«No permitiremos que Mondélez y Lactalis nos condenen a la pobreza»

«No se debe permitir que grandes multinacionales expolien nuestro capital humano, obtengan ingentes beneficios, desmonten el chiringuito y desaparezcan sin más». Con estas palabras los comités de empresa de Lauki y Dulciora proclamaron ayer un manifiesto conjunto en contra del anunciado cierre de ambas empresas, ante medio millar de personas que acudieron a su convocatoria a la Plaza de Fuente Dorada. Y es que con su desaparición ambas multinacionales, Lactalis y Mondélez, dejarán por el camino «un reguero de deslocalización territorial, condenando a mucha gente a la pobreza».

La concurrencia hizo frente al mal tiempo para adherirse a la reivindicación de las dos factorías, con gran arraigo en Valladolid. «Estamos satisfechos porque hemos visto cómo la gente nos ha arropado», aseguró ayer a este periódico la portavoz del comité de empresa de Dulciora, Belén Bueno. «Y es que Lauki y Dulciora son dos fábricas que casi todo el mundo ha visitado en las excursiones del colegio».

Las dos empresas, que comparten una amenaza de cierre que dejaría sin empleo a 320 trabajadores, la pertenencia al sector agroalimentario y a dos multinacionales francesas, sumaron ayer sus fuerzas para hacer un frente común. También se unieron todos los sindicatos para defender el mismo manifiesto, firmado a la vez por UGT, CCOO, USO y CGT.

Incluso los políticos pidieron una unidad de acción. El alcalde, Óscar Puente, la demandó a todos los partidos y a todas las instituciones, cuando un grupo de participantes en la concentración le pidió que hablara tras la lectura del manifiesto. «Vamos a trabajar todo lo duro que podamos para intentar mantener esto en Valladolid. En lo que dependa del Ayuntamiento, vais a tener el apoyo absoluto», aseguró. «Al principio criticaron que tuviéramos una respuesta dura, anunciando un boicot a los productos de Lauki si cerraba su factoría, pero creo que es necesario dar una respuesta contundente», añadió.

Unidad pidió también el presidente delGrupo Popular en el Ayuntamiento, José Antonio Martínez Bermejo, a quien acompañó el ex alcalde, Javier León de la Riva. Celebró que el equipo de Gobierno local haya «copiado», según sus palabras, «la moción que hemos presentado la pasada semana para que se blinde el suelo de Lauki como de uso industrial, como ya propuso en su día el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera». Ahora bien, Bermejo ve «inviable» jurídicamente la propuesta de Puente de que tal blindaje se amplíe de tal manera que sólo puedan optar a él industrias lácteas. «Nos alegra que se hayan sumado al planteamiento del PP y a la unidad de acción», espetó.

En el mismo sentido se manifestó el portavoz ‘popular’, Jesús Enríquez: «Creemos en la libertad de empresa pero no en el expolio, y esto de cerrar fábricas rentables no es justificable», aseguró. «Tenenos que unirnos todos por encima de ideologías y partidos políticos».

Ante la deslocalización que pretenden efectuar las dos multinacionales –pese a que ambas plantas den beneficios–, con el traslado de la producción a Galicia, por parte de Lactalis, y a Polonia, por parte de Mondélez, el secretario regional de CCOO, Ángel Hernández, apuntó que los sindicatos están haciendo «todo lo que está en sus manos para que estas empresas rentables se mantengan en Valladolid».

Según él, el problema está en la «avaricia de las multinacionales», que buscan mayor beneficio. A la vez, Hernández pidió la derogación de la reforma laboral.

La diputada socialista, Soraya Rodríguez, recordó que el PSOE votó en contra de tal reforma, y opinó que ha servido «para precarizar el empleo y para favorecer los despidos en nuestro país, permitiendo que empresas con beneficios pudieran realizar despidos como los que ahora desgraciadamente estamos sufriendo».

Por su parte el portavoz del comité de empresa de Lauki, José Manuel González, valoró la unidad de acción con Dulciora pero subrayó la mayor «urgencia» de Lauki. «Lo nuestro es más inminente, porque contamos con un horizonte de tres meses y medio», subrayó.