De la Riva sopesa abandonar la política

Sopesa alejar su futuro del Ayuntamiento. Tras 20 años como regidor de la capital vallisoletana, Javier León de la Riva se plantea abandonar la política municipal.

Con un previsible cambio de color político, si prospera el pacto de izquierdas que le arrebataría el bastón de mando pese a ser el partido más votado el pasado domingo, el Consistorio y el PP cerrarían un ciclo que se ha extendido en cuatro legislaturas y Javier León de la Riva pondera hacerlo también.

El alcalde en funciones contempla incluso, llegado el caso, no tomar posesión del acta de concejal el próximo 13 de junio, cuando se constituya el Ayuntamiento en el que el PP ocupará doce de los 29 asientos.

Si finalmente decide dejarlo, su decisión provocaría que dos escenas, esperadas por muchos, no llegaran a producirse aunque los socialistas obtuvieran la Alcaldía de Valladolid. Por un lado, Javier León de la Riva sentado en la bancada de la oposición y, por otro, como miembro de mayor edad de la corporación, entregando el bastón de mando a su sucesor en el cargo, previsiblemente quien ha sido su principal oponente político en los dos últimos mandatos.

Aunque Javier León no pudiera gobernar tras la pérdida de cinco ediles y se marchara, en la comparativa de resultados con sus compañeros de partido en otras ciudades de Castilla yLeón no saldría mal parado.

Cosechó el tercer mejor resultado del PP en las capitales de Castilla y León con un respaldo del 35,8% del electorado, por detrás del equipo de Alfonso Fernández Mañueco, en Salamanca (39,17%), y el de Alfonso Polanco, en Palencia (37,5%).

Sin embargo, si fructifican las alianzas de PSOE, Toma la Palabra y Sí se puede, ni siquiera tendría la opción de pactar. Los dos concejales de Ciudadanos, la formación que a priori apoyaría a la lista más votada, no le servirían para alcanzar la representación suficiente y revalidar el poder en el Consistorio.

A este histórico popular, ginecólogo de profesión, la pérdida de la mayoría absoluta podría devolverle a una parcela que una apretada agenda municipal eclipsó durante más de dos décadas, la familiar. Uno de los hijos del todavía regidor en funciones avanzó estos días una posible despedida en Facebook.

«Injusto y triste». Así comienza una de sus entradas en la red social, ilustrada con una foto en la que De la Riva ejerce de abuelo de sus dos nietas. En esta reflexión pública señala que la ciudad «le echará de menos» y manifiesta su pesar por su padre, pero asegura sentirlo «sobre todo por Valladolid».

Su hijo recuerda «orgulloso» la labor de su progenitor al frente de la corporación municipal, subraya «todo» lo que ha hecho «por la ciudad» y apunta que, al fin y al cabo, al PP le separa una buena horquilla de votos del principal contrincante, el Partido Socialista, con un 35,8% a 23,2% de los votos, respectivamente. Traducido en sufragios: 59.519 para los populares y 38.591 para los socialistas.

Un Psoe que, gracias a una alianza a tres bandas, colocará con toda probabilidad a su candidato, Óscar Puente, como alcalde, si las otras dos formaciones ‘llave’ Valladolid Toma la Palabra y Sí se puede mantienen el apoyo a su investidura acordado.

Javier León de la Riva diría entonces adiós como llegó. Su estreno como candidato en sus primeras elecciones guarda similitudes con las que serán las últimas para él. Su aterrizaje en el Ayuntamiento de Valladolid fue, también, con una victoria insuficiente.

En 1991 el hoy regidor en funciones recibió más respaldo del electorado (40,7%) que sus adversarios en las urnas y logró trece concejales, uno más que el Psoe de Tomás Rodríguez Bolaños, que se coronó como alcalde porque un pacto entre socialistas e Izquierda Unida lanzó a De la Riva a la oposición.

En 1995 rubricó su primera mayoría absoluta, que revalidó otros tres comicios consecutivos, pero no el pasado domingo.

De materializarse la renuncia de la principal figura del partido en la ciudad, se abriría otro proceso, el de la sucesión de Javier León como líder del equipo municipal popular. Empiezan las apuestas.