«No me da ‘palo’ nada, no me corto ni con un cristal»

Mojadense de nacimiento y manchega de acogida artística. Su conexión con la tierra del Quijote fue a través del programa de copla A tu vera, donde quedó en cuarto lugar. «Ha sido la mejor experiencia de mi vida», reconoce. Mujer con fuerte carácter, fresca y moderna. Cuenta con 1.500 seguidores en Facebook. Su padre es payo y su madre gitana. «Soy muy de raíz, pero cojo lo que me gusta de cada una de las culturas», afirma con rotundidad.

Pregunta.- Cambió los ruedos por los escenarios, ¿nació para artista?

Respuesta.- Nací para expresar lo que llevo dentro. Primero con el toro y ahora con la música. Si eso es ser artista, pues sí.

P.- Su nombre es Saray, ¿no sería más sencillo llamarse Verónica?

R.- Hmmm… no. (Se ríe). Me quedaría siempre con Saray.

P.- ¿Le gusta dar la nota?

R.- Para nada. Soy muy tapada. Si me subo al escenario es mío, pero si estoy entre amigos o familiares no me gusta destacar.

P.- ¿Canta en la ducha?

R.- Por supuesto que sí. Me relaja un montón cantar temas de Whitney Houston. También es verdad que no estoy todo el día canturreando, solo cuando me viene la inspiración o ensayo para mis conciertos.

P.- Usted que toca varios palos del flamenco, ¿qué cosas le dan ‘palo’?

R.- No me da ‘palo’ nada, no me corto ni con un cristal. Soy muy echada para adelante.

P.- ¿Cómo hace suyas las canciones que cantan y escriben otros?

R.- Dando mi toque personal, mi forma de sentir.

P.- ¿El miedo es de los valientes?

R.- Sí. De hecho creo que el que no tiene miedo es un inconsciente que no conoce los peligros, pero también es verdad que hay que saber afrontarlo.

P.- ¿Qué domina mejor, la voz o el toro?

R.- Ahora mismo la voz, pero en su día el toro.

P.- ¿Cómo entró en el mundo taurino?

R.- Entré persiguiendo el sueño de una niña de 11 años. Siempre he sido muy soñadora y cuando sueño a lo grande, tengo que ir a por ello. Desde pequeña me parecía increíble y mágico ver cómo un animal tan grande y peligroso pasaba a escasos metros del ser humano. Por eso decidí que quería sentir eso.

P.- Y sus padres, ¿qué pensaron?

R.- Al principio se lo tomaron a cachondeo, porque hasta las avispas me dan miedo. Pero cuando se dieron cuenta de que iba en serio pensaron que estaba completamente loca.

P.- ¿El toro le ha dado muchos sustos?

R.- Unos cuantos. Mi debut como novillera fue también mi bautismo de sangre. Fue el 4 de mayo en Astudillo, el día antes de mi cumpleaños. Yo siempre digo que fue mi regalo. Los toreros que nunca han recibido una cornada esperan impacientes a que se produzca el momento para saber qué sienten y si son capaces de ponerse otra vez delante del animal.

P.- ¿Rafael de Paula o José Tomás?

R.- Me has dado en el corazón. Rafael es puro arte junto con Curro y José Tomás es el valor hecho toreo, la perfección.

P.- ¿Tonadillera y torero...?

R.- En este caso se cumple. Mario [Campillo] siempre me ha tirado los trastos. Nos conocemos desde que éramos monigotes. A mí nunca me había gustado, pero un día empecé a ver algo en él y hasta hoy.

P.- ¿Seduciría a un antitaurino para que fuera a los toros?

R.- (Se pone seria). Los antitaurinos no entienden el mundo del toro y creo que hay cosas mucho más importantes en las que centrarse que en el antitoreo. Con los extremistas no camelo. No abren su mente a nada más y yo no voy a convencer a nadie para que lo haga. No obstante, pienso que se pierden algo maravilloso.

P.- En esta sociedad hay muchos toros que torear. ¿Cuál cree que es el peor con el que tiene que lidiar España?

R.- Niños muriéndose de hambre, gente sin trabajo… Eso sí que es importante. Hay que hacer hincapié en otras cosas de la vida y dejarse de tanto mamoneo. Creo que todo se mueve por intereses y me da pena, porque la gente no valora la personalidad y la humildad.

P.- ¿Toro por la patria?

R.- Jejeje… Tampoco el toro tiene que ser por algo.

P.- ¿Qué cosas le ponen brava?

R.- La injusticia, el mero interés por las cosas, el que haya hambre en el mundo y que nos dé igual que los niños se mueran.

P.- ¿Cuál es el mejor capote que le han echado en la vida?

R.- (Piensa durante un largo rato). La educación por parte de mis padres y por parte del toro. Soy diferente a mis hermanas y a mis amigas. Ellas han hecho una vida normal: han salido de fiesta, han tenido mil novios… Sin embargo, pienso que tengo muchas más vivencias que ellas. Para mí el cachondeo es algo secundario en la vida.

P.- ¿Pertenece a ese escaso grupo de personas que visita el Museo del Toro?

R.- Claro que sí. Es un trozo de cultura y si no tiene la promoción que debería tener pues, evidentemente, la gente no va.

P.- Cómo buena nutricionista, ¿mide todas las calorías que consume?

R.- No mido todas las calorías, pero me gusta comer sano y cuidarme.

P.- ¿Ve concursos como La Voz?

R.- Siempre que puedo. También es verdad que en este programa el protagonista es el coach, no el concursante que, al final, es el que lo necesita.

P.- ¿Cuál es la anécdota más divertida que ha vivido junto a su guitarrista?

R.- Pasamos muy buenos momentos en el escenario. Uno de ellos es cuando cambio una palabra por otra durante la canción, en ese momento miro a Emilio y me empiezo a partir de risa. Entonces le digo: ‘Tú sigue que yo ya me arrancaré a cantar’.

P.- ¿Con quién está incomodísima?

R.- Con alguien intolerante. Me pone negra y eso que yo antes lo era. Con el toro me volví muy radical con muchísimas cosas, no era capaz de abrir mi mente, pero, con el paso del tiempo, me he dado cuenta de que la vida es bastante más que lo que tú ves.

P.- ¿Qué es lo que más teme en la vida?

R.- El no ser feliz haciendo algo que no te llena.

P.- ¿Dormirá tranquila si sus futuros hijos se hacen profesores o bibliotecarios?

R.-  Sí. No me gustaría que se hicieran toreros, porque como madre tiene que ser horrible ver cómo se juegan la vida en el ruedo. Pero si eso es lo que les hace felices, yo les ayudaría y les educaría para que no se pasaran ni un pelo, ya que para ser figura del toreo hay que jugarse la vida y si no te pones a trabajar en otra cosa.

P.- ¿Qué es para usted el flamenco y los toros?

R.- Mi vida.