Teatro Corsario retrata a la mística audaz y combativa

Corsario vuelve al Olmedo Clásico, el festival que ayudó a alumbrar quien fuera su fundador, Fernando Urdiales, para poner en escena Teresa, miserere gozoso. Será a las 22.30 horas, en la Corrala del Palacio del Caballero, con Rosa Manzano, Julio Lázaro, Pilar San José, Jesús Peña, Consuelo Bravo y Cristina Calleja.

Se trata del primer montaje escrito y dirigido por Luis Miguel García, uno de los emblemáticos miembros de Teatro Corsario. «En aquella sociedad, que una mujer escribiera era, de por sí, una audacia. Teresa de Jesús aparece en constante refriega contra los ortodoxos y se opone al concepto de honra como un sistema que ahoga a los excluidos», advierte el autor en la web de la compañía.

«El público se ve sorprendido por la recreación histórica; y es quelo que nos habían contado de ella estaba contado a medias», destacó ayer el director a este diario. «También sorprende el retrato humano, porque se la presenta como una mujer por encima de todo», matizó. «Cuando se encuentran ambas partes uno dice ‘qué tía, qué brava, qué afectiva, qué poderío, qué contradicciones...’. Habrá quien piense que es una historia de monjas extemporánea, pero esa es sólo una parte. La obra comienza con aquella enfermedad que casi la mata con veintipocos años, es una metáfora de una mujer que del dolor hizo virtud, hizo su fuerza», reivindicó Luis Miguel García.

«Razonaba respecto al matrimonio que no quería estar sujeta a un hombre, que muchas veces te acaba la vida», exclama la santa. «Pronto vio que casarse era callar y obedecer. Ella quería lo que tenían los hombres, de ahí que tropezara con su padre, con la sociedad, con la Inquisición. Reivindicó su derecho a ser espiritual», recordó García.