Educación y Fiscalía investigarán el posible ‘bullying’ en el Pinarillo
n inspector recibe hoy a la madre de la menor de 14 años que denuncia que sufre insultos desde hace dos años y que fue agredida / Rey: «No vamos a tolerar ninguna forma de acoso entre iguales»
La Consejería de Educación y la Fiscalía deMenores investigarán en dos procesos diferentes si en el instituto El Pinar de la Rubia, conocido como el Pinarillo, una alumna de 14 años lleva dos años sufriendo acoso escolar por parte de sus compañeros, tal y como denunció la madre de la menor ante la Policía de Valladolid el pasado viernes.
Un inspector de la Dirección Provincial de Educación recibirá hoy a las 9 horas a la madre, que le presentará otra denuncia por ‘bullying’.
El consejero de Educación, Fernando Rey, aseguró ayer que, una vez la madre presente este denuncia ante Educación, se activará el procedimiento habitual, que es abrir una investigación para esclarecer los hechos. Para ello tomará declaración a los menores implicados, al personal docente, a la madre de la alumna y a la menor.
Rey explicó que no tenía constancia oficial de la situación, de la que se enteró el sábado por este periódico, pero incidió en que la política de la Junta es de intransigencia. «No vamos a tolerar ninguna forma de acoso entre iguales».
Ante un caso que aún no está esclarecido, el titular de Educación pidió ayer «prudencia», aunque reconoció «respetar el dolor de una madre preocupada».
Al margen del proceso administrativo que inicia la Consejería de Educación, está el que deriva de la denuncia interpuesta ante la Policía.
Uno de los fiscales de Menores de Valladolid, Miguel Guaza, aseguró ayer a este periódico que dado que se trata de una menor no debe trascender ningún aspecto del caso, pero sí explicó que el procedimiento ante cualquier denuncia de este tipo supone «que se abran diligencias informativas».
Primero tratarán de conocer la identidad de los estudiantes implicados para saber si son mayores de 14 años porque sólo si es así se les podrá abrir expediente. Después, el Ministerio Fiscal realizará las averiguaciones pertinentes para dirimir si hubo acoso. «Si hay motivo, se abrirá expediente sancionador a los menores. Si los agresores son mayores de 14 se instruirá y se llevará a juicio y será el juez el que decidirá», explicó.
La joven ya avanza que de los cuatro nombres que aparecen en la denuncia, dos chicas y dos chicos, –los «principales» de las ocho alumnas y cuatro alumnos que asegura que la acosan– sólo ellos tienen 14 y 15 años. «Ellas son más pequeñas», apuntó, por lo que quedarían fuera de un posible proceso judicial.
El consejero de Educación resaltó que el modelo de la Junta de prevención de violencia con mediadores y observadores «funciona», aunque reconoció «que se pueden dar casos puntuales».
Rey incidió en que hasta que no se efectúe la investigación y se realice un análisis detallado no se pueden conocer las medidas que podrían derivarse del expediente, pero sí avanzó que, «de entrada», la posibilidad de cambiar a la menor de centro no le parece la más idónea. «A falta de conocer lo que ha ocurrido, no parece razonable que sea la víctima la que cambie de instituto. Sería penalizarla doblemente», indicó antes de matizar que «se escuchará a la madre» y que lo principal será «el interés» de la menor. «Siempre primará lo que la alumna necesite».
Sin embargo, consultadas ayer por este periódico, madre e hija –que viven solas– insistieron en que no ven otra opción para resolver la situación que aseguran que llevan padeciendo dos años. «No me va a quedar otra en vista de cómo reacciona el instituto», señaló Paz, la madre de la menor, que el viernes cuando acudió a clase se topó con insultos en su pupitre y escribió a su progenitora para que la sacara del centro. Ponía ‘gilipollas’, con faltas de ortografía, y el nombre ‘Marcos’ y su apellido. Así, «Marcos», relata que es como la llaman para meterse con ella desde que luce pelo corto.
Paz acudió al centro educativo y se llevó a su hija. Juntas fueron a interponer la denuncia a la Comisaría de Delicias. En el escrito indican que recibe «insultos por varios compañeros de clase» desde hace dos años y que en noviembre de 2014 «sufrió una agresión por parte de compañeros de instituto». También apuntan que le llaman con frecuencia «hija de puta» y que por la calle la increpan al grito de «Dora la puta exploradora».
La madre se quejó ayer de que después del incidente del viernes «nadie del centro llamara» para interesarse por la joven. «Ni siquiera la tutora, el jefe de estudios o el director».
En la denuncia acusan al equipo docente y directivo de «no poner medidas para atajar los insultos y agresiones, llegando a manifestar a la madre que debía aguantar».
Paz también explicó que su hija «no ha querido salir de casa» en todo el fin de semana. «Estoy harta de verla sufrir, quiero alejarla de aquí y llevarla a un centro en el que se sienta segura», indicó la progenitora, que reconoció que esta posibilidad puede tener consecuencias negativas para la menor. «No quiero que vuelva a repetir, pero no sabemos muy bien qué más se puede hacer», afirmó.
Este periódico quiso ayer contactar con el director del instituto para conocer su versión de los hechos, pero no quiso ponerse al teléfono.