El PP tendrá que pactar con C’s para gobernar la Diputación

La preponderancia que ha ostentado el Partido Popular durante las dos últimas décadas en la Diputación de Valladolid parece que se resquebraja y abre una grieta por la que se cuelan dos fuerzas de las denominadas emergentes. A falta de que el Ministerio del Interior confirme mañana cómo quedará configurada la Institución provincial tras las elecciones del 24-M, los números analizados por los partidos coinciden en señalar una pérdida de la mayoría absoluta de los populares, un aumento de la representación del Psoe y de IU, y la entrada de Ciudadanos y de Podemos, a través de Sí se Puede Valladolid.

El plenario, formado por 27 diputados, estaría más fragmentado que nunca en la historia reciente de la democracia, con la presencia de cinco partidos y ninguno de ellos con la mayoría suficiente como para poder gobernar en solitario.

Según las estimaciones que barajan todos los representantes consultados, el PP perdería cuatro diputados y pasaría de los 17 actuales a los 13; el Psoe ganaría uno y se quedaría con diez; IU-Toma la Palabra también sumaría uno y tendría dos representantes; y tanto Ciudadanos como Podemos sentarían a un portavoz en cada caso.

Si la aritmética electoral no falla, el PP se quedaría, por tanto, con 13 miembros, lo que le deja a uno de lograr el sillón de mando, por lo que sería necesario que pactase con Ciudadanos, algo que no descarta el partido liderado por el presidente en funciones, Jesús Julio, para garantizarse la mayoría en la corporación. «Hablaremos con ellos y confiamos en que no haya problemas», destacaron fuentes del PP provincial.

A priori, por proximidad ideológica, parece el único acuerdo factible. Porque la otra mayoría que se podría fraguar pasaría por implicar al PSOE (10), a Izquierda Unida-Toma la Palabra (2), a Podemos (1) y a Ciudadanos (1), es decir, por fomentar un acuerdo a cuatro bandas que sume los 14 diputados necesarios para acabar con la presidencia de los populares. Sin la suma de alguno de ellos, el PP seguiría aferrado al bastón que sujeta de manera continuada desde el año 1993.

Esa es precisamente la fecha en la que los pactos entre partidos dejaron de rubricarse para alcanzar la Presidencia de la Diputación. Hasta entonces se habían producido dos acuerdos. El primero, en 1987 entre CDS (Centro Democrático y Social) y AP (Alianza Popular), por el que Ovidio Fernández Carnero gobernó durante tres años para dejar paso tras su dimisión a Félix Calvo Casasola.

El segundo acuerdo se produjo en 1991 entre Psoe y CDS –con el apoyo en la investidura de Izquierda Unida–, para otorgar la presidencia a Juan Antonio García Calvo, que estuvo al frente de la Institución hasta 1993. A partir de entonces el mapa de la Diputación ha estado marcado por el bipartidismo, con hegemonía del PP a través de la figura de Ramiro Ruiz Medrano, que permaneció al frente de la Institución durante 18 años.

La estela de la mayoría la continúo su sucesor, Jesús Julio Carnero, que en las pasadas elecciones de 2011 consiguió una holgada mayoría de 17 diputados. Pero tras un primer mandato, las urnas le han pasado factura en prácticamente todo el territorio.

En el análisis por partidos judiciales –la división tomada como referencia para conocer el número de representantes políticos en cada zona de la provincia– sólo Medina de Rioseco (que engloba 64 municipios) se mantiene en los mismos términos. Es decir, el PP mantendría dos representantes y el Psoe, uno, de los tres que se eligen.

En el partido judicial de Medina del Campo, que abarca 45 enclaves, el PP perdería uno de los cinco que tenía y el Psoe sumaría uno a sus tres representantes, hasta alcanzar el mismo número entre ambos, de los ocho que se eligen.

Pero es en el partido judicial de Valladolid (con 116 pueblos y 16 elegidos) donde en realidad se cocina el cambio. Mientras el Psoe mantendría sus cinco diputados, el PP pierde los tres que se reparten a partes iguales IU-Toma la Palabra, que lograría así los dos miembros, y Podemos y Ciudadanos, que se estrenan en el plenario.

Hoy está previsto que tanto Jesús Julio Carnero como Ramiro Ruiz Medrano realicen un balance sobre los resultados electorales y anuncien su estrategia de cara a la configuración de la próxima corporación.