Diario de Valladolid

El Edificio Rondilla ‘absorberá’ las dos unidades del dolor en el mes de octubre

El servicio multidisciplinar atenderá tanto a los pacientes del Hospital Río Hortega como del Clínico / Será referencia para otras provincias como Burgos, Palencia, Segovia y Soria / Asistirá a alrededor de 10.000 enfermos

Una enfermera guarda las muestras de sangre en las instalaciones del Edificio Rondilla.-MIGUEL ÁNGEL SANTOS

Una enfermera guarda las muestras de sangre en las instalaciones del Edificio Rondilla.-MIGUEL ÁNGEL SANTOS

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Estibaliz Lera

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Valladolid estrenará en el último trimestre del año una Unidad multidisciplinar de Tratamiento del Dolor, que absorberá los dos servicios de la ciudad, en el Edificio Rondilla. Trabajarán profesionales tanto del Hospital Río Hortega como del Clínico Universitario y se van a encargar de la «atención integral» de los pacientes de las áreas Este y Oeste. Además, el servicio será referencia para Segovia y en los casos más graves, para Burgos, Palencia y Soria.

Así lo explica Rafael López, gerente regional de Salud, quien apunta que los enfermos tendrán soporte psicológico (incluye tratamientos eficientes de los cuales no se dispone en la actualidad, como la terapia cognitivo conductual, biofeedback e hipnosis) y también se va a tratar el dolor infantil por lo que ya están colaborando con los servicios de pediatría. Y es que, según indica, el 80% de los casos vienen derivados de Atención Primaria. Por este motivo, el nuevo servicio contará con un plan de formación para que los médicos de Familia y los especialistas estén en contacto y así hacer un seguimiento «más completo» de los pacientes con esta patología crónica. «Su función es facilitar el tratamiento de estos pacientes en el entorno de los sistemas de salud primaria».

La antigua Residencia acogerá una unidad de nivel III –de complejidad máxima según el Ministerio de Sanidad– situada en la primera planta. Contará con cinco consultas médicas, dos locales para enfermería, dos salas técnicas: ecografía y un aparato de rayos, despachos, salas de espera y de reuniones. Además, en el Hospital Río Hortega dispondrán de dos quirófanos semanales porque el servicio cuenta con una unidad quirúrgica y una planta de hospitalización con cinco camas para aquellos pacientes que necesiten ser ingresados tras la intervención.

En cuanto a recursos humanos, el servicio lo compondrán cinco anestesistas, un rehabilitador, un psicólogo, cuatro enfermeras, un técnico de rayos, dos auxiliares de enfermería, personal administrativo y celadores. El responsable de la unidad será el doctor Enrique Ortega, actual jefe de sección de la Unidad del Dolor del Hospital Río Hortega.

¿Cómo va a funcionar? Los médicos de Atención Primaria y los especialistas cuentan con una hoja de derivación a este servicio para los pacientes con las categorías de normal, preferente y urgente. El enfermo es visto por la unidad y los profesionales actúan en consecuencia y determinan las pruebas que le tienen que hacer, expone Rafael López, antes de añadir que la mayoría de los usuarios son de origen traumatológico, sobre todo, por cirugías de columna. «También hay neurológicos, con dolores faciales, regionales, posquirúrgicos y oncológicos», apostilla.

La puesta en marcha, tal y como destaca el gerente regional de Salud, será el último trimestre de este año. «Ya prácticamente estamos terminando la adaptación del Edificio Rondilla para que puedan ir allí. Calculo que en octubre, noviembre y diciembre ya pueda estar funcionando a tiempo total».

En este sentido, apunta que al año por la Unidad multidisplinar del Dolor Crónico pasarán alrededor de 10.000 pacientes: 3.000 en primeras consultas y 7.000 en revisiones. Además, se van a llevar a cabo procesos quirúrgicos para colocar bombas de reservorios, analgésicos, implantes de electrodos… «Calculamos hacer una media de 1.500», sostiene, antes de añadir que los ingresos rondarán los 180 con una estancia de dos días y medio. «En la actualidad no tenemos demoras. La media es de 15 días y eso que estamos hablando de dolores que puede ser de años», comenta, al tiempo que añade que el objetivo de esta unidad es «integrar los recursos y servicios en uno solo».

La iniciativa surgió en 2015 y durante todo ese año se estudió el proyecto y se protocolizó. En este ejercicio se han realizado las obras y finalmente, en el último trimestre del año verá la luz. Su principal meta, tal y como insiste López, es unificar los recursos y ofrecer una atención «más uniforme».

Otros servicios que ofrecerá serán los programas de tratamiento multidisciplinar intensivo, que tiene como finalidad la reinserción laboral de los pacientes con dolor crónico o incrementar su nivel de autonomía. También van a desarrollar un sistema de consulta telefónica para resolver cualquier tipo de duda sobre esta patología, que alcanza al 11% de la población en España, según los datos difundidos por la Sociedad Española de Neurología, que además sitúan el dolor neuropático como el octavo diagnóstico neurológico más frecuente.

Las unidades del dolor comenzaron a establecerse en España a finales de los años 60, en su mayoría adscritas a servicios hospitalarios de anestesiología y reanimación. En la actualidad son dispositivos asistenciales multidisciplinares dedicados a la prevención, diagnóstico y tratamiento del dolor rebelde a la terapia convencional. Pueden tener una orientación enfocada hacia el tratamiento del dolor crónico o del agudo, en este último caso con frecuencia se asocia al posoperatorio.

Castilla y León dispone de ocho unidades del dolor. Están en Burgos, El Bierzo, León, Palencia, Salamanca, Valladolid (Clínico y Río Hortega) y Zamora. Sólo en un año estos servicios reciben a más de 5.000 pacientes nuevos y realizan más de 15.000 consultas. La mayoría de los casos que atienden (un 60%) tiene origen esquelético –sobre todo de la columna vertebral–, otro 20% está asociado a alguna enfermedad oncológica y el resto está relacionado con patologías de distinta índole.

Rafael López se comprometió en unas jornadas sobre el dolor oncológico en Zamora a que todos los centros hospitalarios dispongan de unidad del dolor, con la apertura de las respectivas unidades en Ávila, Segovia y Soria, donde actualmente no existen, aunque sí se pasan consultas. Según subrayó, el dolor está recocido por la Organización Mundial de la Salud como una enfermedad crónica, que requiere de unidades específicas para su tratamiento debido a su carácter invalidante, y que así lo ha considerado la Junta al incluir el dolor en el IV Plan de Salud, donde se contempla el refuerzo de la atención en lo que a dolor se refiere, así como una estrategia conjunta.

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