Diario de Valladolid

LA QUINTA ESQUINA: ENTREVISTA A JOSÉ ANTONIO MARTÍNEZ BERMEJO

«Hay un alcalde virtual que es Saravia y uno real que es Puente»

Presidente del Grupo Popular en el Ayuntamiento. Afronta una legislatura en la oposición, un lugar al que no están acostumbrados los ‘populares’ y que, en un principio, les noqueó. Tras despertar de «la catarsis» quieren ser una alternativa real

El presidente del Grupo Popular en el Ayuntamiento, José A. Martínez Bermejo, ayer, en el programa ‘La Quinta Esquina’-J.M. Lostau

El presidente del Grupo Popular en el Ayuntamiento, José A. Martínez Bermejo, ayer, en el programa ‘La Quinta Esquina’-J.M. Lostau

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Estibaliz Lera

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Se dice, se escucha, se comenta que en Valladolid hay un alcalde real que es Óscar Puente y uno virtual que es Manuel Saravia –concejal de Urbanismo–. El presidente del Grupo Popular en el Ayuntamiento tiró de la voz de la calle para decir que la capital del Pisuerga cuenta con dos regidores.

Cauto y sin querer que esa afirmación se pusiera en su boca, José Antonio Martínez Bermejo acudió a la llamada de La Quinta Esquina de La 8 de Valladolid, programa en el que participan DIARIO DE VALLADOLID / EL MUNDO y Castilla y León Es Radio, para afirmar que si Puente hubiera estado solo en el tema de la concentración invernal de Pingüinos «probablemente lo hubiera solucionado».

Y no es porque el socialista sea santo de su devoción. Ni mucho menos. De hecho, la noche del martes se enzarzaron en una discusión dialéctica a través de la red social Twitter. El motivo de esta riña fue el viaje que Puente hace hoy a León. El popular le preguntó al alcalde que cómo se iba a trasladar a la capital leonesa: en AVE, en el cual se negó a subirse ayer en la inauguración de la línea Madrid - Valladolid - Palencia - León, o en el coche oficial.

Una pregunta «inocente» que llevó a varios tuits, a los que el máximo dirigente del PP en el Ayuntamiento restó importancia. «Es un medio de comunicación distinto donde podemos trasladar nuestras impresiones», dijo, a la vez que criticó la actitud de Puente. «Me da envidia ver cómo el alcalde de Palencia se subió al AVE y pudo conversar con el presidente del Gobierno y la ministra de Fomento para buscar soluciones para sus vecinos».

En este sentido, comentó que es «lícito» defender los intereses de los vecinos de La Pilarica, pero «las actividades de postureo nacen y mueren en sí mismas, y no conducen a nada». Por ello, avanzó que el Grupo Popular se reunirá la semana que viene con los afectados por el cierre del paso a nivel. «Nuestro objetivo es ir al barrio y que nos faciliten toda la información, ya que consideramos que debemos trasladarlo alMinisterio de Fomento con la mejor de las voluntades».

La división de este barrio no es un problema de hace dos días. El equipo de Gobierno anterior buscó una solución: la construcción de un túnel. Esta propuesta, según Martínez Bermejo, tuvo «una fortísima oposición» de los dos grupos municipales. «Se plantaron en la plaza para decir que no se hiciera ese túnel», subrayó. «Montaron en cólera, porque lo que querían hacer era un paso a nivel y todo el mundo sabe que eso no está permitido en la Alta Velocidad», añadió.

La Pilarica copó buena parte de la tertulia nocturna, pero también se tocaron otros temas como la vuelta del exalcalde Francisco Javier León de la Riva, si el recurso contra la sentencia que lo inhabilita resulta positivo –está previsto que se falle a final de semana–. Al respecto, el presidente del Grupo Popular en el Ayuntamiento no quiso decir nada. «Javier León es un político de raza, de los que se produce un caso entre 100 en la historia de Valladolid. Estoy convencido de que él quiere ser político hasta el último de sus días, pero no me corresponde a mí tomar esa decisión». No obstante, señaló que es «complicado subirse a un tren al que has estado desenganchado durante un tiempo».

No lo dijo por decir, sino con conocimiento de causa. Martínez Bermejo reconoció que los populares han sufrido un periodo de «catarsis, transformación y metamorfosis» tras el resultado de las elecciones de mayo. «Fue una lista ganadora y nos tuvimos que reinventar», indicó. Sin embargo, ese periodo ya pasó y ahora, según admitió, «están dispuestos a coger el relevo en el momento en el que se nos necesite». «Nuestra intención es ser proactivos y estar en los lugares donde nos reclamen, incluso si nos abuchean».

Otro tema polémico que saltó al ruedo televisivo fue el sueldo del alcalde. El máximo representante del PP en el Consistorio fue tajante: «Nos hemos sentido utilizados y no queremos que nadie se escude en nosotros para no bajarse el sueldo», apostilló. Y es que, a su juicio, Óscar Puente, quien criticó «hasta el hartazgo» la cuantía que cobraba el anterior alcalde, se ha olvidado de las promesas electorales y las 107 medidas que consensuó con el tripartito –Sí se Puede y Valladolid Toma la Palabra–. «El alcalde de Zaragoza que pertenece a la marca blanca de Podemos se bajó el sueldo un 25% hasta los 75.000 euros y nadie se lo tuvo que pedir, él mismo tomó la iniciativa».

No obstante, los populares, al ver que el regidor vallisoletano no lo hace, han presentado una moción para saber qué grupos políticos quieren que el alcalde y los concejales se bajen el sueldo, y cuáles no. «No queremos que nadie nos utilice». «El debate sobre los sueldos no le hemos abierto nosotros, sino ellos, y si los políticos municipales tenemos que ganar menos, pues lo acataremos», sostuvo.

Durante el debate también afloraron las tensiones internas entre Podemos Valladolid y su marca blanca con la que se presentaron a los comicios de mayo, Sí Se Puede. «Es un tema interno, pero creo que lo han escenificado demasiado de cara a la calle».

Martínez Bermejo también habló de su compañero de corporación, Jesús Presencio, concejal de Ciudadanos. «Es un caso muy grave y totalmente rechazable y reprobable. Nadie puede conducir bajo los efectos del alcohol. Creo que lo que tenía que haber hecho al día siguiente es salir pidiendo disculpas y dimitir», matizó.

Asimismo, el popular aludió a la injerencia de otros partidos a la hora de medir los errores de los demás. «Cada partido es responsable de lo que hacen sus miembros, pero también es verdad que el PSOE pone las cuotas morales a la altura del Empire State y para ellos mismos a ras del suelo».

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