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Blázquez a los políticos: «Con la unidad, ganamos todos»

El cardenal arzobispo de Valladolid les aconseja que trabajen «para el bien general» y que «busquen las vías» necesarias

Blázquez preside la procesión de la Virgen de la Paz de LaSeca, ayer. En la imagen, ante el cementerio junto a autoridades.-José C. Castillo

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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El cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, pidió ayer en La Seca, durante la misa conmemorativa del segundo centenario de la Cofradía de la Virgen de La Paz, que los hombres sean «pacíficos y pacificadores». Habló de Jesucristo como portador de «buenas noticias» y exhortó a mantener una actitud de concordia:«Con la unidad ganamos todos, con la ruptura perdemos todos», aseveró.

Es la misma ‘receta’ que dio a los políticos, después de terminada la celebración y la posterior procesión, en respuesta a preguntas de este periódico: «Vale para ellos el mensaje de la homilía», dijo. «Que trabajemos todos por el bien general, por el bien de todos: que busquen las vías», añadió.

Incluso la segunda lectura, de Primera de Corintios, pareció elegida para la ocasión: «Los miembros son muchos, es verdad, pero el cuerpo es uno solo. El ojo no puede decir a la mano: ‘No te necesito’; y la cabeza no puede decir a los pies: ‘No os necesito’...».

Al margen de la política estatal, omnipresente en las últimas semanas, medio millar de fieles se congregó en la parroquia de LaSeca para celebrar la efeméride. Blázquez agradeció a la Cofradía la invitación que le brindó para festejar con ellos el segundo centenario, y puso en valor a la Virgen de La Paz, «la vuestra, la de vuestros antepasados, vuestros padres y abuelos», dijo, «sin la cual vuestra fe no se entendería de la misma forma».

Los lasecanos ofrecieron a la Virgen, durante la misa, los afamados vinos producidos en la tierra, en el marco de la Denominación de Origen Rueda, e incluso presentaron como ofrenda el libro de cuentas de la Cofradía, una prueba de la «denodada labor» de la entidad.

No faltaron tampoco las palabras del mayordomo mayor de la hermandad, José María de la Cruz Cantalapiedra, quien agradeció al cardenal arzobispo, y a todos los presentes, celebrar juntos un acontecimiento de «tanto gozo» como el segundo centenario.

Tras la celebración, a la que acudió el subdelegado del Gobierno en Valladolid, Luis Antonio Gómez Iglesias; el diputado provincial, Conrado Íscar; el alcalde de La Seca, Gregorio Bayón, y numerosos ediles de los pueblos de la zona, tuvo lugar una procesión con la imagen de la Virgen a hombros de costaleros, hasta las puertas del cementerio. A la vuelta, se hizo una parada para hacer un ruego a la Virgen: que se consiga la «soñada» restauración de la desaparecida torre de la iglesia.

La Virgen de La Paz es la patrona de La Seca. Su festividad se celebra el 24 de enero. Su origen no es conocido, pero sí se sabe que existió una ermita a bastante distancia del pueblo, en el monte de la Paz, donde los lasecanos la veneraban en romería.

Ante la amenaza de las tropas francesas, en 1808 los vecinos llevaron la imagen (una talla en madera del siglo XVI y policromada en el XVIII) al pueblo. Finalizada la Guerra de la Independencia, se constituyó la Cofradía de Nuestra Señora de la Paz. Tres años después, el Papa Pío VII la concedió indulgencias y bendiciones.

Con motivo del segundo centenario, los lasecanos realizaron una novena del 15 al 23 de enero. El sábado se celebraron actividades festivas para niños, ofrendas florales, chocolatada y verbena.

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