Herrera: «El Diálogo Social es una cultura en Castilla y León»

El Paraninfo de la Universidad de Valladolid alumbró ayer la creación de la primera Cátedra del Sindicalismo y el Diálogo Social de España, una veta de estudio que es, a la vez, «historia viva».

Así la calificó el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, en una intervención ante un auditorio que mezclaba académicos, sindicalistas, empresarios, políticos y autoridades. El jefe del Ejecutivo autonómico incluso tiró del humor para reclamar la proyección al futuro de la nueva Cátedra: «Podéis adscribirla a Derecho e Economía o a lo que queráis pero, por favor, a Historia no, aunque algunos de los aquí presentes seamos pronto historia».

El presidente pronunció la intervención final en una mañana de celebración del entendimiento para procurar la paz social y el desarrollo económico. «El Diálogo Social es una cultura en Castilla yLeón y un ejemplo de democracia participativa».

Para Herrera, «no es casual» que ayer la Universidad de Valladolid diera «un paso pionero» configurando esta Cátedra porque defiende que la Comunidad «ha apostado como ninguna otra por el Diálogo Social».

En su memoria, afirmó, permanece muy viva la fecha del 9 de noviembre de 2001, momento en el que el Gobierno autonómico firmó, junto con empresarios y los dos grandes sindicatos, lo que considera «una línea que no puede interrumpirse».

Una evocación en la que quiso recordar a las figuras de los sindicalistas, ya fallecidos, Jesús Pereda (CCOO) y Fermín Carnero (UGT), que fueron sus interlocutores entonces, y al también desaparecido representante de la patronal, José María Antona. Agradecimiento extendido a otros protagonistas de aquel momento, como José Elías Fernández Lobato (Cecale) y al que hasta la pasada legislatura fuera el Consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, y a los actuales secretarios autonómicos de CCOO y UGT, Ángel Hernández y Agustín Prieto, así como a los integrantes del Consejo Económico y Social.

Herrera contrapuso lo vivido «hace más de 14 años» a la «pose estética de salir en la foto» y tiró de la prueba del algodón del dinero: en la última legislatura 15 acuerdos salieron de las mesas del Diálogo Social, dotadas con partidas que ascendieron a 2.500 millones de euros.

Otra prueba de la importancia que sus sucesivos gobiernos han concedido a esta fórmula de consenso fue la concesión «del máximo rango normativo» con la inclusión en el Estatuto «para que fuera un mandato que no dependiera de la voluntad del Gobierno de turno».

«Eficacia» y «fortaleza» fueron dos conceptos que Herrera unió al Diálogo Social. «Nos ha permitido encauzar problemas gravísimos sectoriales e individuales».

Tiempo de elecciones, tiempo de prudencia. Herrera no quiso entrar en la conveniencia o no de revertir de la reforma laboral puesta en marcha por el Gobierno de su mismo color, cosa que sí que hicieron aquellos que realizaron las intervenciones y que escuchaban sus palabras desde los asientos laterales del Paraninfo: los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez y Agustín Prieto. Una bancada de honor en la que se encontraba la presidenta de las Cortes, Silvia Clemente; la vicepresidenta de la Junta, Rosa Valdeón; la delegada del Gobierno, María José Salgueiro; el consejero de Educación, Fernando Rey; el secretario autonómico del PSOE, Luis Tudanca, y el coordinador general de IU en Castilla yLeón, José María González.

Pero el presidente autonómico tampoco esquivó marcar una cierta diferencia con el Gobierno nacional. Trajo a colación el mes del marzo de 2012 cuando, gracias a las mesas de negociación, en Castilla yLeón «se cerraba un acuerdo en materia de empleo dos días antes de una huelga general».

En ese plano de entendimiento puntualizó que el especial marco de entendimiento creado en la Comunidad cambió de extintivo a suspensivo el carácter de muchos ERE, antes de mencionar el «gran ejemplo» colaborativo ante el incendio de la planta de Campofrío en Burgos.

El Diálogo Social, remarcó, es un instrumento indispensable para la modernización y la competitividad y el empleo a través del acuerdo marco. Pero el presidente quiso poner un especial énfasis en la relevancia que ha mantenido en su vertiente social (el alto nivel de integración laboral de discapacitados) y en el desarrollo de servicios sociales, en el auxilio de personas que «han sufrido y siguen sufriendo las consecuencias de la crisis».

Cifró 23 programas que atienden a 150.000 personas con una dotación total de 180 millones y, en especial, la Renta Garantizada de Ciudadanía, o medidas pioneras en España como la asignación de 400 euros a parados sin ninguna otra prestación.

El líder del Ejecutivo regional ejemplificó la vigencia del Diálogo Social con los asuntos que ahora trata, como una nueva estrategia de empleo, viviendas en alquiler para quien no pueda adquirir una, la mejora de la Renta Garantizada y otros compromisos que dependen del Fondo de Facilidad Financiera. E ironizó con su particular bestia negra «Montoro proveerá».