. «Se tomó la decisión de votar ‘no’ a Rajoy. Lo que pasa es que después hemos asistido a un proceso esperpéntico; ya que una decisión tomada por el secretario general es cuestionada de manera pública por los barones, y además se cuestionan el liderazgo del partido», subrayó. Ante esta situación, el regidor vallisoletano reconoció que no demoniza la abstención, sino la incoherencia y la cobardía. «Si usted defiende la abstención, defiéndala, pero traslade a los ciudadanos que esa es la mejor opción para el país y para el partido. No hay que avergonzarse o esconderse en el cuarto de baño».

Para el primer edil de Valladolid, Sánchez no ha cosechado los peores resultados electorales de la historia del partido. De hecho, dijo que duplicó el número de ayuntamientos que gobernaba el PSOE. «Los resultados no son buenos, pero imputárselos exclusivamente a él es una falacia. Si la cuestión hubiera sido cambiar de líder, hubieran puesto a uno encima de la mesa. Esta cuestión se ha dirimido en otros términos, en una lucha descarnada en la que habría que buscar los orígenes y las motivaciones que tuvieron algunos para apoyarle en ese viaje, y la decepción que les ha supuesto que Pedro Sánchez no fuera el chico de los recados que ellos esperaban que fuera a ser», expresó de forma contundente.

De secretario general a secretario regional. Puente comentó que la salida de Julio Villarrubia del PSOE de Castilla y León fue la situación contraria a la de Pedro Sánchez. El primero no quiso convocar un congreso para despejar dudas y reafirmar su posición, así que la Ejecutiva le dimitió, mientras que el segundo sí que lo hizo y, finalmente, tuvo que dimitir a pesar de contar con el apoyo de los militantes.

En relación a Villarrubia, declaró que «nunca me pareció un buen nombre y no se me escuchó». «Yo creo –continuó– que la idea que había cuando se le puso al frente del partido, no era una idea políticamente aceptable y yo se lo he dicho a muchos responsables de esa decisión». En esta línea, dejó entrever que primero Villarrubia y después Sánchez, fueron elegidos para ser los chicos de los recados de la cúpula dirigente y como no cumplieron su función les ‘expulsaron’.

Óscar Puente también explicó que, de celebrarse unas terceras elecciones, el PSOE tendría que buscar un relato, ya que «si llegamos con el cristo que se montó el otro día en el comité federal es mejor no ir». En su opinión, los que han tomado la decisión de descabezar al partido socialista no saben qué hacer con el rumbo de la formación.

Y es que, a su juicio, la gestora tendría que convocar primarias y fijar el recorrido teniendo en cuenta la opinión de los militantes y de la mayoría de los votantes. «El desmadre es tal que hay una contradicción entre lo que dice parte del grupo parlamentario y lo que dicen los barones que hasta ayer estaban defendiendo esta línea estratégica y ahora parecen defenderla. Esto no tiene ni rumbo, ni patrón y así no se va a ninguna parte».

Óscar Puente también comentó que si el exsecretario general del PSOE se presentara a las primarias, la militancia sí que lo apoyaría. «¿Por qué se ha abortado el congreso exprés? Porque saben que Pedro Sánchez se lo iba a llevar de calle, y ahora va a ver una gestora hasta que le interese a quien ha promovido todo esto. Los barones están colgados de la brocha, porque los afiliados piensan una cosa y ellos, otra».

En este sentido, el regidor declaró que hay una confrontación de legitimidades donde, según aseguró, parece que los militantes no pintan nada. «Tenemos que ir a procesos de democracia más directa hasta que los representantes se acostumbren a representar el mandato de los representados. Hasta que el poder no vuelva a los militantes, el partido socialista tiene complicado salir de esta crisis», concluyó.