«Cuando me llamaron de la ONCE no pensé durar ni una semana»

«No confiaba en mí, era una cosa que nunca había hecho», relata José Antonio Manzano Díaz sobre sus inicios como vendedor de la ONCE (Organización Nacional de Ciegos Españoles) hace ya casi seis años. Aunque no es de los que más lleva en esto, ya que antes su profesión era la de electricista, el pasado 19 de febrero fue galardonado por la organización como el mejor vendedor de la ONCE en 2015 en Castilla y León, un reconocimiento «al esfuerzo y al sacrificio» que supone la venta de cupones, y en su caso, explica que aún más al venir de otro oficio anterior.

Manzano confiesa que el premio no es por ser el que más cupones ha vendido, ya que al tratarse de Cigales, las ventas no son comparables a las de una ciudad, y cree que el premio «ha sido por el reto, bastante complicado, que suponía mantener los clientes del anterior vendedor que llevaba aquí unos 30 años».

«Cuando me llamaron de la ONCE pensaba que no iba a durar ni una semana», afirma Manzano, ya que se define como alguien «bastante introvertido». Sus inicios en la organización comenzaron en diciembre de 2010. Previamente trabajó de electricista, profesión en la que sufrió un accidente que le obligó a pasar por dos operaciones en la espalda, que le propiciaron una minusvalía física. «Intenté trabajar de lo mío, que era lo que yo quería, pero al final no pude seguir y me jubilaron», confiesa. También estuvo después como ayudante de cocina en el Grupo Norte, pero su espalda «no podía con el peso» y tuvo que desistir.

Fue entonces cuando un día, al pasar por la calle Muro decidió entrar en la oficina de la ONCE y preguntar, «Pensé que a lo mejor podían cogerme como empleado de mantenimiento, pero lo que menos pensé es que me iban a coger para la venta de cupones», cuenta Manzano. «Tiré para adelante con mucho esfuerzo».

Recuerda especialmente el primer día que se colgó los cupones. «Empecé el 17 de diciembre de 2010 cuando me citó el inspector en la zona de Covaresa. No olvidaré que eran las ocho de la mañana y hacía siete grados bajo cero». Es lo que considera lo más duro de su nueva profesión, «estar todo el día en la calle».

«El día a día es bastante duro, salir a la calle, nuevos premios, la gente se cansa y tienes que mantener su ilusión», lo que puntualiza que es «bastante difícil y frustrante salir todos los días a mantener esa llama», aunque por otra parte, considera que lo mejor de su nueva profesión es que «infundes ilusión y la gente te ve como una esperanza».

Comenzó los tres primeros años como vendedor de cupones en el Paseo Zorrilla de Valladolid a la altura del número 55, y después, al jubilarse el vendedor de Cigales, pidió el traslado para ejercer su trabajo en su localidad de residencia.

En estos más de cinco años, Manzano no ha repartido aún ningún premio ‘gordo’, «es difícil» bromea, pero agradece a los vecinos de Cigales su colaboración con la ONCE que en parte, son los que también han posibilitado su premio.

Manzano recibió el galardón en una cena de gala celebrada por la ONCE el pasado 19 de febrero en Madrid, donde la organización eligió también a otros 21 vendedores de toda España para premiar su labor y reconocer el esfuerzo de los empleados.

Durante la entrega de galardones estuvieron presentes el presidente de la ONCE, Miguel Carballeda, y el director general, Ángel Sánchez. Además los asistentes disfrutaron de una visita guiada por la capital, según informa Ical, en la que asistieron a un espectáculo cultural y a almuerzos y cenas de convivencia a lo largo del fin de semana. Manzano fue el mejor vendedor de Castilla y León de los 730 que hay en toda la Comunidad.