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Operación del PP para fagocitar a los Independientes en Arroyo

Los líderes de ambas formaciones cierran en una comida un principio de pacto de gobernabilidad

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Publicado por
Estibaliz Lera

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Es un acuerdo cocinado en los fogones del secretismo. Se forjó sobre el mantel, durante la sobremesa, de un conocido restaurante de La Santa Espina, llamado El Rincón del Labrador, famoso por los caracoles. No se sabe si degustaron este manjar o no, lo que sí que se conoce es que el alcalde de Arroyo de la Encomienda, José Manuel Barrio, y el portavoz del PP de la localidad, José Antonio Otero, compartieron mesa y una agradable y suculenta conversación la semana pasada.

Durante la comida se habló del futuro del municipio y de Diputación. Sí, han leído bien de la Institución Provincial, ya que mientras el primer edil arroyano acudió a la cita para blindarse de cara a poder sacar adelante sus proyectos; los populares fueron con la intención de fagocitar este partido político que fundó el exregidor José Manuel Méndez, condenado por cohecho y prevaricación a tres años de cárcel y ocho de inhabilitación por favorecer a una empresa que le había regalado una casa y dinero.

Por tanto, el as que esconde bajo la manga el Partido Popular es el pacto de gobernabilidad para los próximos tres años. Un acuerdo impulsado por la dirección del PP provincial; es decir, por su presidente, Ramiro Ruiz Medrano; y su secretario, Jesús Julio Carnero. Su intención es tener el control de Arroyo para recuperar el diputado perdido, ya que Medina del Campo y Tordesillas son plazas complicadas para ganarse la confianza de los ciudadanos.

De aquellos polvos vienen estos lodos. De esa comida en La Santa Espina a la reunión que una treintena de afiliados del PP de Arroyo tuvo el lunes en el hotel El Jardín de la Abadía con Alfonso Centeno, vicesecretario de Organización, para conocer de primera mano los puntos esenciales. Más del 95% de los asistentes refrendó la propuesta. Eso sí, Medrano advirtió que «hay que analizar los términos del acuerdo». No obstante, afirmó que su intención es buscar la estabilidad en el gobierno de Arroyo.

No hay fecha para que se rubrique este acuerdo. «No hay prisa», aseguró Centeno, quien también consideró que hay que comprobar las condiciones.

El siguiente paso es que Otero y Barrio cierren definitivamente los puntos del pacto y uno de los órganos de dirección del PP –el Comité Ejecutivo o el Comité de Dirección– dé el visto bueno. Lo que está claro es que los populares no van a entrar en el Gobierno.

El alcalde de Arroyo se mostró muy cauto y prefirió no contar nada hasta que el pacto esté sellado y todo apunta a que se aplace hasta el mes de septiembre, ya que Barrio se va el viernes de vacaciones y no regresará a su puesto hasta finales de agosto. «Ya no hay prisa lo importante es que se lleve a cabo», apostilló.

José Antonio Otero, por su parte, dijo que el pacto «no es una mala idea porque tenemos puntos de vista comunes». «Nos parecemos y podemos dar estabilidad por el bien de los vecinos y de las familias». Manifestó que, de momento, no hay ningún punto escrito, pero sí «muchas conversaciones de cafés y cervezas». Tampoco aclaró si sería esta semana.

Cabe recordar que IPAE pagó en las elecciones del pasado 24 de mayo de 2015 la condena de cárcel de Méndez por corrupción, pero el golpe no resultó tan duro como para dejar de ser el partido más votado. Así, logró ocho concejales, un número que no le ha permitido gobernar en mayoría. De hecho, según reconoció Barrio, el comienzo fue «muy monolítico».En el pleno de constitución, los cuatro partidos de la oposición –incluido el PP– cedieron a IPAE la alcaldía, pero estrangularon su capacidad de maniobra limitando los sueldos de sus ediles, sus honorarios y la contratación de los puestos legales de libre designación.

Con el acuerdo, la situación cambiará sustancialmente, ya que los números ahora sí que cuadran: diez ediles de Independientes y PP frente a los siete de PSOE, Si Se Puede Arroyo y Ciudadanos.

Todo apunta a que antes o después volverán a entenderse. Lo que no está claro es si dentro de tres años el ‘matrimonio’ de conveniencia seguirá igual de unido.

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