ELECCIONES GENERALES 20-D
Sánchez: «Valladolid demuestra que España necesita el cambio»
El líder socialista elogia al Gobierno de Puente y dice que «4 años más de Rajoy es masoquismo»
Si consigue, como pretende, dar «el finiquito por causas objetivas» a Mariano Rajoy y los votos le respaldan en las Generales del 20 de diciembre para hacerse con la presidencia del Gobierno, el secretario general de los socialistas, Pedro Sánchez, aseguró que gobernaría del mismo modo que el alcalde de Valladolid, Óscar Puente.
El líder socialista aseguró ante casi medio millar de simpatizantes y militantes, durante un mitin en el vallisoletano barrio de Delicias, que Valladolid y su alcalde, con su política de hechos, «demuestran que España necesita el cambio y que otra manera de gobernar es posible». Una fórmula socialista que articuló en cuatro pilares: «El diálogo, las políticas sociales, un plan de empleo para los jóvenes y el refuerzo a la atención de los mayores».
Ante un auditorio tan lleno que más de medio centenar de personas se quedaron fuera por falta de aforo, celebró que el centro cívico donde tuvo lugar el acto y la ciudad «desbordaran socialismo, ilusión y ganas de frenar el paro, la pobreza, la corrupción y a la derecha» y prometió regresar a Valladolid antes de las elecciones. No fue la única promesa concreta para la zona. Pronunció dos referentes a la Comunidad.
El líder socialista se comprometió con Castilla y León, «como presidente, a frenar la despoblación y mejorar la financiación autonómica». Dos de los caballos de batalla para los castellanos y leoneses que, sin embargo, no avanzó cómo abordará.
Sánchez centró casi la totalidad de su intervención de 20 minutos en contraponer «el fracaso de Rajoy» con las propuestas de su partido. Volvió a aseverar que «España tiene sed de cambio» y considera que «cuatro años más de Rajoy serían una apelación al masoquismo».
Criticó que el presidente del Gobierno «confunda la mayoría absoluta con el absolutismo» y se refirió a él como «un maestro del eufemismo». Para ese momento de su discurso el auditorio ya le había ovacionado media docena de veces y quedaban otras tantas.
Para Sánchez, ser socialista y de izquierdas «es una forma de entender la vida», en la que «la suerte de uno depende de otros, la del mayor del joven, la del empleado del desempleado y la del enfermo del sano», citó.
«En el PSOEpensamos en todos. Eso nos diferencia del PP y que no decimos a la gente cosas que no podemos cumplir», remarcó el secretario de los socialistas, para enumerar cómo, a su juicio, Mariano Rajoy «ha gobernado solo y frente a todos». Tanto es así que ironizó con la supuesta llegada a Moncloa de Sánchez en la que pasaría una primera etapa derogando medidas puestas en marcha por el actual Gobierno. «Vamos a tener un mes entretenido, de derogaciones».
Sánchez se comprometió a derogar la reforma laboral –como ya había avanzado en los días–, también la Lomce y la ‘Ley Mordaza’, a bajar el IVA cultural, a recuperar la justicia universal, a «devolver el derecho de las mujeres menores de 18 a decidir cuándo ser madres» y a implantar un plan para el retorno de los jóvenes.
La corrupción ocupó otra parte de su discurso. Se confesó «con ambición de una España» sin ella y se definió como «un político limpio, a diferencia de otros». «No me va a temblar el pulso para echar a ningún corrupto».
Tuvo unos minutos para Ciudadanos, se olvidó de Podemos y se presentó como la única opción posible de renovación. «Somos el único partido capaz de ganar el PP. El único cambio posible es el PSOE, no la derecha de copagos farmacéuticos de Rivera, ni la suma de Rajoy y Rivera».
Sobre la declaración del inicio del proceso de independencia de Cataluña se mostró firme. «Decirles a los que esconden sus amenaza detrás de palabras como democracia que quebrantar la ley es todo menos democracia, intentar fracturar es todo menos voluntad y tratar de imponerla es todo menos libertad, es arbitrariedad». Tres conceptos que Pedro Sánchez ve «en riesgo» y que se comprometió a «defender».