‘Embarazos’ que duran más de nueve meses
Más de 2.000 mujeres recurrieron a técnicas de reproducción asistida, 30 parejas a vientres de alquiler y hubo un centenar de adopciones en un año
Están en la parte negativa de la estadística. La que no consigue ocupar la cuna y la que cuando lo logra su ‘embarazo’ se prolonga más de nueve meses. Son esa pareja de cada cinco que necesita ayuda para conseguir una gestación. Lo han intentado muchas veces pero no se produce o, directamente, la falta de pareja o de varón en ella hacen que la vía tradicional se antoje imposible.
Cuando uno se da de bruces contra la infertilidad y está decidido a ser padre o madre no le queda más remedio que acudir a otras opciones. La mayoría de los castellanos y leoneses optan por la reproducción asistida, aunque también hay quien se decanta, en menor medida, por la adopción y, ya fuera de España, por la gestación por sustitución, lo que se conoce como vientre de alquiler.
Esta última es una opción poco extendida entre los castellanos y leoneses y no está reglada en este país, aunque sí en algunos otros, como Estados Unidos, México o Ucrania.
En 2014, el último año del que existen contabilizados datos, más de 2.000 mujeres se sometieron en Castilla y León a alguna de las técnicas de reproducción asistida dentro de la cartera de servicios que ofrece Sacyl; una treintena de familias de la Comunidad optó por un vientre de alquiler en el extranjero y 109 menores fueron adoptados por castellanos y leoneses.
Algunos de quienes recurrieron a la adopción o a vientres de alquiler probaron previamente sin suerte algún tratamiento de reproducción asistida.
Esta es la alternativa a la que más personas se agarran en la Comunidad y se puede dilatar en el tiempo hasta varios años. Primero se intenta el coito programado tras estimular la ovulación y, después, en cuatro ocasiones, la inseminación artificial, que «es a demanda» y no tiene lista de espera. Cuando no resulta, «llega la fecundación in vitro», explica el ginecólogo Luis Rodríguez Tabernero, jefe del servicio de Ginecología del Hospital Clínico de Valladolid.
Sacyl financia tres ciclos de fecundación in vitro y la lista de espera supera el año por cada intento porque en Castilla y León sólo se realiza en los dos hospitales de la capital vallisoletana (Río Hortega y Clínico).
Si el primer ciclo no tiene el efecto deseado y el embrión no se implanta con éxito la pareja tendrá que volver a la cola de la lista y probar suerte en una segunda ocasión, que supone otro año de eterna espera. Lo mismo si el segundo intento no funciona.
En este tiempo a veces la vida te cambia. «Hay gente que cuando la llamas porque le toca ha perdido el trabajo o lo ha encontrado y no está en el mismo momento que cuando empezó», reconoce el médico.
La tasa de éxito acumulado de los tres ciclos «llega al 75% de las parejas», indica Rodríguez Tabernero, que explica que el proceso puede provocar situaciones de tensión y frustración. «Hay mucho estrés y el nivel de ansiedad y angustia es muy alto».
Hace unos años la proporción de parejas que tenía dificultades para lograr el embarazo era algo más positiva, una de cada seis, pero el retraso de la edad de maternidad incide negativamente en la estadística.
Este ginecólogo insiste en que las mujeres deben ser conscientes de que el retraso de la maternidad condiciona la fertilidad. «Contra lo único que no podemos luchar es contra la edad. Ese es el factor más determinante y con la edad el número de anomalías cromosómicas es mayor», apunta. «Lo ideal es ser madre por debajo de los 35 años y mejor no por encima de los 40». Por ello, recomienda «guardar óvulos» a quien quieran ser madre más adelante.
Para estas mujeres que desean preservar su fertilidad existe la opción de la vitrificación de ovocitos –congelarlos– para convertirse en madre cuando consideren que es el momento. Sin embargo, Sacyl sólo cubre este servicio cuando se trata de mujeres enfermas, como las que pasan por un proceso oncológico, por lo que para el resto esta opción está reservada a las clínicas privadas.
Por otro lado, aunque todavía son una minoría quienes se deciden por la gestación por sustitución –vientre de alquiler– cada vez hay más familias. A falta de un registro oficial, la agencia Subrogalia, que opera desde España y ha tramitado los casos de varias parejas de la Comunidad, calcula que «en Castilla y León fueron alrededor de 30 familias y algo más de 800 en toda España».
Esta empresa indica que desde la primera llamada hasta que el bebé nacido en un ‘vientre de alquiler’ llega a España pasan 18 meses, aunque no es una alternativa para todos los bolsillos. «Entre 50.000 y 90.000 como mínimo y según el país».
Indican también que hay parejas que se decantan por esta idea tras lo que ellos llaman «el fracaso de la adopción». «Tardan hasta 6 u 8 años en llegar los niños adoptados y eso desazona a muchas personas».
Reconocen que todavía hay mucho que avanzar hasta que en España pudiera llegar a regularse –sólo Ciudadanos lo mencionó en campaña electoral– e inciden también en que «no es cuestión de capricho, sino un tema muy humano y serio». Simplemente, «querer ser padres».