Sanidad
Valladolid, León y Burgos gastan el 85% de los 48 M € en conciertos sanitarios
Sanidad reduce en un año un 14% el importe por derivaciones a centros privados / En Valladolid el recorte es del 5% / Destinó a estos conciertos un 5% del gasto de Sacyl, frente al 7,4% nacional
La desigualdad entre hospitales de las distintas provincias por los recursos de los que disponen, en relación con la población a la que atienden, provoca que algunas recurran a más a conciertos con la Sanidad privada y otras mantengan unas cifras más modestas.
Las diferencias son tan abultadas que León , Valladolid y Burgos copan el 85% del gasto de Sacyl en derivaciones a centros privados.Una cantidad que en 2014 descendió a los 48,5 millones de euros, lo que supone que Castilla y León recortó el coste de estos acuerdos un 14%, respecto a un año antes –56,2 ME– y un 13% sobre 2012. En el primer trimestre de este año, la Comunidad ya ha concertado intervenciones y procesos por valor de otros 10,5 millones.
León fue la que más gastó, con 22,8 millones y el 47% del total, seguida de Valladolid (11 ME, el 23%) y de Burgos (6,6, el 14%). Por contra, las provincias que menos contratos de este tipo generaron fueron Soria, Palencia y Zamora.
La mitad del coste de conciertos responde a procesos de hospitalización (22,9 millones en 2014), mientras que el siguiente servicio que más se deriva a centros privados es el de diálisis, que en siete de las provincias representa el mayor volumen, salvo en las dos que concentran las mayores cantidades por hospitalización: León destina a la contratación externa de hospitalización 15,3 millones y Burgos, casi otros cuatro. Mientras en la provincia leonesa esta partida se dispara un 6% respecto a 2012, Burgos consigue contenerla y la reduce un 34%.
El consejero de Sanidad, Antonio Sáez, justifica estas elevadas cuantías en estas dos provincias en la existencia de «relaciones de cierta estabilidad» con centros como los de San Juan de Dios, que funcionan como hospitales de crónicos y que, a su juicio, «presentan una calidad similar a la de los hospitales públicos».
En menor medida, los procesos quirúrgicos acaparan la tercera partida con mayor cuantía. Valladolid es la que más deriva por cirugía y Burgos se encuentra en el pelotón de las que menos, cuando, precisamente, el Clínico vallisoletano y el Hospital de Burgos son los que más lista de espera quirúrgica media acumulan año tras año.
La naturaleza de las entidades con las que contrata Sacyl sirve al consejero para defender este modelo «de actividad complementaria». «No llenamos los bolsillos de grandes tiburones empresariales, casi la mitad son sin ánimo de lucro, como los de la orden de San Juan de Dios, y los conciertos representan una parte mínima de la actividad sanitaria. De un presupuesto de unos 3.200 millones de euros, sólo destinamos algo menos de 50 millones», sostiene Sáez.
De nuevo, este asunto es uno de los que más enfrenta a sindicatos y Consejería, en lo que para los representantes de los trabajadores representa un síntoma de «privatización», que se podría amortiguar con más recursos humanos y técnicos, mientras que para la Administración responde a una ayuda para aliviar listas de espera y descongestionar centros, dentro de un sistema «que mantiene el modelo de Sanidad pública».
La concertación ha disminuido en dos años en todos los servicios, salvo en el de logopedia, yen todas las provincias –un 5% en Valladolid–, excepto en Salamanca, donde se incrementó un 13%, pese a ser la quinta provincia con más gasto en este tipo de contratos, con un 1,8 millones en 2014.
En el extremo contrario al de logopedia están los procesos diagnósticos, cuyo gasto en externalizaciones se redujo un 50% y el de las interrupciones del embarazo, que también disminuyó un 25% y resulta curioso porque esa intervención únicamente se realiza en un hospital de Sacyl, en Miranda de Ebro. «En el resto existe una objeción de conciencia extendida y por eso recurrimos a centros privados», aclara el consejero.
Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad, que corresponden a 2013, el coste de los conciertos con la privada suponían en Castilla y León el 4,7% del gasto de Sacyl –incluyendo aquí el transporte sanitario y las terapias respiratorias–, mientras la media del Sistema Nacional de Salud subía este porcentaje en tres puntos, hasta el 7,4%.