Educación
Educación no ve acoso en el Pinarillo pero cambia de centro a la menor
La Dirección provincial descarta ‘bullying’ a una alumna de 14 años y habla de «conflictos propios de la convivencia e incidentes puntuales» / El inspector no intervino hasta que la madre denunció ante la Policía
Educación resuelve la denuncia sobre un posible caso de bullying en el Pinar de la Rubia, conocido como el Pinarillo, cambiando de centro a la menor que denunció el acoso escolar y determinando que éste nunca se produjo.
La directora provincial de Educación, María Agustina García Muñoz, explicó ayer a este periódico que accede a la petición de traslado de instituto realizada por la madre de la alumna de 14 años que aseguró, hace dos semanas ante la Policía, que sufría acoso desde hace dos años por parte de algunos compañeros.
«No hemos podido constatar ni verificar que exista ese acoso», indicó García Muñoz, quien matizó que «otra cuestión es la percepción subjetiva que pueda tener la menor y el sufrimiento que le está generando».
La directora provincial justifica la decisión de trasladarla de centro educativo porque «la madre ha perdido la confianza en los profesores de este centro» y porque prime «el interés» de la joven y «le perjudique la situación lo menos posible».
Esta alumna plasmó en una denuncia en Comisaría que recibe con frecuencia insultos como «hija de puta, gilipollas o lesbianorra», también relató que en 2014 sufrió «una agresión por parte de un alumno», que cuando se encuentra en la calle con alguno de sus compañeros de clase éstos le llaman ‘Dora la puta exploradora’ y que desde que se cortó el pelo se refieren a ella con nombre masculino.
Tras concluir una investigación iniciada a principios de la semana pasada, la dirección provincial descarta que haya existido acoso escolar y concluye que el Pinarillo «funciona muy bien en materia de convivencia y se preocupa mucho porque haya un buen clima».
Educación destaca «la completa información» de la tutora de ese curso de Primero de ESO sobre «cada una de las situaciones y las reuniones mantenidas con la familia y los alumnos».
Considera que el centro actuó «correctamente», incluso al no avisar al inspector de la zona de que existían conflictos, que García Muñoz calificó de «incidentes puntuales» y «propios de la convivencia».
La directora provincial explicó que sólo se debe informar a la inspección cuando la dirección considera que se está produciendo un caso de bullying y en este caso no lo percibió así. Una conclusión que refrenda ahora Educación.
García Muñoz reconoció que la inspección no intervino hasta la pasada semana, tras saltar el caso y la denuncia policial a las páginas de este periódico.
Precisamente, la labor realizada por el inspector asignado al centro fue puesta en entredicho por la Asociación Contra el Acoso Escolar, de ámbito nacional, que exigió al consejero de Educación, Fernando Rey, que abriera una investigación y un expediente «por dejación de funciones».
García Muñoz sostuvo ayer que estas acusaciones «no son admisibles» y que este profesional «ha cumplido perfectamente con sus funciones».
Sin embargo, la Asociación contra el Acoso, tras conocer la conclusión de la investigación, anunció que continuará recabando información sobre el asunto, sobre el centro escolar y el inspector, y anunció que solicitará mantener una reunión con el consejero. En el encuentro le pedirá «que investigue al inspector en este caso y en otros pasados». También reiteró que se plantea acudir a los tribunales. «Estamos calibrando si podemos denunciar», indicó Encarna García, presidenta de la asociación.
Esta organización valoró negativamente el cierre del caso. Encarna García aseguró ayer que la decisión de Educación provoca «que otros se echen atrás y que la gente tenga más miedo de hablar». «Va a seguir habiendo acoso y va a ir a más. Esperemos que no haya nada grave que lamentar en algún niño o alguna niña», indicó García, que recordó que la semana pasada un grupo de padres del mismo instituto acudió a Gijón para solicitar ayuda de la asociación. «Nos dijeron que sus hijos tienen problemas y algunos desde hace tiempo, pero no se atreven a decir nada por temor a perjudicar a sus hijos», aseveró.
A este respecto, la directora provincial explicó ayer que una vez supo de esta visita de algunos padres por este diario, dado que no hay ninguna queja formulada por otra vía, el inspector acudió al instituto y preguntó al equipo docente y de orientación. «No tenemos noticia de ello y el centro tampoco», indicó la directora de Educación.
María Agustina García Muñoz , recomendó «a los padres que intuyan que a sus hijos les están haciendo daño se dirijan al centro o a la dirección provincial» y recordó que «uno de los indicadores del acoso es que los niños al principio no lo dicen» por lo que pidió a los progenitores que estén alerta de los «indicios».
Por otro lado, la Asociación Contra el Acoso también manifestó ayer que remitirá un escrito al Ministerio «para que pida explicaciones por la investigación y se interese por el caso y por el instituto».
Al margen de este procedimiento administrativo, la denuncia que presentaron madre e hija ante la Policía el pasado viernes 15 de enero sigue su curso. La menor deberá acudir a declarar el día 9 ante la Fiscalía de Menores.