Diario de Valladolid

LA PEDRAJA DE PORTILLO

Todos los toros se escapan en La Pedraja

El último encierro campero termina en estampida Rescatan a un novillo seis horas después de huido

Uno de los toros del encierro.-El Mundo

Uno de los toros del encierro.-El Mundo

Publicado por
Santiago G. del Campo
Valladolid

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La Pedraja de Portillo cumplió el segundo de sus tradicionales encierros camperos con ‘estampida’ general. De esta forma, cumplió también con otra de las costumbres que, según comentaron grupos de vecinos mientras esperaban sobre el asfalto a las reses, se está convirtiendo en tradición en la villa: pocos son los toros que terminan entrando en el recorrido urbano.

La manada partió de los corrales, en medio de la estepa cerealista que rodea al pueblo vallisoletano, puntual a las diez de la mañana. La formaban tres novillos de la ganadería de El Raso de Portillo, que se tiene como la más antigua de España, y seis bueyes.

A la media hora, el centenar de caballistas que conducía la comitiva vio cómo los astados escaparon con rapidez hacia la derecha, y poco se pudo hacer ya para reconducirlos. Salió el coche de la anestesia a buscar a los novillos y en cosa de dos horas ya habían trasladado a dos de ellos al coso, haciendo uso de las jaulas. Dio más quebraderos de cabeza el último de los toros, que se metió en un campo de girasol. Después de seis horas de intentonas, se logró reconducirlo con la ayuda de los vezados.

Con todo, en los inicios del festejo se pudieron ver bonitas escenas de encierro campero y no se registró ningún incidente. «Pese a que no han entrado, podemos decir que el encierro ha sido bonito y que el público se ha divertido», explicó la alcaldesa de la localidad, Henar González, en respuesta a este periódico.

El último de los festejos taurinos se celebró a las siete de la tarde, con una corrida de rejones en la plaza de toros, a cargo del malagueño Martín Ferrer de Vélez. Lidió dos novillos de la misma ganadería, El Raso de Portillo, un hierro que alimenta a sus animales en la cercana finca del mismo nombre, dentro del término municipal de Boecillo. Se trata de astados con encastes Parladé y Santa Coloma, que muestran una señal de oreja con zarcillo en la derecha y media luna en la izquierda. Existen referencias documentales a estas vacadas desde el siglo XVII.

A la corrida siguió un desenjaule, y a éste la última verbena de fiestas. Sólo fue interrumpida por el tradicional pasacalles ‘Pobre de mí’, organizado por la peña La Aldaba, con el que los vecinos se despidieron de las fiestas taurinas de La Pedraja de Portillo 2015.

«Yo creo que han sido unas fiestas muy positivas, que han atraído al pueblo a muchos visitantes, y con las que los vecinos también se lo han pasado muy bien», aseguró González. En su opinión, al buen desarrollo de las fiestas también ha contribuido «el buen tiempo que se ha registrado durante todo el fin de semana».

Tras sólo dos días de descanso en las jornadas de hoy y mañana, los encierros taurinos volverán a la provincia vallisoletana el miércoles, con los tradicionales festejos mixtos ‘al estilo de la villa’ de Medina del Campo.

La localidad comienza mañana mismo sus fiestas patronales de San Antolín, con un ‘zambombazo’ mañanero y el pregón y proclamación de reinas de las fiestas, allí llamadas ‘lagareras’, por la noche.

Pero no será hasta el miércoles cuando se celebre el primer encierro en Medina del Campo, con la suelta de seis novillos y la participación de 400 caballistas. Celebrará hasta 6, los días 2, 3, 4, 5, 6 y 8 de septiembre. Después, tomarán el testigo pueblos con encierros tan importantes como Tordesillas u Olmedo.

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