Cultura
Luis Díaz Viana condensa su poesía en una antología
Reúne siete poemarios, canciones, sonetos y textos de Luis Alberto de Cuenca y Javier Cabornero
El escritor y antropólogo vallisoletano Luis Díaz Viana en una imagen de archivo; a la izquierda, portada de la antología.-C. Espeso
Es todo un viaje por el tiempo y la palabra que abarca algo más de 40 años. Prácticamente una integral con la poesía de Luis Díaz Viana que la editorial Devenir acaba de reunir bajo el título de En honor de la Quimera.
El volumen será presentado el próximo 6 de noviembre por el escritor y antropólogo, en la sede de la Fundación Segundo y Santiago Montes. Díaz Viana estará acompañado, entre otros, por el responsable del sello, Juan Pastor, así como por Javier Carbonero, autor de uno de los estudios incluidos en el volumen, que incluye también textos de Francisco Gallego y de Luis Alberto de Cuenca, que subraya «el polimorfismo cultural» en el que «hunde sus raíces» el autor vallisoletano.
La Casa del Lector de Matadero Madrid celebrará también la presentación en sociedad de la antología, el próximo 17 de noviembre.
Poemarios
Dejando al margen Pagano refugio (1996) y Los versos recibidos. Baladas de horror, amor y guerra (1996) –considerados por Díaz Viana como «universos autónomos»–, por sus más de 300 páginas se extienden los versos de poemarios como Resurrección (1971), Cárceles de soledad (1974), Deseada libertad (1976), En el umbral de Eleusis (1980), Episodios carnales (1989), Oriente (1990) y Habitación en Berkeley (1992). También recoge sonetos escritos en 2011, así como algunas de sus canciones que un día fueron interpretadas por María Salgado,Joaquín Díaz o Keltia.
«Contemplándolos en conjunto, se observa un sentido único de principio a fin», explicó ayer el autor a este diario. «No son poemarios que se perturben; al contrario, cada uno encuentra su sitio uno junto al otro. Son como un árbol que va creciendo, ramificándose y floreciendo... Todo comparte un origen común», detalló Luis Díaz Viana antes de revelar la auténtica dimensión de su obra poética. «No es una simple excrecencia de mí mismo, o de mi labor como investigador o profesor. La poesía ha resultado fundamental para vivir», admitió el poeta.
La suya, por más que se construya con «girones» de vida y de experiencia, no es una biografía poética. «Poesía y antropología son caminos de conocimiento», advirtió.